Narcisistas, los lobos emocionales: cómo reconocerlos y cómo escapar de ellos

En cuestiones de pareja, la mayoría de nosotros hemos acabado saliendo con narcisistas. En ocasiones, somos plenamente conscientes de ello, es decir, sabemos dónde nos metíamos pero luego no podíamos o no queríamos salir. Y en otras ocasiones, sin embargo, no nos damos cuenta de que hemos estado con alguien así hasta que salimos de la relación y hacemos balance.

Pues bien, hoy en THE OBJECTIVE vamos a ahondar en el tema, para dilucidar, de la mejor manera posible, qué es ser un narcisita, cómo reconocerlo y cómo escapar de una relación con uno (o no). Para ello, consultamos a dos expertas.

¿Qué entendemos por un narcisista?

«La personalidad narcisista, como en todos los estilos de personalidad, hay que verlos en un continuo, donde en un extremo está el ‘estilo’ de personalidad narcisista y, en otro, el ‘trastorno de personalidad’. Es decir, una persona puede tener un estilo narcisista de personalidad cuando sus características son adaptadas o, digamos, leves. Pero puede tener un verdadero trastorno cuando ya tiene un problema grave de adaptación», asegura la psicóloga Lorena González a este medio.

Sin embargo, aunque hay niveles, un narcisista siempre lo es. «Una persona narcisista es aquella que aparentemente se quiere y admira mucho a sí mismo, se considera digno de admiración por su alta valía. Tanto que percibe que los demás nunca llegaremos a estar a su altura, sintiéndose superior al resto. Solo algunos ‘afortunados’ pueden ser considerados por él de ‘su nivel’, pero normalmente suele durar poco esa percepción para ellos, volviéndose a colocar pronto en solitario en la punta de la pirámide», añade la colegiada, de Serena Psicología.

Un narcisista tiene una necesidad constante de ser admirado y atendido. Muestra muy baja empatía y mucha arrogancia. Cualquier cosa que le haga tambalear o ponga en duda su valía, la suele rechazar, teniendo muy poca capacidad para tolerar críticas

Asimismo, apunta, «tiene una necesidad constante de ser admirado y atendido, de alguna manera todos deberían admirarle y mostrárselo. Muestra una muy baja empatía y mucha arrogancia. Cualquier cosa que le haga tambalear o ponga en duda su valía, la suele rechazar, teniendo muy poca capacidad para tolerar críticas».

¿Cómo se le reconoce? Sus principales rasgos

Un narcisista se puede reconocer por varios rasgos, tal y como apunta a THE OBJECTIVE Joanaina Barceló, educadora social y experta en relaciones tóxicas:

• Grandiosa sensación de importancia personal.
• Preocupación por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor ideal.
• Creencia de ser especial y único pero de forma exagerada.
• Necesidad excesiva de ser admirado.
• Sentido de derecho.
• Explota relaciones interpersonales y son manipuladores.
• Falta de empatía.
• Envidia hacia los demás o creencia de que otros le envidian.
• Actitudes y comportamientos arrogantes.
• Hablarán mal de ti si les contradices o te enfrentas porque les hayas descubierto, te sacaran todos tus defectos y humillarte, criticarte, amenazarte.
• Sensibles a las críticas.
• Menosprecian a los que sienten o ven como inferiores.
• No son capaces de asumir su responsabilidad ante cualquier problema o de inculparse por algo y pedir perdón.

«Una persona realmente con desorden de personalidad narcisista nunca reconocerá que es narcisista, por tanto es otro signo a tener en cuenta frente a alguien que presenta características narcisistas. (…) En un narcisista estas conductas estarán presentes frente a todas las áreas de su vida», afirma.

«Realmente, este tipo de desorden o características vienen por una baja o falta de autoestima y problemas internos con los que combaten diariamente, con muchos conflictos de confianza en ellos aunque aparenten todo lo contrario. Por lo tanto, lo que hará que lo reconozcas será su actitud y comportamiento, sus palabras y su falta de empatía o reconocimiento emocional».

