Claves para hacer un ayuno intermitente más llevadero
No se trata de dejar de comer, sino de desencadenar reacciones en el cuerpo al suprimir la ingesta de alimentos sólidos

Balanza | Pixabay
Los ancestros de la humanidad transmitieron la habilidad de ayunar, permitiendo a la especie subsistir sin comida gracias a las reservas corporales.
Seguir este ciclo no solo les ayudó a sobrevivir, sino que también limpió sus cuerpos y activó procesos que mejoraron la salud, la fertilidad y la longevidad.
Además, el ayuno tiene un aspecto solidario, al conectar a las personas con aquellos que sufren hambre. No se trata simplemente de dejar de comer, sino de desencadenar reacciones en el cuerpo al suprimir la ingesta de alimentos sólidos.
Esto lleva a vivir de las reservas corporales, provocando cambios físicos y mentales significativos. Y es que ayunar no implica dejar que uno se muera de hambre, sino más bien utilizar esas reservas como fuente de energía durante el período de ayuno.
Consejos para un ayuno más ameno
Hacer un ayuno intermitente más llevadero implica algunos aspectos clave que pueden facilitar la experiencia:
- Comienza gradualmente: si eres nuevo en el ayuno intermitente, comienza con períodos más cortos de ayuno y ve aumentando gradualmente la duración a medida que te sientas más cómodo.
- Elige el método adecuado: hay varios métodos de ayuno intermitente, como el método 16/8, el ayuno de días alternos o el ayuno en días específicos de la semana. Encuentra el que mejor se adapte a tu estilo de vida y preferencias.
- Hidrátate adecuadamente: durante el ayuno, es importante mantenerse hidratado. Bebe agua, té o café sin azúcar para ayudar a reducir el hambre y mantener la energía.
- Consume alimentos nutritivos en tus comidas: cuando no estés en ayuno, asegúrate de incluir alimentos nutritivos y equilibrados en tus comidas para ayudar a mantenerte satisfecho y proporcionar los nutrientes necesarios para tu cuerpo.
- Mantén ocupada tu mente: mantén tu mente ocupada durante los períodos de ayuno con actividades como el trabajo, el ejercicio, la lectura o la meditación para distraerte del hambre y reducir el estrés.
- Escucha a tu cuerpo: presta atención a las señales de tu cuerpo durante el ayuno. Si sientes mareos, debilidad extrema o malestar, detén el ayuno y consulta a un profesional de la salud.
- Sé flexible: no te castigues si no puedes seguir el ayuno intermitente todos los días. Es importante ser flexible y ajustar tu horario de ayuno según tus necesidades y circunstancias.