Qué es el cardias incompetente: el peor enemigo del reflujo y de la acidez estomacal

Para el que no sufra de gastritis, de reflujo gastroesofágico (del que ya te hablamos en THE OBJECTIVE) o de acidez estomacal, quizá la palabra cardias ni la conozca. Sin embargo, aquel que padezca alguna de estas molestas patologías gastrointestinales seguramente estén muy familiarizados con un concepto clave: la incompetencia del cardias.

También llamado cardias incompetente, esta molestia supone la puerta de entrada para que ciertas enfermedades como las antes citadas aparezcan. Saber qué es el cardias, comprobar si hay solución o al menos intentar entender qué tiene que ver con el reflujo o la acidez es una de las claves para buscar una mejora en la calidad de vida.

No es una cuestión baladí. Se estima que alrededor del 30% de la población española padece enfermedad por reflujo gastroesofágico. No siempre con la misma severidad, es evidente. La mayor parte de los que lo sufren lo hacen de manera puntual y leve. No obstante, para aquellos pacientes en los que se cronifica, puede ser una dolencia muy molesta y que altera nuestros hábitos con facilidad.

Además, conviene no olvidar que una de las complicaciones más severas —aunque raras— del reflujo puede incluso desembocar en situaciones precancerosas. Es lo que ocurre cuando se produce el denominado esófago de Barrett, palabras mayores del combate contra el reflujo.

¿Qué tiene que ver todo esto con el cardias incompetente? Pues que es, ni más ni menos, que una de las causas más frecuentes de la citada ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico). El problema es que la incompetencia del cardias no tenía demasiadas opciones de tratamiento, aunque eso está cambiando desde hace unos años. Pero veamos qué es el cardias.

Qué es el cardias

De manera muy somera, podríamos definir el cardias como la válvula que permite el paso del alimento del esófago al estómago. También, como es lógico, es una puerta de doble sentido. Si desde arriba facilita el acceso del alimento; desde abajo impide que el contenido gástrico llegue al estómago.

Cuando el cardias, que no deja de ser una estructura anatómica, es incompetente, permite que el contenido gástrico —con el nivel de acidez que conlleva— pueda subir hacia el esófago. Es ahí cuando se producen las molestias habituales asociadas al reflujo. Acidez y ardor en el pecho, sensación de bloqueo al paso por el esternón, náuseas o, en ciertas ocasiones, dolor de garganta, tos o dificultades para tragar también aparecen.

Las diferencias entre cardias incompetente y hernia de hiato

No obstante, no se debe confundir el cardias incompetente con la hernia de hiato, que es otra de las causas más habituales de la ERGE. En este caso el cardias es miembro de los dos ‘vigilantes’ de nuestro esófago en forma de esfínteres esofágicos. De hecho, el cardias es conocido como esfínter esofágico inferior y se considera la primera parte del estómago tras el esófago.

De esta manera, ejerce como ‘portero’ entre esófago y estómago, razón por la que su incompetencia supone permitir el retorno de los ácidos gástricos en dirección al esófago. Ojo, que esto no significa que el cardias incompetente no tenga relación con la hernia de hiato. Curiosamente, la segunda puede producir que se acabe desarrollando la incompetencia del cardias.

Esta válvula en forma de anillo es la que permite que los alimentos pasen al estómago, cerrando esa especie de compuerta cuando ya han pasado. Cuando es incapaz de cerrarse adecuadamente, deja que los alimentos o los ácidos hagan el camino inverso, refluyendo los jugos gástricos hacia el esófago. Cuando esto sucede, aparecen los síntomas del reflujo gastroesofágico porque el tejido del esófago no está preparado para soportar la acidez de los jugos gástricos.

Por qué aparece el cardias incompetente

Lo más habitual para explicar el porqué de esta incompetencia está en el propio cardias. De hecho, lo más frecuente es que se deba a una insuficiencia muscular de ese esfínter. También puede ser consecuencia de una hernia de hiato, donde una parte del estómago dificulta a través del diafragma ese paso esofágico.

No obstante, hay ciertos hábitos que también pueden generarlo o, al menos, agravarlo o predisponer. La obesidad o sobrepeso están muy vinculados a su aparición. También hábitos tóxicos como el alcohol o el tabaco influirían. Una misma realidad ante alimentos grasos o muy pesados. Como suele ser evidente en estos términos, también la presencia de infecciones como la del Helicobacter Pylori influirían en el desarrollo de la enfermedad.

Curiosamente, también el ejercicio abdominal excesivo implicaría aumentar este riesgo. Por este motivo, se suele recomendar a las personas que padezcan reflujo o hernias de hiato que minimicen este tipo de ejercicios.

La ventaja es que, más allá del tratamiento farmacológico, hay ciertas soluciones para controlar el reflujo que genera el cardias incompetente. Es el caso de la cirugía laparoscópica, que también se aplica en las hernias de hiato o en los vólvulos gástricos, que permite el total restablecimiento del paciente.