El método 'Walk at Home' para adelgazar y estar en forma que triunfa en Estados Unidos
Te contamos todo sobre el método para perder peso y andar en tu propia casa que está triunfando
En lo que respecta a adelgazar y estar en forma, cada vez aparecen más programas nuevos realmente exitosos. Uno de ellos, y que está triunfando en Estados Unidos, es el método Walk at Home, creado por Leslie Sansone, que se basa, como su nombre indica, en ‘andar’ o moverse en casa.
Para que este método sea viable, Sansone propone coreografías andadas para que los usuarios puedan cumplir con el plan y perder peso. Lo ideal es hacerlo tres o cuatro veces por semana y alternarlo con una alimentación equilibrada.
El método ‘Walk at Home’ que triunfa en Estados Unidos
Este método para adelgazar combina durante quince o veinte minutos caminata en el sitio con ejercicios a los que se les puede añadir peso o bandas, para aumentar la resistencia y, por tanto, el gasto calórico. También es importante ir variando la intensidad y la velocidad del entrenamiento.
En ‘Walk at Home’ cada ejercicio se realiza durante unos 40 segundos con 15 segundos de descanso activo, que equivale a caminar sobre un punto fijo.
Sobre este famoso método, José Francisco Tornero, profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Europea, comprende que se haya puesto tan de moda en Estados Unidos porque «existen suficientes evidencias científicas de que las personas que lo practican experimentan mejoras significativas en la capacidad aeróbica y observan reducciones en el índice de masa corporal».
Eso sí, el requisito para que el ‘Walk at Home’ resulte igual de efectivo o más que ir al gimnasio, es que los ejercicios se hagan «de manera consistente y con el vigor adecuado».
No obstante, el especialista recuerda que aunque hacer ejercicio en casa es fantástico, no hemos olvidar que «caminar en espacios verdes como parques o senderos naturales puede mejorar significativamente el bienestar mental, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión, ya que la exposición a la naturaleza y la luz solar mejora el estado de ánimo y aumenta la vitamina D».
Caminar en casa o fuera, pero hacerlo
Los beneficios de la actividad física regular para la salud cardiovascular, el control del peso y la reducción del riesgo de padecer diabetes 2 y ciertos tipos de cáncer, resultan innegables. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de actividad vigorosa por semana, lo que se traduce en unos 30 minutos diarios de caminata a paso ligero.
Un estudio clave publicado en JAMA Internal Medicine antes de la pandemia, ya investigó el impacto de la cantidad de pasos diarios en una cohorte de mujeres adultas y demostró que las que andaban alrededor de 4.400 pasos diarios presentaban tasas de mortalidad significativamente más bajas que las que se quedaban en torno a los 2.700.
«Y un año más tarde, la revista The Lancet confirmó en un grupo de población muy diversa que la mortalidad comienza a disminuir de forma notable con tan solo 5.000 pasos diarios, constatando, además, que no hace falta alcanzar los 10.000 para observar beneficios adicionales sobre la salud», según explica Tornero. «La conclusión es que los 10.000 pasos son un tópico proveniente de la campaña de marketing japonesa que promocionó el lanzamiento de un podómetro llamado manpo-kei durante los años 60».
Ahora bien, cuando se trata de adelgazar, el experto pone la tilde en la velocidad del paseo porque suele marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso: «Numerosas investigaciones han demostrado que los participantes que llevan a cabo caminatas de alta intensidad o rápidas, pierden más grasa abdominal en comparación con aquellos que lo hacen a una intensidad moderada durante el mismo período de tiempo. Un ritmo moderado suele oscilar entre los 4 y los 6 km/h y uno rápido entre los 6 y los 8 km/h, que no nos permite mantener una conversación sin que nos falte el aire. Así que lo ideal es andar entre 30 minutos y una hora a un ritmo que no permita mantener una conversación sin que nos falte el aire».