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Analizamos el uso del agua en cosmética: ¿son buenos los productos que prescinden de ella?

Los cosméticos sin agua se han puesto de moda en nuestras rutinas de belleza pero es un elemento imprescindible

Analizamos el uso del agua en cosmética: ¿son buenos los productos que prescinden de ella?

Producto cosmético sumergido en agua | Freepik

Últimamente estamos asistiendo al debate sobre el uso del agua en cosmética. Entre las diferentes opiniones que encontramos se encuentran los defensores de los cosméticos sólidos que aseguran que muchas de las firmas llevan timando a sus clientes durante años vendiendo productos donde el mayor porcentaje de su composición es simplemente agua. ¿Es esto cierto?

Son muchos los videos en redes sociales que defienden esta teoría que ha empezado a extender la idea de que las marcas están vendiendo agua a precio de oro. Sin embargo, no podemos esperar más para desmentirlo y asegurar que se trata de un mito. El agua que contienen los cosméticos que usamos en nuestras rutinas de belleza no es la misma que sale del grifo de casa y, además, no cuenta en el precio final que pagamos por el producto.

Para saber aún más sobre este tema, desde THE OBJECTIVE hemos hablado con expertos en el sector para que nos expliquen qué usos del agua se hace en cosmética. De esta manera, podemos descubrir si es posible ahorrar en nuestro presupuesto beauty recurriendo a otro tipo de fórmulas que no utilicen agua en sus formulaciones.

La importancia del agua en cosmética

Héctor Núñez, farmacéutico y responsable de la firma Cosmetocrítico, nos explica que el agua es una sustancia esencial para la vida. En el caso de los cosméticos, su función es indispensable ya que es la responsable de que algunos ingredientes activos se vuelvan solubles y así puedan tener efecto en la piel. Entre estos elementos podemos encontrar los conservantes que son imprescindibles en las formulaciones.

El agua es uno de los ingredientes esenciales de los cosméticos. (Fuente: Freepik/wirestock)
El agua es uno de los ingredientes esenciales de los cosméticos. (Fuente: Freepik/wirestock)

Existen dos tipos de ingredientes en este aspecto. Aquellos que solubilizan en agua y los que lo hacen en grasa. En algunos casos, los cosméticos combinan ambos tipos de componentes. «Lo que hacemos es mezclar ambos con unos ingredientes llamados emulsionantes que permiten que estas dos fases se combinen sin separarse», explica el experto.

Entonces, ¿por qué existen cosméticos sólidos que no contienen agua? Estos productos son los llamados anhidros y son aquellos que no tienen componentes que necesitan desintegrarse en una fase acuosa, solo precisan de una fase grasa. «Aquí entrarían algunos de los cosméticos que conocemos como los ‘sin agua’», señalan desde Cosmetocrítico.

¿Cuánta agua contiene un cosmético?

Ahora que a sabemos que en muchos casos el agua es absolutamente necesaria en las formulaciones, la siguiente pregunta que se nos viene a la cabeza es conocer qué porcentaje del producto es agua. Realmente, todo depende del cosmético concreto del que hablemos ya que no existe una regla general.

Lo más habitual es que entre un 10% y un 50% del contenido del cosmético no sea agua. Este porcentaje estaría formado por otro ingredientes como emulsionantes, gelificantes y conservantes. «La cantidad de activos dependerá de si el fabricante lo utiliza a las concentraciones de eficacia de ese activo del que estemos hablando, ya que no se usan las mismas concentraciones para todos», explica el farmacéutico.

Ingredientes cosméticos. (Fuente: Freepik)
Ingredientes cosméticos. (Fuente: Freepik)

Con estos porcentajes que ya conocemos, empezamos a dudar de que exista realmente la llamada cosmética sin agua. Porque, además, el agua no solo está implicada dentro del producto en sí, sino que entra en juego a lo largo de toda la cadena de producción. «Hay que dejar claro que sin agua no existe nada. Que un cosmético no tenga agua no quiere decir que el agua no esté implicada en el proceso», sentencia el experto. Desde que se comienzan a fabricar las materias primas hasta que el cosmético llega a tu neceser, el agua entra en juego. Así que decir que existe la cosmética sin agua no es una afirmación correcta.

Los cosméticos sólidos

Otra idea que sí es real y aconsejable son los cosméticos sólidos. Lo primero que debemos de saber es que podemos clasificarlos en tres grupos. El primero de ellos lo forman aquellos productos que se usan de manera directa. Estamos hablando, por ejemplo, de un sérum anhidro o un stick, que se aplican directamente sobre la piel sin necesidad de que haya agua de por medio. Como no hay agua en ningún momento de la aplicación, suelen ser productos más compactos. Sin embargo, son cosméticos en los que se debe introducir fase grasa para sustituir el agua y eso hace que sean más caros.

Sérum anhidro de la firma Zo Skin Health
Sérum anhidro de la firma Zo Skin Health

El segundo grupo de cosméticos sólidos son aquellos en los que se utiliza el agua durante el uso. En esta categoría encontramos los champús sólidos. Hay que tener en cuenta que los ingredientes limpiadores van mucho más concentrados, ya que si no las pastillas tendrían que tener el mismo tamaño que un bote de champú convencional. El inconveniente en estos casos es calcular la cantidad que se necesita por lo que solemos excedernos y utilizar más de lo necesario, «algo que no es recomendable con el uso de limpiadores», explica el farmacéutico.

Por último están los cosméticos extemporáneos que son los que compramos en pastilla o polvo. Para poder aplicarlos, vienen acompañados de un envase en el que hay que añadir agua del grifo.

Ventajas y desventajas de la cosmética sin agua

Tampoco es oro todo lo que reluce ya que los llamados cosméticos sin agua también pueden presentar una serie de puntos negativos a tener en cuenta. Habrá que sopesar todos estos aspectos para poder decidir nuestra compra.

Champú sólido sin agua de Alma Secret
Champú sólido de Alma Secret
  • Mayor coste. Cuando se crea un producto cosmético sin agua se tienen que meter otros ingredientes de relleno que sustituyan en parte esa falta de agua. Esos ingredientes son mucho más caros lo que encarece el producto. «Esto puede hacer que la cosmética sólida tenga un precio más elevado o que se escatimen en activos para ajustar el precio», comenta Héctor Núñez.
  • Menor peso. Estos cosméticos pesan menos por lo que en su transporte se produce menos emisiones de CO2, por lo que resultan menos contaminantes.
  • Uso de agua. Los cosméticos a los que hay que añadir en casa agua del grifo no son la mejor opción.  «El agua del grifo contiene minerales que pueden alterar la fórmula, eficacia y estabilidad del cosmético. No es igual en Almería que en Madrid. Además, suele reutilizarse el mismo envase cada vez que se preparan aumentando el riesgo de contaminación», señala el experto.

Este último nos lleva a explicar que el agua utilizada en cosmética no es la misma que sale del grifo de nuestras casas. Se trata de un agua procesada que debe de cumplir una serie de requisitos para asegurar la seguridad y estabilidad del producto. Al agua utilizada en cosmética se la somete a un proceso de desmineralización porque, como ya hemos visto, los minerales afectan a la estabilidad del cosmético y pueden degradar sus ingredientes activos. Además, existen firmas que someten al agua a un proceso de luz ultravioleta con el fin de eliminar todo tipo de microorganismos que puedan vivir en ella.

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