El hábito sexual que nunca debes prohibirle a tu pareja (por mucho que te moleste)

Tener pareja, marido o mujer no implica que aprobemos todo lo que haga o que nos complazca. Al final, sobre todo en la convivencia, hay que pasar por alto numerosos detalles que no nos gustan del otro, porque nadie es perfecto y porque hay que aceptar al compañero tal y como es.

Pero, claro, de la teoría a la práctica hay un mundo. Y muchas veces, por mucho que hagamos trabajo interior, hay hábitos de nuestra pareja que no soportamos.

Hoy nos vamos a centrar en un hábito sexual que suelen tener los hombres y que muchas mujeres no aguantan, hasta el punto de plantearse acabar con la relación por ello. Te lo contamos todo a continuación.

El hábito sexual que nunca debes prohibirle a tu pareja

La experta en relaciones íntimas Tracey Cox ha revelado en su blog que hay un hábito sexual que muchas mujeres no soportan de su pareja y, según ella, es un error. Hablamos de la masturbación, una práctica muy extendida pero que, por diversas razones, a muchas féminas no les gusta.

Algunas mujeres creen que la masturbación no es necesaria ni apropiada en una relación porque el hombre debe satisfacer todas sus necesidades sexuales con su pareja

Tal y como la sexóloga reconoce en Daily Mail, «casi todo el mundo se masturba: el 95% de los hombres y el 81% de las mujeres admite haberlo hecho en algún momento. Probablemente, por eso nueve de cada 10 de nosotros nos sentimos cómodos si nuestra pareja continúa haciéndolo una vez en la relación. La mayoría cree que complementa el sexo en pareja y aumenta la satisfacción erótica. Pero no todos. Algunas mujeres creen que la masturbación no es necesaria ni apropiada en una relación porque el hombre debe satisfacer todas sus necesidades sexuales con su pareja».

Otros creen que «el sexo en solitario es una traición y que el único sexo permitido es el sexo en pareja. Aún hay más personas que creen que ver pornografía (el tocino de los huevos del sexo en solitario) es a la vez engañoso y repugnante».

Por qué no deberías recriminarle que se masturbe (ni prohibírselo): lo que puede pasar

La terapeuta lo tiene claro: no hay que hacer sentir mal a la pareja por masturbarse, ya que puede suceder lo siguiente:

• Estará enfadado y resentido: «Es comprensible que así sea. (…) Masturbarse es personal. Si no afecta negativamente vuestra vida sexual en común, no es asunto de nadie más que de vosotros cómo y cuándo lo hacéis. La privacidad es la base de una relación feliz y saludable. Tratar de controlar lo que tu pareja hace con su cuerpo cuando no estás cerca es una violación de eso. ¿Qué sigue a esto? ¿Decirle que no puede fantasear?».
• Él asumirá que no disfrutas del sexo: «Muy pocas mujeres que disfrutan de masturbarse nunca impedirían que sus parejas hicieran lo mismo. (…) Es liberador, excitante y excelente para tu libido. Las mujeres a las que no sólo no les importa que su pareja se masturbe, sino que además no tienen juicio alguno sobre ello, suelen tener una libido alta y son aventureras en la cama».

Las mujeres a las que no sólo no les importa que su pareja se masturbe, sino que además no tienen juicio alguno sobre ello, suelen tener una libido alta y son aventureras en la cama

• Él querrá tener sexo contigo mucho más a menudo: «La mayoría de las parejas tiene algún tipo de disparidad en su impulso sexual. En casi todos los casos, el compromiso de la frecuencia se hace a favor de la persona con menor deseo sexual. Si uno quiere sexo cinco veces por semana y el otro cinco veces al mes, es muy poco probable que digan: ‘¡Entonces, es tres veces por semana!’», detalla Cox, que subraya que si él deja de masturbarse por su pareja, tendrá que cubrir sus necesidades, y puede que su mujer no esté dispuesta a ello.

