Xerostomía: qué es, por qué tienes la boca seca y qué puede estar detrás de su aparición
Dar por sentado que se trata de una cuestión de edad es un error cuando se aprecian sus síntomas
A veces, nuestro cuerpo nos envía señales que pueden parecer insignificantes, pero que en realidad están alertándonos de algo más grave. Algunos síntomas pueden ser fácilmente ignorados o atribuidos a situaciones cotidianas, cuando en realidad son un reflejo de patologías subyacentes que requieren atención. Uno de estos síntomas es la xerostomía o, como comúnmente se le llama, la boca seca. Sentir la boca seca puede ser algo temporal, pero si persiste, podría ser un indicio de que algo más está ocurriendo en nuestro cuerpo.
La xerostomía se manifiesta con la sensación constante de sequedad en la boca, lo que puede ser incómodo e incluso doloroso. A menudo, se la atribuye a factores como el estrés o la deshidratación, pero en realidad, puede estar relacionada con diversas enfermedades o condiciones médicas. Aunque en algunos casos, esta sequedad bucal puede no significar nada grave, en otros puede ser la señal de una patología que requiere atención médica. Dado que los síntomas a veces son leves, las personas pueden tardar en buscar ayuda, lo que puede retrasar un diagnóstico y tratamiento oportuno. Como indican desde MSD Manuals.
Ignorar la xerostomía como un simple malestar ocasional podría impedir detectar afecciones más serias. La boca seca puede estar asociada a problemas de salud que van desde la diabetes hasta trastornos autoinmunes. Por ello, entender qué es la xerostomía, cuáles son sus causas y qué consecuencias puede tener, es clave para abordar esta condición adecuadamente.
Qué es la xerostomía (boca seca)
La xerostomía, también conocida como boca seca, es una condición en la que las glándulas salivales no producen suficiente saliva para mantener la boca húmeda. Esta falta de saliva no solo es molesta, sino que también afecta a la salud bucal, ya que la saliva tiene un papel esencial en la digestión y la protección de los dientes. Cuando la producción de saliva disminuye, aumentan las posibilidades de desarrollar caries, infecciones bucales y otros problemas dentales.
La prevalencia de la xerostomía varía según la población, pero se estima que entre un 10% y un 30% de los adultos la experimentan en algún momento de su vida. Aunque cualquiera puede sufrir xerostomía, hay ciertos grupos más propensos a padecerla.
Las personas mayores suelen ser las más afectadas, debido a la disminución natural de la producción de saliva con la edad y al uso de ciertos medicamentos que tienen este efecto secundario. Otros grupos en riesgo incluyen aquellos que toman múltiples medicamentos, pacientes con enfermedades crónicas y personas que han recibido tratamientos de radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello.
La xerostomía como consecuencia farmacológica
La xerostomía puede tener varias causas, siendo las más comunes el uso de ciertos medicamentos, como los antidepresivos o los antihistamínicos, que reducen la producción de saliva. También está asociada a condiciones como la diabetes, el síndrome de Sjögren o el VIH.
Además, los pacientes que reciben quimioterapia o radioterapia en la cabeza o el cuello son particularmente propensos a desarrollar xerostomía debido al daño que estos tratamientos causan en las glándulas salivales. Por otro lado, los hábitos como fumar o el consumo excesivo de alcohol también pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
Las consecuencias de la xerostomía van más allá de la incomodidad de tener la boca seca. Las personas que la padecen suelen experimentar dificultades para hablar, comer e incluso tragar. Además, la falta de saliva aumenta el riesgo de infecciones bucales, como la candidiasis, y puede afectar el sentido del gusto. A largo plazo, la xerostomía no tratada puede tener un impacto negativo.
Cómo combatir la xerostomía
El tratamiento de la xerostomía depende en gran medida de la causa subyacente, por lo que lo primero es identificar si la sequedad bucal es consecuencia de medicamentos, hábitos o una condición médica. Una vez identificada la causa, se pueden tomar medidas para aliviar los síntomas y mejorar la producción de saliva. Mantenerse bien hidratado es fundamental, ya que la ingesta adecuada de agua puede ayudar a estimular la producción de saliva.
Además, es recomendable evitar bebidas con cafeína o alcohol, que pueden empeorar la sequedad, así como el consumo de tabaco. Los sustitutos de saliva y los enjuagues bucales específicos para la xerostomía también son útiles para mantener la boca húmeda. Estos productos ayudan a lubricar la boca y proporcionan alivio temporal, especialmente en casos donde la producción de saliva se ve gravemente reducida. Un problema del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.
Otra forma efectiva de combatir la xerostomía es estimular las glándulas salivales mediante la masticación. Chicles o caramelos sin azúcar pueden ser útiles, ya que el proceso de masticar promueve la liberación de saliva. Asimismo, una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, puede contribuir a mantener la boca más húmeda. En los casos en que la xerostomía sea consecuencia de un tratamiento médico, como la radioterapia, el profesional de salud puede recomendar terapias específicas para proteger las glándulas salivales y minimizar los efectos secundarios.