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Estas son las decisiones invisibles que tomas al elegir pareja, según el psicólogo Ventura

No solo se trata de sentir amor o conexión, tener una relación es decidir cómo se quiere vivir cada día de tu vida

Estas son las decisiones invisibles que tomas al elegir pareja, según el psicólogo Ventura

Pareja de enamorados | Canva pro

Cuando se trata de elegir pareja, la decisión va mucho más allá del enamoramiento o de la química inicial. Según el psicólogo sanitario Ventura, cada elección amorosa implica un conjunto de decisiones invisibles que moldean nuestra vida cotidiana y, en muchos casos, determinan nuestro bienestar a largo plazo. No se trata únicamente de cómo nos sentimos frente a otra persona, sino de qué estilo de vida estamos dispuestos a construir juntos. Escoger pareja es, en esencia, elegir un modelo de convivencia, un ritmo de vida, y una forma de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos a diario.

Muchas personas creen que la vida en pareja se centra exclusivamente en la conexión emocional o la atracción física, pero, como explica Ventura, la realidad es mucho más compleja. Cada relación establece sus propias reglas, consciente o inconscientemente, sobre cómo se enfrentan los desafíos, cómo se organiza la rutina y qué hábitos se consolidan. Son estas decisiones cotidianas las que, con el tiempo, definen si la relación se mantiene saludable o si comienza a generar tensiones silenciosas difíciles de resolver.

Lo que eliges al compartirla tu vida con alguien

Cuando hablamos de elegir pareja, existen aspectos que no siempre se verbalizan, pero que influyen profundamente en la dinámica de la relación. Ventura señala que estas decisiones invisibles pueden ser tan determinantes como la compatibilidad afectiva o sexual, y entenderlas permite construir vínculos más conscientes y satisfactorios. Entre ellas se encuentran:

1. Comunicación y resolución de conflictos

Una de las decisiones más importantes que se toma al elegir pareja es cómo se manejarán los problemas. Se decide si se hablará abierta y sinceramente sobre los conflictos, buscando soluciones conjuntas, o si se optará por la evasión y el silencio. Este patrón puede parecer trivial al principio, pero con el tiempo moldea la calidad del vínculo emocional. Las parejas que fomentan el diálogo tienden a experimentar mayor cercanía y satisfacción, mientras que quienes evitan las discusiones acumulan tensiones que pueden derivar en resentimientos silenciosos, distancias emocionales y frustraciones constantes.

La vida en pareja.

2. Cuidado y atención cotidiana

Otro aspecto crucial es cómo se distribuye el cuidado dentro de la relación. Elegir pareja también significa decidir si se promueve el bienestar mutuo o si se normaliza el abandono cotidiano. Esto incluye decisiones aparentemente pequeñas, pero significativas: quién prepara la comida, quién mantiene el orden del hogar, cómo se brinda cariño, atención y apoyo emocional, y qué tipo de ocio se comparte. Según Ventura, estos detalles configuran un patrón de cuidado que puede fortalecer la relación o, por el contrario, erosionarla sin que los miembros se den cuenta.

3. Prioridades y valores compartidos

Del mismo modo, al elegir pareja se decide qué se considera importante y qué se prioriza en la vida compartida. Trabajo, familia, viajes, dinero, amistades: todas estas áreas reflejan los valores y expectativas de la relación. Por ejemplo, si uno de los miembros valora el éxito profesional sobre los momentos de cercanía, la convivencia se ajustará a ese ritmo. Identificar estas prioridades de manera consciente permite alinear expectativas y reducir conflictos futuros. Las parejas que logran negociar y equilibrar estas prioridades suelen mantener relaciones más armoniosas y satisfactorias.

Lo interesante aquí, según Ventura, es que muchas de estas decisiones se toman de manera casi automática, guiadas por experiencias previas, normas culturales o hábitos familiares, sin que los individuos sean plenamente conscientes de ellas. Comprender estas dinámicas y reflexionar sobre ellas ofrece la oportunidad de elegir no solo a alguien con quien compartir afecto, sino a alguien con quien construir un proyecto de vida conjunto. Y es que tener pareja implica mucho más que un vínculo afectivo o romántico. Cada elección invisible influye en cómo se vivirán los días, cómo se enfrentarán los problemas, cómo se ofrecerá cuidado mutuo y qué se considerará importante en la vida cotidiana.

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