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El Omoda 5 revienta los precios entre los SUV medianos y se fabricará en España

No es un coche perfecto pero es mejor que los primeros modelos de otras marcas con más pedigrí

El Omoda 5 revienta los precios entre los SUV medianos y se fabricará en España

Omoda 5.

Cada día resulta más difícil. En un mercado confluyente hacia puntos comunes, es complicado diferenciarse del resto, contener personalidad, y concitar unas líneas definidas reconocibles. El Omoda 5 lo consigue a base de formas y colores audaces. Su implantación en Europa atiende a unas reglas similares, y prometen cosas que marcas establecidas no pueden garantizar.

Y es que los coches chinos no lo tienen fácil en un mercado tan maduro como el europeo. Sin embargo, parecen ser bastante proclives a plantar su bandera en territorio español, a modo de avanzadilla, por ser el país que mejor les abre los brazos. Prueba de ello es que la marca Omoda, perteneciente al grupo Chery, se instalará en Barcelona.

Barato, barato

Una de las claves, seamos claros, es el precio, y en eso el Omoda 5 es difícilmente batible. A cambio de 27.900 euros, financiado te puedes llevar a casa un SUV de casi cuatro metros y medio, 185 CV y siete años de garantía; por 2.000 más, 29.900, se alcanza el tope de gama. Casi todas las marcas tienen un producto así, un todocamino mediano, aunque muy pocas a cambio de un precio tan contenido. Lo mejor, a la vista de los rasgados ojos de sus fabricantes, no está tanto en el coche en sí, como en lo que ocurre una vez que has salido del concesionario: la posventa.

Una marca con apenas un modelo en la calle —y otro recién presentado, el Omoda 7—, venido desde donde nace el sol, y con malas experiencia de otras marcas orientales, japonesas, coreanas y más recientemente chinas, pueden levantar suspicacias. Sin embargo, Omoda promete un servicio impecable gracias a los cincuenta y cinco concesionarios que tiene ya distribuidos por todo el territorio nacional, que acabarán siendo setenta en pocas semanas.

A esto añaden la garantía de que tendrán piezas de recambio en cualquier punto del país en 24 horas después de haber sido solicitadas. No desean incurrir en los pecados que cayeron otras firmas de implantación muy lenta, con semanas o meses de espera por una luneta trasera, una cerradura o un portón. Muchos clientes han salido de los concesionarios aullando y jurando en arameo al verse varados con un coche que no pueden usar debido a un servicio deficiente.

Omoda afirma que no van a tropezar en esa piedra, y para que no les ocurra ya disponen de un enorme almacén en Guadalajara, con el 98% de los recambios que componen su coche. El servicio de atención es el departamento más grande de la compañía a nivel local, y sus vehículos tendrán garantía por los citados siete años o 150.000 kilómetros.

Omoda 5.

El coche

El Omoda 5 resulta llamativo a primera vista por sus líneas futuristas, y exótica combinación de colores. El frontal resulta impactante, su combinación de colores básica, y su acabado es el correcto para un coche de este segmento. Alberga ciertas pequeñas pegas, propias de coches primerizos que el público chino puede perdonar, pero no tanto el europeo. Los técnicos de la marca ya han tomado nota, y han asegurado que irán puliendo un producto con una buena base, que con pequeños retoques puede mejorar bastante.

Dos ejemplos son las suspensiones, algo rebotonas, y la dirección, demasiado laxa, aunque es algo que entra dentro de gustos y pareceres; habrá quien lo prefiera así. Las llantas de serie son de 18 pulgadas, y sería recomendable que la firma ofreciese unas de mayor calibre al menos en opción. Nos estamos acostumbrando a tamaños y medidas más grandes, y los SUV, con riñones muy altos, tienden a hacer pequeñas sus ruedas.

Sin etiqueta ECO, de momento

En principio, ni diésel ni híbridos. La versión 100% eléctrica, el Omoda E5, tardará algo en llegar, aunque viene de camino y seguramente la veamos antes de acabar el año. De momento la motorización es solo una, un gasolina de cuatro cilindros, turboalimentación con inyección directa, y un cubicaje de 1,6 litros. La potencia, 185 caballos, está por encima de la media del segmento, que tienden a quedarse en los 140-160 CV. Resulta algo ruidoso —otro detalle a mejorar—, pero es ágil y sube de vueltas con alegría. Impulsa al Omoda 5 hasta los 200 km/h, y lo lanza a unos excelentes 7,8 segundos de 0 a 100.

La potencia se transmite a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios automática de siete relaciones. Dispone de tres modos de conducción: eco —de económico—, normal y deportivo.

Con 4,4 metros de largo, y figura de crossover se enfrenta a otros coches que ya están en la hibridación, como los Cupra Formentor, Toyota C-HR o Hyundai Kona. Esto le confiere una pequeña desventaja en ambientes urbanos donde las zonas de bajas emisiones impulsan las ventas de los coches electrificados. Sin embargo, en ciudades de interior, pequeñas o ambientes rurales donde no existen estas condicionantes, se moverán a sus anchas.

Interior tecnológico y minimalista

El interior es más que correcto, sin nada que envidiar al de marcas establecidas. Un buen volante, grueso al estilo de los deportivos y de tacto mullido. Dispone de dos pantallas de 10,2 pulgadas, una al lado de la otra; la primera dedicada a lo relacionado con la conducción, y la central, a la conectividad. La consola, envolvente, baja hasta el reposabrazos central, que hace de nevera refrigerada entre los asientos delanteros. Buen detalle en un país caluroso en verano como el nuestro. Todo el habitáculo está regado con perfiles LED, que proporcionan una iluminación ambiental personalizable en 64 tonos distintos. Es la tendencia de moda y el Omoda no podía quedarse sin ella.

El maletero, típico de este tipo de coches, es algo justo con 360 litros, aunque se va a los 1.075 si se abaten los asientos traseros. Esta limitación en un uso normal no se refleja en su interior, donde los pasajeros disponen de un buen espacio de acuerdo con sus cotas exteriores.

Mejoras en camino

El Omoda 5 no es perfecto, y en generaciones posteriores con toda seguridad mejorará. A pesar de todo, su relación calidad/precio es excelente y al alcance de muy pocas marcas competidoras. No está nada mal para una firma que opera desde hace… un año. El Grupo Chery no es nuevo, pero Omoda vende sus coches desde 2023; en tan corto periodo de tiempo lleva colocados más de 200.000 unidades, lo que resulta todo un logro.

El Omoda 5 que se vende hoy viene de China, pero dentro de no mucho vendrá de Barcelona. El Grupo Chery montará este coche en la antigua planta de Nissan. Es la primera marca del gigante asiático que apuesta por la fabricación, o al menos ensamblaje de sus coches, en nuestro país. Ojalá no sea la última.

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