Diferencias entre serotonina y dopamina, y cómo el exceso de una de ellas es perjudicial
Marian Rojas subraya la importancia de mantener un equilibrio óptimo entre estos dos neurotransmisores en el cerebro
Marian Rojas Estapé | @marianrojasestape
La serotonina y la dopamina son dos neurotransmisores esenciales en el cerebro, que juegan un papel clave en la regulación de nuestro estado de ánimo, comportamiento, y bienestar general.
Sin embargo, a pesar de sus funciones vitales, un desequilibrio en sus niveles puede tener efectos perjudiciales en la salud mental y física.
La psiquiatra Marian Rojas, una reconocida experta en el campo, explica las diferencias entre estos dos neurotransmisores y cómo un exceso de uno de ellos puede afectar negativamente nuestro bienestar.
¿Qué es la serotonina?
La serotonina es conocida como el neurotransmisor de la felicidad y bienestar debido a su papel en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y la percepción del dolor.
Los niveles adecuados de serotonina están asociados con una sensación de calma, satisfacción y felicidad. Según Marian Rojas, la serotonina actúa como un estabilizador natural del humor, y su deficiencia se ha vinculado con trastornos como la depresión y la ansiedad.
¿Cuáles son sus funciones clave?
- Regulación del estado de ánimo: promueve sentimientos de bienestar y estabilidad emocional.
- Ciclo de sueño: influye en la calidad del sueño, ayudando a mantener un ritmo circadiano regular.
- Apetito: afecta el control del hambre y la saciedad.
- Procesamiento del dolor: modula la percepción del dolor, contribuyendo a una menor sensibilidad.
¿Y la dopamina?
Por otro lado, la dopamina es conocida como el neurotransmisor de la recompensa debido a su papel en el sistema de recompensas del cerebro.
Está involucrada en la motivación, el placer, y el aprendizaje. La dopamina nos impulsa a repetir comportamientos que nos generan placer o satisfacción, como comer, lograr metas, o disfrutar de actividades recreativas, explica Rojas.
¿Cuáles son sus funciones clave?
- Motivación y recompensa: refuerza comportamientos que nos generan placer, creando un ciclo de motivación.
- Atención y concentración: es esencial para mantener el enfoque y la atención en tareas específicas.
- Movimiento: participa en el control de los movimientos voluntarios del cuerpo.
- Aprendizaje: facilita el aprendizaje asociativo, vinculando acciones con sus consecuencias.
¿De cuál no podemos abusar?
Aunque tanto la serotonina como la dopamina son vitales para nuestro bienestar, Marian Rojas advierte que un exceso de dopamina puede ser particularmente peligroso, ya que puede conducir a comportamientos adictivos y trastornos psicológicos significativos.
La dopamina, conocida como el neurotransmisor de la recompensa, nos impulsa a buscar gratificación y placer. Sin embargo, cuando sus niveles son demasiado elevados, el cerebro se vuelve demasiado enfocado en la búsqueda de recompensas inmediatas, como a través de las redes sociales, juegos, comida ultraprocesada, compras compulsivas o incluso el consumo de sustancias.
Rojas explica que este exceso de dopamina puede hacer que las personas desarrollen una dependencia de esas actividades, lo que resulta en adicciones que son difíciles de romper.
Esta dependencia genera un estado de hiperactividad constante, donde la persona está perpetuamente buscando la siguiente dosis de dopamina.
Este ciclo de búsqueda de gratificación instantánea puede llevar a un deterioro en la salud mental, causando problemas como ansiedad, insomnio, y dificultades para concentrarse o disfrutar de actividades que no ofrecen una recompensa inmediata.
¿Cómo mantener el equilibrio?
Marian Rojas destaca lo crucial que es mantener un equilibrio adecuado de dopamina en el cerebro. Para lograrlo, sugiere algunas prácticas sencillas:
- Usar tecnología con moderación: evitar pasar demasiado tiempo en redes sociales o juegos, ya que esto puede estimular en exceso el sistema de recompensa del cerebro.
- No consumir sustancias: un exceso de drogas y alcohol pueden afectar los niveles de dopamina.
- Incorporar actividades saludables: hacer ejercicio regularmente, ya que esta actividad ayuda a liberar dopamina de manera natural y saludable.
- Buscar gratificación a largo plazo: en lugar de buscar recompensas instantáneas, enfocarse en metas y actividades que ofrezcan satisfacción a largo plazo.
