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El nuevo Porsche Macan eleva el listón de los coches eléctricos premium

Es el caso del nuevo Macan: es un SUV y es eléctrico

El nuevo Porsche Macan eleva el listón de los coches eléctricos premium

Porsche Macan. | .

La presentación de un nuevo Porsche siempre te arranca sonrisa, y en este caso no era fácil. Dada la actual tendencia del mercado, la firma está teniendo éxito en algo muy lejano al ADN que marca su historia. Es el caso del nuevo Macan: es un SUV y es eléctrico.

De los 320.221 Porsche vendidos en 2023, 174.908 fueron Cayennes o Macanes. Dicho de otra forma: tres de cada cinco Porsches que se vendieron no eran deportivos biplazas —el alma de un Porsche que se precie— sino SUVs.

SUV por fuera, deportivo por dentro

En Stuttgart supieron transmitir su ADN deportivo a los Cayenne y Macan, y pasaron de ser una marca de referencia, a una marca de referencia que se hizo tan rica que se compró media Volkswagen. Si el Boxster fue el modelo que los salvó de la ruina, el Cayenne fue el que los hizo multimillonarios. Que llegase el Macan, su hermano pequeño, era un paso lógico.

Tan lógico como que tras el exitoso Taycan, un sedán de cuatro puertas sin motor de combustión, el siguiente en electrificarse fuera el SUV pequeño de la gama. Uno de cada cinco Porsches vendidos atiende a este modelo, es la carrocería de moda, y es más fácil experimentar con el modelo más accesible de esta familia.

Habitáculo interior del Porsche Macan.

Elevando el listón

Los padres del legendario 911 presentan un nuevo modelo con nombre viejo. El Macan eléctrico es un coche muy parecido, pero con detalles estructurales y filosóficos que indican se trata de un coche distinto. La ausencia de motor bajo el capó, la presencia de una enorme batería de 100 kWh en sus bajos, y mucho detalle propio de esta arquitectura le hacen merecedor del título de novedad.

Sus 4,78 metros de longitud le hacen 20 centímetros más corto que el Cayenne, y 10 más largo que el modelo de combustión que le presta su nombre. En ausencia de un motor delante, el morro es algo más corto que en su predecesor, y hay más distancia entre ejes. Ello conduce a un espacio superior, sobre todo en los asientos traseros.

Los delanteros están tres centímetros más abajo que en el Macan de gasolina, lo que lo hace un poco menos SUV, y un poco más deportivo, o sea, un crossover. Su frontal es ahora más cerrado, con menos entradas de aire, que además son adaptativas. Si los componentes no requieren de refrigeración, se cierran y favorecen la aerodinámica. Gracias a sus bajos carenados obtienen un coeficiente de 0,25.

Otro elemento aerodinámico se encuentra en sus llantas, de hasta 22 pulgadas en opción. Sus brazos tienen cierto grado de cobertura para ayudar en este sentido. La tercera aeroayuda reside en su zaga, con un alerón trasero servoasistido, que se abre y cierra como en sus hermanos más dinámicos.

Bajo el capó frontal hay ahora un maletero de 80 litros. En la zaga hay dos posibilidades dependiendo si se adquiere el excelente sistema de sonido Bose opcional. Serán 540 litros de capacidad sin él, o 518 si quieres escuchar a Wagner mientras conduces como si estuvieras sentado en la Ópera de Sidney.

Volante y navegador del Porsche Macan.

Basado en la plataforma PPE, Premium Platform Electric que compartirá con el futuro Audi Q6 y el Audi A6 e-tron, arranca de cero, sin concesiones a lo anteriormente visto. En ella se ha colocado lo mejor de lo mejor dentro de su arsenal tecnológico. Entre esas soluciones están las suspensiones PASM o las ruedas traseras directrices.

Si lo primero conlleva un grado de tracción y estabilidad extra sin hacer sufrir a la comodidad, lo segundo —activo hasta los 80 km/h—, procura una mayor agilidad y maniobrabilidad a bajas velocidades.

El extra y el ultra

El nuevo eléctrico tiene dos versiones. El Macan 4 es el modelo de acceso, con 408 caballos, que hace en 5,2 segundos de 0 a 100, y su velocidad máxima está limitada a 220 kms/h. El más musculado Macan Turbo, se va a los 639 CV, acelera de 0 a 100 en 3,3 segundos, y su velocidad máxima es de 260 km/h que solo podrás alcanzar en la Autobahn alemana o en circuitos de carreras.

