El motivo por el que las sartenes antiadherentes son perjudiciales para la salud
Laura García, experta en utensilios de cocina sin tóxicos, nos advierte sobre el tipo de utensilios que usamos
En la búsqueda de una alimentación saludable, muchas personas se enfocan en elegir los ingredientes adecuados y en las técnicas de cocción.
Sin embargo, a menudo pasamos por alto un aspecto crucial de nuestra cocina: los utensilios que utilizamos. En particular, las sartenes antiadherentes, tan populares por su comodidad, han suscitado preocupaciones en cuanto a su seguridad y posibles efectos en nuestra salud.
A medida que profundizamos en este tema, exploraremos por qué es fundamental prestar atención a lo que usamos en la cocina y cómo nuestras elecciones pueden influir en nuestro bienestar a largo plazo.
Laura García, experta en utensilios de cocina sin tóxicos, nos advierte sobre un aspecto crucial: el tipo de utensilios que usamos.
¿Qué problema tienen las sartenes antiadherentes?
Aunque muchas personas prefieren las sartenes antiadherentes por su facilidad de uso, García señala que estas pueden liberar hasta 9,000 partículas de PFA, sustancias químicas sintéticas potencialmente dañinas.
Estas sustancias se asocian con problemas de salud como obesidad, alteraciones hormonales y dificultades en el aprendizaje. Esto se agrava aún más cuando las sartenes están rayadas, lo que puede suceder antes de que se vean los daños.
García enfatiza que el utensilio que usamos para cocinar importa tanto como lo que cocinamos. En lugar de las sartenes antiadherentes, recomienda optar por materiales más seguros y duraderos, como el acero inoxidable o el hierro.
Aunque cambiar a estas opciones puede parecer un desafío, una vez que nos acostumbramos a ellas, descubrimos que no solo son más seguras, sino que también mejoran la calidad de nuestros platos.
¿Qué otros utensilios hay que tener en cuenta?
Además de las sartenes antiadherentes, hay otros utensilios de cocina que requieren atención para garantizar una preparación saludable de los alimentos.
Por ejemplo, los recipientes de plástico para almacenamiento pueden liberar sustancias químicas perjudiciales, especialmente si se calientan.
La experta en nutrición Laura García destaca que “es importante optar por recipientes de vidrio o acero inoxidable, que son más seguros y no contaminan los alimentos”.
Estos materiales son resistentes, no absorben olores y son más fáciles de limpiar, lo que contribuye a mantener la higiene en la cocina.
Los utensilios de cocina, como cuchillos y tablas de cortar, también merecen cuidado. Las tablas de plástico pueden acumular bacterias en las marcas de corte, lo que puede ser un riesgo para la salud.
Según García, las tablas de madera son preferibles, ya que poseen propiedades antibacterianas naturales y, si se mantienen adecuadamente, son más higiénicas. Es crucial limpiarlas y desinfectarlas regularmente, especialmente después de cortar carne o pescado.
Además, la elección de cuchillos también es importante. Cuchillos de calidad, hechos de acero inoxidable y con un buen mantenimiento, no solo facilitan la preparación de los alimentos, sino que también minimizan el riesgo de accidentes en la cocina.
Un cuchillo afilado es más seguro que uno desafilado, ya que requiere menos fuerza para cortar, reduciendo la posibilidad de que se deslice y cause lesiones.
Alimentación saludable: más que comida
La idea de comer bien se ha vuelto confusa. No se trata solo de moderación, sino de variedad. García nos advierte que consumir siempre los mismos alimentos, como espinacas o brócoli, puede tener efectos negativos en nuestra salud.
La clave está en diversificar nuestras elecciones alimentarias, no solo en verduras, sino también en especias, frutas, carnes y pescados.
Las especias son pequeñas pero muy poderosas. García destaca que su uso diario puede contribuir significativamente a nuestra salud.
Por ejemplo, el romero no solo realza el sabor de los platillos, sino que también ayuda a proteger las grasas durante la cocción. Incorporar especias en nuestra dieta diaria puede ser un paso sencillo y efectivo hacia una vida más saludable.