La falta de empatía y arrogancia son, de hecho, las características más fáciles de reconocer. «También se les reconoce por su constante necesidad de admiración y su actitud de superioridad. Tienden a explotar a los demás o a utilizarlos para su bienestar o beneficio, sin importarles el perjuicio que ello pueda ocasionarles. Suelen ser manipuladores y les cuesta mantener relaciones sanas. En el amor puede ser muy seductor y zalamero y disfruta viendo cómo la otra persona ‘se muere’ por él y por su amor porque alimenta su ego, que es uno de las necesidades de los narcisistas», añade.

¿Cómo se le combate?

Obviamente, en una relación con narcisistas «lo importante es no temerles, ni caer en sus encantos, porque son como encantadores de serpientes». Barceló asegura, no obstante, que el narcisismo se puede combatir, pero requiere de varias cosas:

• Establecer límites claros.
• Mantener una comunicación asertiva.
• No alimentar su necesidad de admiración o atención.
• Aprender técnicas para lidiar con emociones que suben y bajan como una montaña rusa.
• Dejar atrás los recuerdos selectivos de los buenos tiempos, si no el que te ha llevado a tomar la determinación de salir de esta relación.
• Buscar apoyo y asesoramiento profesional para manejar la relación de manera saludable.
• En casos de relación de pareja, la terapia o la mediación familiar puede ser útil, ya que así «puedes entender y reconocer el porqué y reconocer tal vez esas posibles heridas de la infancia que viviste y te han llevado a mantener relaciones con personas con característica o de personalidad narcisista y según el grado de afectación pensar en asistencia psicológica o psiquiátrica, pues a veces pasar por este tipo de relaciones pueden ser devastadoras».
• Hacer un cierre de esta etapa después de aceptar, date permiso para pasar por cada una de las fases pues es vivida como una  pérdida, un duelo y aprender a soltar.
• Establece nuevos hábitos de cuidado, rutinas y distracciones, para conectarte nuevamente con tu esencia, tu verdadero yo.

Yo no me propondría combatir con él, sino que me alejaría todo lo posible. Es realmente difícil que este estilo de personalidad pueda cambiar

No obstante, es muy difícil lidiar con este tipo de personalidad, y la psicóloga González es clara: «Yo no me propondría combatir con él, sino que me alejaría todo lo posible, si esta relación es perjudicial para mí. Es realmente difícil que este estilo de personalidad pueda cambiar, ya que es muy resistente al cambio por la falta de empatía y de escucha emocional que suelen tener».

La única manera para que una persona con un trastorno narcisista cambie o mejore es «acudiendo a terapia, pero rara vez lo hacen por sí mismos, ya que su propio trastorno y su sensación de superioridad difícilmente le permitirán aceptar que ellos necesitan ayuda y, si lo hacen, será difícil que conecten con un profesional, y que, para ellos, la mayoría de los mortales no estamos preparados para comprenderle ni estamos a la altura de su intelecto, con lo cual, el abordaje terapéutico suele ser complejo».

El narcisismo, por cierto, puede afectar a hombres y mujeres, «aunque parece que a día de hoy afecta más a los hombres».

¿Cuáles son sus mentiras más habituales para lograr sus propósitos?

Los narcisistas, asegura Barceló, suelen utilizar mentiras relacionadas con:

• Exagerar sus logros y talentos.
• Falsas promesas de cambio o mejora y victimización.
• Distorsión de la verdad para ganar simpatía o admiración.
• Mentiras para manipular o controlar a otros.
• Negación o minimización de sus errores o mal comportamiento.
• Para conquistarte te dirán que eres lo mejor que les ha pasado, que te mereces lo mejor y te adulará constantemente.

En fase de conquista o recuperación de la relación:

• Enviará mensajes inesperados.
• Declaraciones de amor.
• Enviar regalos.
• Arrepentimiento o disculpas  porque sabe que es lo que quieres oir.

«Cualquier mentira es buena para conseguir sus propósitos. Desde las más sencillas a las más complejas. Tienen unas características muy manipuladoras y no tienen escrúpulos para mentir. Los narcisistas recurren a la mentira para manipular y, sobre todo, para mantener su imagen idealizada delante de los demás, lo cual es realmente importante», añade González.

Así, como vemos, está en tus manos decidir qué hacer ante un narciso: si intentar cambiarlo o huir. Nosotros apostamos por lo segundo.