La masturbación le hará más feliz: efectos positivos en su cerebro

Además de todo ello, hay que tener claro que la masturbación es muy buena para la salud. Así lo han demostrado numerosas investigaciones, quienes han comprobado que las actividades sexuales que conducen al placer sexual o al orgasmo desencadenan la liberación de hormonas y sustancias químicas involucradas en el centro de recompensa del placer del cerebro, detallan desde Medical News Today, como:

• Dopamina: conocida como la hormona de la felicidad, es un importante neurotransmisor involucrado en la motivación, el movimiento y la búsqueda de recompensas.
• Oxitocina: la hormona del «amor» promueve comportamientos sexuales, sociales y maternos asociados con la felicidad, y ayuda a aumentar el bienestar, la interacción social positiva, el crecimiento y la curación.
• Serotonina: es un neurotransmisor que ayuda a aumentar la felicidad, el optimismo y la satisfacción. También existe un vínculo entre los niveles más altos de serotonina y la mejora del estado de ánimo.
• Endorfinas: son conocidas como sustancias químicas que nos hacen sentir bien y que reducen el dolor mejor que la morfina. Son responsables del subidón de energía y ánimo que nos da cuando hacemos ejercicio.
• Prolactina: es una hormona que promueve las respuestas fisiológicas para la reproducción, el manejo del estrés y la regulación emocional.
• Endocannabinoides: estos neurotransmisores son vitales para comportamientos gratificantes como el ejercicio, la interacción social y la alimentación. También ayudan a regular el dolor, la inflamación, el metabolismo, la función cardiovascular, el aprendizaje y la memoria, la ansiedad, la depresión y la adicción.
• Norepinefrina/noradrenalina: es un neurotransmisor estimulante que aumenta y regula la transmisión de dopamina, sustancia vinculada a los niveles de felicidad.
• Adrenalina: reduce el estrés al ayudar a regular la frecuencia cardíaca, los diámetros de los vasos sanguíneos y las vías respiratorias, y además contribuye a regular diferentes aspectos del metabolismo.

La liberación de estas diversas hormonas puede conducir a los siguientes beneficios para la salud:

• Reducción del estrés y la ansiedad.
• Mejorar el sueño, tal y como comprobó este estudio.
• Reducción del dolor. Un estudio de 2013 demostró que la actividad sexual conduce a un alivio parcial o completo de las migrañas y otros dolores de cabeza.
• Mejorar la función inmunológica, ya que las personas que llegan al orgasmo tienen mayores niveles de leucocitos, los glóbulos blancos que ayudan a proteger el cuerpo de las enfermedades.
• Mejorar el estado de ánimo, gracias a la dopamina, la oxitocina y las endorfinas.
• Mejorar el enfoque y la concentración gracias al aumento de los niveles de hormonas y neurotransmisores involucrados en el aprendizaje, la memoria y la motivación.
• Mejorar la autoestima.
• Mejorar la función sexual.
• Presión arterial reducida.
• Menor riesgo de cáncer de próstata: los hombres que eyaculan 21 o más veces al mes a lo largo de su vida, comparado con los que lo hacen entre 4 y 7 veces, tienen un 31% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata.
• Aumento de la esperanza de vida: los orgasmos se asocian a la longevidad. Cuando se alcanza un orgasmo también se libera DHEA, una hormona natural antienvejecimiento que no sólo ayuda con la apariencia de la piel y su rejuvenecimiento, sino que también aporta beneficios a la salud cerebral y al sistema inmune. Se ha demostrado que experimentar orgasmos contribuye a vivir más tiempo, con una reducción del 50% de la mortalidad general, según los estudios.

Por todas estas razones, la masturbación es, literalmente, uno de los mejores recursos para aprovechar el potencial terapéutico natural del cuerpo, incluso cuando se tiene pareja, ya que normalmente el mayor autoconocimiento del propio placer sexual refuerza y magnifica el experimentado con los demás.

Obviamente, todo tiene su límite, y si tu pareja está todo el santo día tocándose o viendo porno, pues sí que habría un problema. Pero si no es el caso, no hay por qué molestarse o preocuparse.