Los médicos y cirujanos estéticos defienden la lipoescultura tras el caso Sara Gómez: «Es segura y la técnica reina»
La técnica empleada se lleva realizando durante más de 30 años, en los que los datos negativos no llegan a la docena
La Unión Profesional de Médicos y Cirujanos Estéticos (UP) ha defendido este miércoles la lipoescultura, la operación plástica a la que se sometió Sara Gómez, la mujer de 39 años de Cartagena (Murcia) que falleció días después de la intervención. «La lipoescultura es la técnica reina de la cirugía estética y es muy segura», ha aseverado el abogado de la UP, Jesús García Corcobado.
La sociedad científica ha organizado una rueda de prensa en Madrid, para trasladar su pésame a la familia de la víctima y explicar cómo puede ocurrir este tipo de hechos en un sector «que está muy sorprendido ante lo ocurrido», tal y como ha asegurado García Corcobado, quien ha estado acompañado por el presidente nacional de la UP, Javier Moreno Marín, y la médico forense María de Luján Caballero.
El abogado ha sostenido que la técnica empleada se lleva realizando durante más de 30 años, en los que los datos negativos no llegan a la docena, y se trata de una técnica que no se aprende en el hospital porque «cualquier acto estético está fuera de las prestaciones de la sanidad pública», por lo que los profesionales que deseen dedicarse a ello deben realizar formaciones en clínicas privadas.
Durante su intervención, García Corcobado ha recalcado el alto nivel de formación y calidad de los médicos españoles. A su vez ha responsabilizado al facultativo que estuvo presente en la operación. Un profesional que, como ha asegurado Moreno Marín, no forma parte de ninguna sociedad de cirugía estética española.
«Me consta que hace pocos años realizó una solicitud de inscripción en la Sociedad Española de Cirugía Estética pero se le denegó porque no reunía los requisitos de capacitación para el ejercicio de la cirugía estética», ha desvelado.
Al respecto, el presidente de la UP ha detallado que estos requisitos se basan en reunir un número de intervenciones realizadas que acrediten que el profesional tiene la formación conveniente y la capacitación oportuna para realizar las técnicas con seguridad. Asimismo, ha emplazado a quienes duden del sector a revisar los datos, donde figura que la práctica es «muy segura» y los profesionales españoles «de los mejores de Europa».
«Hay que dejar de banalizar la cirugía estética como algo que se hace después de una conversación en un bar. El protocolo para una intervención quirúrgico-estética es idéntico al que se puede realizar para cualquier otra cirugía de patologías», ha declarado.
Por su parte, la médico forense ha instado a la sociedad a dejar que la justicia haga su papel en este caso, que ha levantado mucho revuelo social y por el que hay una familia «son una situación psicológica bastante dolorosa».
¿Posible caso de intrusismo laboral?
Por otro lado, el presidente Javier Moreno Marín ha lamentado que algunas sociedades científicas hayan aprovechado este suceso para verter sospechas de un posible caso de intrusismo laboral, un tema que ha rechazado rotundamente, puesto que existe una sentencia del Tribunal Supremo que explica que la titulación de especialista «en ningún caso da la exclusividad para el ejercicio profesional en un determinado ámbito».
«Yo como presidente de la UP sostengo que estas afirmaciones son un auténtico error. Hay sentencias del Tribunal Supremo del 2003, en las que se dicta que la profesión médica es una sola y que la titulación de especialista en ningún caso da la exclusiva para el ejercicio profesional en un determinado ámbito. Un licenciado, es aquel que su título otorga que tiene la capacidad del ejercicio profesional que certifica que puede hacer cualquier actividad médica o quirúrgica siempre que tenga la capacitación necesaria», ha recalcado.
Al respecto, García Corcobado ha tildado este tema de «bochornoso» y ha criticado que la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) «tergiverse» un accidente para «reivindicar lo que es imposible».
Para finalizar, Moreno Marín ha considerado que no es justo recurrir a este tipo de afirmaciones del mismo sector y ha sentenciado: «no entremos en una guerra que no lleva a ningún sitio».