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TikTok tiene otra tendencia fitness de moda: el método 6-6-6 para adelgazar caminando

Viralizada desde hace unos meses, la premisa parte, sobre todo, de mantener un buen hábito contra el sedentarismo

TikTok tiene otra tendencia fitness de moda: el método 6-6-6 para adelgazar caminando

Una mujer haciendo deporte. | ©Freepik.

Cada cierto tiempo, las redes sociales alumbran una nueva tendencia de fitness que se convierte en fenómeno viral. Basta con que una influencer la practique, un vídeo acumule miles de likes o un reto con etiqueta propia empiece a replicarse. Así, TikTok, Instagram o incluso YouTube se convierten en gimnasios globales donde cualquiera puede empezar una rutina sin salir de casa ni pisar un centro deportivo.

En ese contexto nace el método 6-6-6, otra tendencia alimentada desde TikTok con vídeos, hashtags y creadores de contenido que aseguran haber perdido peso gracias a él. A pesar de lo inquietante de su nombre, el método 6-6-6 nada tiene que ver con referencias satánicas ni ocultistas. Su esencia es mucho más terrenal y, sobre todo, sencilla: caminar con un patrón específico durante una semana.

Esta propuesta, que promete resultados visibles en poco tiempo, sigue la estela de otras fórmulas virales como el 75 Hard del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE o los retos de 30 días. Aunque cada una tiene sus particularidades, generalmente comparten una misma promesa: una rutina simple sin gastos añadidos para ponerse en forma. El método 6-6-6 no es diferente, aunque parece calar hondo en esta creciente cultura del fitness accesible.

En qué consiste el método 6-6-6

El nombre del método resume su mecánica: caminar 6 días a la semana, durante 60 minutos, a un ritmo (aproximado) de 6 kilómetros por hora. Esto implica mantener una velocidad moderadamente alta, superior a la del paseo habitual, y que obliga al cuerpo a un esfuerzo constante sin llegar al agotamiento. La clave está en no dejar que el ritmo baje y mantener la cadencia durante toda la sesión. Es decir, no se trata de salir a caminar, sino de mantener una velocidad algo más elevada de lo habitual. Una buena forma de saber cuándo estamos en ese tipo de ritmo es que somos capaces de mantener una conversación, pero no, por ejemplo, de cantar.

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El método, más allá de la cantidad de tiempo o el esfuerzo, insiste en la constancia de mantener el hábito de practicar deporte a diario. ©Freepik.

Como es lógico, para ponerlo en marcha no hace falta pasar por una tienda de deportes. No se necesita equipamiento específico ni una pista de atletismo. Basta con unas zapatillas adecuadas y un reloj o aplicación que controle el tiempo y la velocidad. Puede hacerse en la calle, en una cinta de correr, en un parque, en un paseo marítimo… Incluso en un centro comercial. Lo importante es respetar el compromiso semanal y mantener la intensidad durante los 60 minutos. No obstante, hay una letra pequeña: la excepción de los seis minutos iniciales y los seis finales, que deben servir de calentamiento y de freno.

Quienes defienden esta rutina destacan varios beneficios: la activación del metabolismo, el gasto calórico constante y el fortalecimiento del sistema cardiovascular. Además, caminar a este ritmo puede contribuir a la regulación del azúcar en sangre, la mejora del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad. Todo ello sin el impacto articular de otros ejercicios más agresivos como correr o saltar.

Más allá de la tendencia: la constancia

El éxito del método 6-6-6 no reside tanto en la fórmula como en la constancia que promueve. Convertir la caminata diaria en un hábito estable resulta mucho más eficaz que cualquier rutina puntual de moda. No importa tanto caminar exactamente a seis kilómetros por hora durante 60 minutos, como hacerlo de forma regular y sostenida en el tiempo. De hecho, no hay premisas preestablecidas de la necesidad de ese ritmo, aunque sí sabemos por boca de la Organización Mundial de la Salud cuáles son los guarismos de actividad física recomendada a la semana.

Practicar ejercicio todos los días, aunque sea caminar, tiene beneficios claros y demostrados. Ayuda a controlar el peso corporal, mejora la capacidad pulmonar, reduce la presión arterial y refuerza la salud del corazón. A medio y largo plazo, también tiene impacto sobre la calidad del sueño, la concentración y el bienestar emocional. Caminar es un ejercicio accesible y eficaz, aunque debe ser complementado, especialmente en personas mayores, con entrenamiento de fuerza.

Así que más que obsesionarse con el reto semanal, lo útil es integrar el movimiento en la rutina diaria. Subir escaleras, bajarse una parada antes o hacer recados andando son gestos que, sumados, cuentan tanto como los 60 minutos cronometrados. El método 6-6-6 puede ser una buena puerta de entrada, pero lo esencial es mantener la puerta abierta al hábito activo. De hecho, conviene recordar que estas pequeñas obsesiones a veces no tienen tanto refrendo científico, como pasa con el hábito de los 10.000 pasos diarios, originalmente una campaña de marketing japonesa y actualmente un mantra refutable en cuanto a sus beneficios totales.

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