Este es el dulce típico de Arnedo cuyo origen se remonta a la época de la Reconquista
Este postre hecho a base de almendra molida y miel es muy consumido en La Rioja
Fardelejos. | Canal Cocina
En el pequeño pueblo de Arnedo, en la región de La Rioja, se esconde un tesoro culinario que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un emblema de la gastronomía local: los fardelejos. La receta de este dulce típico riojano se remonta a siglos atrás.
Los orígenes exactos de los fardelejos se pierden en la bruma del tiempo, pero según la tradición local, su historia se remonta a la época de la Reconquista, cuando los moriscos habitaban la región de La Rioja. Se dice que durante esta época, las mujeres moriscas solían preparar un postre similar a los fardelejos para celebrar festividades y ocasiones especiales. Con el tiempo, esta receta se adaptó y se convirtió en una especialidad local, transmitida de generación en generación hasta el día de hoy.
Una leyenda popular cuenta que el nombre «fardelejos» proviene de la palabra árabe «faradis» que significa paraíso. Se cree que los moriscos llamaron así a este dulce debido a su sabor celestial que transporta a quien lo prueba a un verdadero paraíso de sabores.
Receta de los fardelejos
Los fardelejos son una combinación armoniosa de sabores y texturas, que se logra a través de una cuidadosa selección de ingredientes y una elaboración meticulosa. Las materias principales de esta delicia son: la harina, los huevos, el azúcar, la levadura, la miel, las almendras y la ralladura de limón.
La masa que es la base de los fardelejos se elabora con harina, huevos, azúcar y levadura. Esta masa se amasa con delicadeza hasta obtener una textura ligera y elástica, para que quede una masa suave y esponjosa.
El interior de los fardelejos se rellena tradicionalmente con una mezcla de almendra molida, azúcar y ralladura de limón. Esta combinación aporta un sabor dulce y aromático que contrasta perfectamente con la masa exterior.
Una vez que los fardelejos están horneados y ligeramente dorados, se sumergen en un baño de miel caliente, que les confiere un brillo tentador y un toque de dulzura adicional. La miel utilizada en esta etapa resalta los sabores naturales de los ingredientes y proporciona una capa exterior pegajosa y deliciosa.
El proceso de preparación de los fardelejos requiere habilidad y paciencia, ya que cada paso es crucial para garantizar el resultado final perfecto. Desde el amasado de la masa hasta el relleno almendrado y el baño de miel, cada detalle es importante para preservar la autenticidad y el sabor característico de este manjar. Si un fardelejo ha sido correctamente cocinado su aroma debe de ser dulce por la miel, la textura de la masa crujiente de la masa y el relleno suave y almendrado.
