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Presbifagia: qué es y por qué te cuesta comer como siempre a partir de los 60 años

No se debe dar por hecho que el envejecimiento nos debe hacer pagar ciertos peajes digestivos

Presbifagia: qué es y por qué te cuesta comer como siempre a partir de los 60 años

Dos personas mayores comiendo. | ©Freepik

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios que afectan diversas funciones. Hoy hablaremos de la presbifagia y su relación con uno de los sistemas más afectados: el sistema digestivo. De hecho, es habitual que, a partir de los cincuenta años, se presenten deterioros en la capacidad digestiva.

La motilidad del tracto gastrointestinal se reduce, lo que puede llevar a problemas como el estreñimiento. Además, la producción de enzimas digestivas disminuye, dificultando la digestión de ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en grasas y proteínas. Este declive en la eficiencia digestiva puede generar malestar y afectar la absorción de nutrientes esenciales, algo de lo que ya te hablamos en THE OBJECTIVE.

Con el envejecimiento también disminuye la producción de saliva, lo que puede causar problemas al masticar y tragar alimentos. Este fenómeno se conoce como xerostomía o sequedad bucal, y puede hacer que comer se vuelva una tarea incómoda. También, de hecho, se relaciona con la presbifagia. A medida que estos cambios se combinan, es común que las personas mayores experimenten una disminución en su apetito y disfruten menos de la comida, lo que puede impactar su estado nutricional y su calidad de vida en general.

El impacto de ciertos hábitos de vida sobre el sistema digestivo se intensifica con la edad. Una dieta pobre, rica en alimentos procesados y baja en fibra, puede exacerbar problemas digestivos como el estreñimiento y la mala absorción de nutrientes. El consumo de tabaco y alcohol no solo afecta negativamente la mucosa gastrointestinal, sino que también puede reducir la eficacia del sistema digestivo al dañar órganos clave como el hígado y el páncreas. Además, el sedentarismo contribuye a la ralentización de la motilidad intestinal, haciendo más frecuente el estreñimiento y otros problemas digestivos.

La falta de hidratación adecuada es otro factor que puede complicar la digestión en personas mayores. Beber agua suficiente es esencial para mantener el sistema digestivo funcionando correctamente. Por eso, la deshidratación puede empeorar la xerostomía y dificultar aún más el proceso de masticar y tragar alimentos.

Qué es la presbifagia

La presbifagia es un término que se refiere a la dificultad para tragar que aparece con el envejecimiento. A diferencia de la disfagia (como explica este estudio), que puede ocurrir a cualquier edad y por diversas razones médicas, la presbifagia es específica de las personas mayores. Se identifica por una sensación de que los alimentos se quedan atascados en la garganta o el esófago. También por dolor al tragar, y una necesidad frecuente de beber líquidos para ayudar a pasar los alimentos.

Un hombre con presbifagia come con un amigo
Determinados tipos de alimentos complican la deglución en las personas con presbifagia. ©Freepik.

El diagnóstico de la presbifagia generalmente se realiza a través de una combinación de evaluaciones clínicas y pruebas específicas. Un médico puede realizar un examen físico y evaluar el historial médico del paciente. Además, pueden utilizarse pruebas como la videofluoroscopia de la deglución, que es una radiografía especial que muestra el proceso de deglución en tiempo real, y la endoscopia, que permite observar directamente el interior del esófago y la garganta.

Para minimizar la aparición de la presbifagia, es crucial adoptar hábitos de vida saludables desde una edad temprana. Mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y fibra, y evitar el tabaco y el alcohol puede ayudar a preservar la salud del sistema digestivo. Además, realizar ejercicios de deglución y mantener una buena hidratación son prácticas recomendables.

Cómo mejorar la alimentación para evitar la presbifagia

Una dieta adecuada puede ayudar a manejar la presbifagia y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Se recomienda consumir alimentos fáciles de masticar y tragar, como purés, sopas y batidos. Los alimentos deben ser suaves y bien cocidos para evitar cualquier dificultad al masticar. Además, es útil cortar los alimentos en pequeños trozos y masticar lentamente para facilitar el proceso de deglución. Lo cierto es que, además, está relacionada con otras patologías asociadas con el envejecimiento como la sarcopenia. Algo que refrenda este estudio.

La hidratación es fundamental. Beber suficiente agua durante el día ayuda a mantener la boca y la garganta lubricadas, lo que facilita el proceso de tragar. También es recomendable evitar alimentos muy secos o duros que puedan empeorar la sensación de atascamiento.

Las técnicas de preparación de alimentos juegan un papel importante en la gestión de la presbifagia. Utilizar métodos de cocción que mantengan los alimentos húmedos, como la cocción al vapor o en guisos, puede hacer que los alimentos sean más fáciles de tragar. Además, espesar líquidos puede ser útil para algunas personas, ya que los líquidos espesos pueden ser más fáciles de controlar y tragar que los líquidos claros.

El más allá de la presbifagia: sus riesgos

La presbifagia no es solo una molestia; puede tener serias implicaciones para la salud. Una de las complicaciones más graves es la desnutrición, ya que la dificultad para tragar puede llevar a una ingesta insuficiente de alimentos y nutrientes. Esto puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infecciones.

Una mujer comiendo una manzana
La presbifagia es una patología que suele afectar a partir de los 50 años, por eso conviene distinguirla de la disfagia. ©Freepik.

Otro riesgo significativo es la aspiración, que ocurre cuando los alimentos o líquidos entran en las vías respiratorias en lugar del esófago. Esto puede provocar neumonía por aspiración, una infección pulmonar que puede ser especialmente peligrosa en personas mayores.

Además, la presbifagia puede afectar el bienestar psicológico. La ansiedad y el estrés relacionados con la dificultad para comer pueden reducir el placer de las comidas y contribuir a un ciclo de mala alimentación y deterioro de la salud general.

Por todos estos motivos, la presbifagia es un problema digestivo común en personas mayores, pero con una comprensión adecuada y cambios en la dieta y los hábitos de vida, es posible minimizar sus efectos y mejorar la calidad de vida. Mantenerse informado y consultar con profesionales de la salud es esencial para manejar eficazmente esta condición.

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