Los Marines británicos defenderán sus islas subidos en vehículos militares españoles

No es un chiste, pero hace sonreír con socarrona malicia a muchos. Tras perder contra España la final de la Eurocopa, los ingleses nos compran nuestros coches. No serán muchos de una tacada, una docena, e irán destinados a sustituir donaciones al ejército ucraniano por parte del gobierno británico. Pero si han elegido el Vamtac ST5 construido en Galicia, es por unas cuantas razones.

Los soldados en servicio que operan con él hacen continuas bromas sobre su robustez y consistencia. Dicen que si chocasen contra un barco de la Armada, lo mandarían a pique. Hay otras opciones en el mercado, pero la demostrada dureza de los ST5 es una de las ventajas por las que ha sido elegido por el ejército británico. Y hay unas cuantas más.

Bueno, eficiente y Made in Spain

Los soldados, de infantería y de otros cuerpos, necesitan moverse, no escapa a nadie. Requieren hacerlo con una cierta agilidad, cargados de equipamiento, de los elementos periféricos que conllevan su función, y con un alto grado de protección. Y el blindado hecho en Santiago de Compostela reúne todas esas cualidades. La guinda estriba en su enorme capacidad de adaptación a diferentes roles.

Sirve como vehículo de transporte de tropas, ambulancia, cisterna, plataforma de comunicaciones, o mando y control. Puede albergar sistemas de vigilancia, transporte rápido de morteros, como furgón policial, coche de bomberos, para operaciones especiales de los GEO o de plataforma lanzamisiles, que es la opción que baraja el ejército de Carlos III.

A falta de aprobación por parlamento británico, la docena de Vamtacs que se han negociado deberían llegar a sus nuevos destinatarios, antes de final de año. La idea no es otra que la mitad de ellos reemplace a los seis Stormer HVM de cadenas transferidos a las Fuerzas Armadas de Ucrania el año pasado. A ellos se unirían otros tantos que serán asignados a los batallones encargados de la defensa antiaérea.

El modelo elegido es el VAMTAC Rapid Ranger 4×4, tal y como se ha anunciado hace unos días durante la exposición de defensa antiaérea celebrada en Baker Barracks, al sur del Reino Unido. Los seis que en principio irán armados, llevarán instalado el sistema de fabricado por la francesa Thales, un lanzador de misiles ligero destinado a la defensa aérea de corto alcance. Al ceder los Stormer, Inglaterra perdió ciertas capacidades en este sentido, y la adquisición cierra dos capítulos: reponer la cesión, y, por otra parte, rejuvenecer un sistema que dará la cara ante los misiles rusos en suelo ucraniano, pero no era ya lo último en esta tecnología.

Si el vehículo es español, lo que lleva encima viene de nuestros vecinos del norte. Se trata de un lanzamisiles múltiple con un peso por debajo de los 500 kilos. Está diseñado para poder disparar diferentes tipos de proyectil, con blancos que puede ir desde helicópteros en vuelo bajo hasta drones, pasando por misiles. También puede disparar contra vehículos ligeros en tierra.

En cuanto a los Vamtac ST5, son un derivado de los legendarios S3, muy similares a los archifamosos Hummer del ejército estadounidense. El modelo español era muy similar en las formas, pero según muchos de sus usuarios, era más duradero y robusto. Los ejércitos detectaron con rapidez las carencias del Hummer/S3 y buscaron con urgencia soluciones aplicables en el campo de batalla.

Uno de los problemas más graves era eludir los efectos de los explosivos improvisados (IED), artefactos de muy baja tecnología enterrados en el suelo. Ante esta amenaza, el blindaje se incrementó, la altura se elevó para dejar escapar el soplido de las deflagraciones a los lados del vehículo, y se le dotó de mayor protección general. Así llegó el ST5, una referencia en muchos ejércitos y cuerpos de seguridad de todo el mundo.

Éxito internacional

Los Vamtac de Urovesa están en servicio en sus diversas configuraciones en los ejércitos de España, Bélgica, República Dominicana, Portugal, Ghana, Indonesia Irak, Marruecos, Rumania o Singapur. La configuración elegida por los británicos está muy probada, y ya está en servicio en Indonesia, Malasia y Arabia Saudí.

El Ministerio de Defensa español firmó un acuerdo con el fabricante de los Vamtac en 2020 a través del que se comprometía a adquirir unas setecientas unidades del todoterreno. Esta misma semana, y dentro de ese programa, se ha anunciado la compra de 38 unidades dividida en dos partidas. Casi la mitad de ellos, dieciocho, irán equipados con un nivel de protección BN3 bivalentes y por los que el ministerio que dirige Margarita Robles abonará 11,2 millones de euros.

Sobre las otras veinte unidades que completan el pedido —hay pocos detalles—, irán equipados con la más alta protección disponible, y la factura se irá a los 12,4 millones de euros. Calculadora en mano, cada vehículo sale por unos 620.000 euros. Puede parecer mucho dinero, pero se trata de proteger a los que nos protegen.