Temor en el Gobierno a un repunte de la preocupación de los votantes por la corrupción
Los analistas demoscópicos vaticinan que la corrupción subirá en el ranking de los problemas de los ciudadanos y esperan los datos del CIS
El 2 de junio de 2018 Pedro Sánchez ganaba la moción de censura al expresidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. En el día del debate parlamentario, trascendió una fotografía del cuaderno que Sánchez llevó al Congreso. En él se podían leer unas escuetas notas, entre las cuales destacaba la asociación entre el PP y la «corrupción». La regeneración de la clase dirigente fue el caballo de batalla del nuevo presidente socialista, quien ahora corre serio peligro de sufrir un efecto bumerán tras el estallido del caso Mediador, una trama de presunto tráfico de influencias con, al menos, un diputado socialista involucrado.
Cinco años después de que Sánchez se ofreciera como el redentor de los casos de corrupción en España, el asunto vuelve a centrar las páginas de los principales medios de comunicación. En Podemos son conscientes del impacto político y social de la trama del caso Mediador, a tal punto que van in crescendo las voces que piden a la dirección morada aprovechar el asunto para lanzar una ofensiva política a partir del próximo mes de junio. Pero fuentes del PSOE también manifiestan su preocupación.
El problema, según reconocen las fuentes consultadas tanto del PSOE como de Podemos, atañe al impacto que el caso Mediador pueda tener en los sondeos. Expertos del ámbito demoscópico que estudian cada día la evolución del tablero político confirman en conversación con THE OBJECTIVE que se esperan un repunte de la corrupción entre las principales preocupaciones de los ciudadanos. Quieren ver los datos brutos del próximo CIS, donde sostienen que se tendrá una fotografía más exacta de este fenómeno, aunque afirman que están detectando en algunos barómetros privados ese impacto, y que lo mismo está siendo analizado por los expertos que trabajan en la Moncloa.
Más atención a la sanidad
La cuestión no es baladí. Actualmente tan solo el 4% de los encuestados señala la corrupción política como su principal problema. En los últimos meses, el Gobierno intentó que la ciudadanía dejara de preocuparse por la situación económica, que sigue siendo el elemento que más asusta a los votantes, hasta uno de cada tres. Y buscó la manera para impulsar otros asuntos, como el de la sanidad pública.
Los barómetros del CIS revelan que la cuestión sanitaria ha ido subiendo en el ranking de las preocupación de los ciudadanos a medida que el Gobierno lo convirtió en una clave de su enfrentamiento contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Ahora, sin embargo, todo puede cambiar si los votantes creen que hay que volver a resolver el tema de la corrupción de la clase política.
Los analistas demoscópicos sugieren que la corrupción repuntará entre las preocupaciones de los ciudadanos, aunque ignoran el efecto que pueda tener en el cambio del voto. Es decir, si aumentará el goteo de personas que votaron por el PSOE en 2019 y que esta vez apostarán por la abstención o cambiarán directamente su elección. Lo que las fuentes consultadas consideran problemático para los socialistas es el efecto de las informaciones comprometedoras a nivel municipal.
Efecto de la corrupción en el CIS
Los alcaldes del PSOE que intentarán revalidar el cargo el próximo 28 de mayo podrían verse seriamente afectados por lo ocurrido, teniendo en cuenta la conexión entre el Gobierno de Canarias y el Congreso de los Diputados. Además, aunque el grupo socialista ha ordenado guardar silencio a sus diputados, el temor en el partido es que la dirección del grupo haya estado al tanto de lo que ocurría, y que eso acabe conociéndose públicamente.
Los analistas prevén que, a nivel demoscópico, se acerca una tormenta. También anticipan que esta acabará afectando al PSOE, mezclando lo ocurrido con la ley del solo sí es sí con la existencia de presuntas tramas ilegales que involucran a políticos. