Gracias Zapatero, gracias Otegi
Esta semana Zapatero reivindica que el fin del terrorismo se consiguió en España bajo su Gobierno «a cambio de nada»
Impacta este jueves escuchar a tertulianos como Jorge Enrique Monrosi defender con la misma fiereza, en el mismo día, en el mismo programa y con la misma energía que era infame pactar con un partido que tuviera en sus listas a una persona que hubiera sido condenada por maltrato psicológico como era Vox y que era infame criticar los pactos que pudiera haber tenido el PSOE con Bildu porque era un partido plenamente democrático pese a tener a decenas de condenados por terrorismo en sus filas. Monrosi tuvo en La Sexta un enganchada importante con el tertuliano pepero Pablo Montesinos y cuando el que fuera dircom de Pablo Casado osó decir que le parecía un error político que el delegado del Gobierno elogiara a Bildu, el que parece aspirar a dircom de lo que queda de Podemos reaccionó con fiereza escenificando lo despreciable que le parece que cuestione que Bildu no es plenamente democrático hasta el punto de gruñir a Elizabeth Duval por atreverse a sugerir que el PSOE podía distanciarse de Bildu en sus mítines.
El mayor triunfo de Bildu es un relato en el que el fin del terrorismo es poco menos que gracias a ellos, gracias a Arnaldo Otegi que inició el ‘giro estratégico’ con el acto de Anoeta en 2004 y, con ayuda del Gobierno Zapatero logró convencer a ETA de que dejara las armas en octubre de 2011. Y un relato en el que todo lo que sea recordar vínculos de Bildu con ETA es mantener un discurso, como poco, «contrario a la pacificación», es «desear que vuelvan los asesinatos», cuando no ser directamente de ultraderecha.
Este tipo de discursos que ha tenido esta semana en las declaraciones del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero su mayor referente parece obviar unas cuantas cosas.
La decisión de la izquierda abertzale vasca de ‘rechazar la violencia’ (ni siquiera se atreven a condenar) no vino a raíz de una reflexión ética, ni humanística. No se reunieron un día y valoraron que volar a niños como a Fabio Moreno, la niña de Santa Pola, o las niñas de las casas cuarteles de Zaragoza o Vic era una monstruosidad, ni que los tiros en la nuca una salvajada. De acuerdo a lo que el propio Otegi dijo en aquel acto Anoeta de 2004 y que vino a repetir en su diálogo con Évole en 2016 quedaba claro que su decisión fue puramente táctica.
El PP de Aznar y el PSOE de Zapatero en las elecciones de 2003 habían barrido con su Ley de Partidos (apoyada por CiU) a los filoetarras de todas las instituciones, parlamentos autonómicos, ayuntamientos y diputaciones, con la consecuente pérdida de ingresos y poder que eso suponía y, para sorpresa de los batasunos el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ratificó la Ley de Partidos. Solo entonces, Otegi y su séquito decidieron que convenía cambiar la estrategia y convenía empezar a plantearse dejar de usar la violencia. ¿Por algún motivo filantrópico o, simplemente porque querían volver a todos los ayuntamientos y diputaciones?
Rodríguez Zapatero dice que durante su Gobierno se logró el fin de ETA. Un hecho cronológico objetivo dado que ETA anunció su fin en octubre de 2011 (el mandato de Zapatero finalizaría en las elecciones del 20 de noviembre de 2011), pero a la vez que afirma eso y a la vez que afirma que hay que naturalizar lo pactos con Bildu, asegura que el fin de ETA se consiguió «a cambio de nada». Pero lo que Rodríguez Zapatero parece olvidar es que precisamente en 2011 se había creado la coalición Bildu, coalición que el Tribunal Supremo había considerado que debía ser ilegal por ser un mero heredero de Batasuna y que, oportunamente, el Tribunal Constitucional con mayoría afín al Gobierno Zapatero, decidió enmendar al Supremo y legalizar la formación liderada por Arnaldo Otegi a tiempo para que pudiera presentarse en las elecciones de mayo de 2011 y recuperar toda su presencia en ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos de Euskadi y Navarra.
Que Zapatero responda a esto: ¿hubiera habido anuncio de fin de ETA en octubre de 2011 si no llegan a legalizarse Bildu en mayo de 2011? Una vez más desaparecía cualquier reflexión sobre si era aceptable o no matar para defender ideas en lo que parecía ser, una vez más, una decisión únicamente táctica.
No es una cuestión de bloques, «si criticas a Bildu, eres de ultraderecha», pues tiendo a pensar que no son pocos los que piensan que el terrorismo debería quedarse al margen de cualquier bronca de política de bloques, que sintieron vergüenza el día que Mariano Rajoy dijo en el Congreso que el PSOE «traicionaba a las víctimas» y les provoca arcadas ver a toda una presidenta de Madrid frivolizando con el «¡que te vote, Txapote». Y eso es totalmente compatible con recordar que si alguien ha contribuido —y contribuye— hoy a difundir el relato de que es Bildu quien acabó con el terrorismo de manera heroica, y que merece ser un partido totalmente normal y democrático, discurso que también ha ‘calado’ en los electorados de Euskadi y Navarra, son precisamente los zapateros, monrosis y franciscomartín de turno. A esos ‘buenistas’ sí que tienen mucho de agradecerles quienes, hablando de democracia y lucha contra el terrorismo, les falta todo por demostrar.