Porsche no ha declarado pesos, y se calcula que debe rondar entre los 2,3 y 2,5 toneladas. Lo que si ha declarado, sin dar cifras exactas, es que ambos modelos pueden alcanzar una autonomía de unos 600 kilómetros.

Su sistema energético atiende a la arquitectura de 800 voltios, lo que le dota de una capacidad de absorber watios como si un mosquito quisiera entrar por las puertas de la catedral de San Pedro en Roma. La marca afirma que le lleva 21 minutos en pasar del 10 al 80 % de carga, con un pico de hasta 270 kW.

Cambios internos y cambios externos

Al pasar a su interior, llama la atención la ausencia de marco en sus ventanas. Al igual que en los modelos descapotables de la marca, menos peso, menos coste, y menos complicaciones. Los vidrios son ahora dobles, que aíslan mejor.

Porsche Macan.

Todo es muy Porsche, con mucha calidad de los materiales. Existen no dos, sino tres pantallas: la del conductor, de 12,6 pulgadas, con los datos relativos al pilotaje; la central de 10,9 pulgadas para lo relacionado con el infoentretenimiento, y una tercera, opcional e igual a la anterior, para el copiloto. El Head up display es otra opción, y ocupa gran parte de la luna delantera.

La presentación de los grafismos es muy alemana, sencilla, sin grandes efectos visuales, pero clara y fluida gracias a su base Android. El navegador no es el de Google, como pudiera suponerse, sino el nativo desarrollado por Porsche.

Pantallas si, botones también

El volante es muy similar al de resto de la marca, y está repleto de botones. Sin entregarse a las pantallas, hay multitud de palancas, ruedas, y pulsadores físicos, que siguen estando en el tablero que hay entre los dos tripulantes delanteros, al estilo de Porsche. A su lado hay un pequeño espacio, algo angosto, para el cargador inductivo de teléfonos. Tiene un extra: un sistema de refrigeración forzada para tu smartphone. Si les has dado un uso intensivo y está demasiado caliente, se enfriará.

Y si las luces de fuera son llamativas y originales, las de dentro tampoco se quedan atrás. Finas líneas de LEDs alumbran el interior, tanto el salpicadero como puertas, y se pueden elegir distintas tonalidades. También cambian, junto con características mecánicas como dureza de suspensiones, reactividad de los pedales, o modos más agresivos para con el motor, cuando se cambian los modos de conducción en el volante.

Interior Porsche Macan.

En el futuro, existirá una opción de techo panorámico de cristal que se podrá abrir. Todo el conjunto vale lo que cuesta, rezuma calidad, y eleva un poco más el listón impuesto por el Taycan, que a pesar de su elevado precio, es considerado un éxito de ventas. La marca espera duplicar esas cifras en una suerte de desplazamiento paulatino de su modelo de combustible.

El destino del Macan de gasolina

En Porsche sostienen una idea binaria: mismos modelos, motorizaciones duales, con versiones alternativas de combustión y gasolina. Tras el Taycan, experimento inicial de la marca, llega este Macan eléctrico, y vienen más modelos de camino. En 2025 veremos el 718 Boxster y el Cayenne eléctricos, y al año siguiente le tocará al Panamera.

El Macan actual tiene un problema de legalidad con referencia a la ciberseguridad. Las regulaciones europeas le obligan a implementar una serie de tecnologías que casan mal con su arquitectura ya establecida, y en Stuttgart han decidido abandonar el modelo, sin explicar si tendrá una versión más avanzada con este tipo de motorización.

Vista aérea del Porsche Macan.

Fecha de caducidad variable

Se seguirá fabricando hasta 2026 para mercados como el británico, chino o estadounidense, donde no existe esta legislación. En Europa se podrá adquirir en los concesionarios hasta la entrada en vigor de la normativa WP.29, el 1 de julio de 2024.

En Porsche creen que entre 2025 y 2026 venderán más coches eléctricos que de motor térmico, y el Macan es una pieza clave en su expansión en este sentido. No sería de extrañar que con el tiempo llegase alguna versión inferior a la del 4, con menor grado de equipamiento o tracción solo en dos ruedas, seguramente las traseras.

El precio en sendos modelos se eleva a 85.382 y 116.914 euros en los acabados básicos. Es una buena cantidad de dinero, pero lo que se obtiene a cambio, no tiene rival en cuanto a calidad, acabados y comportamiento dinámico. Primeras entregas, en verano.

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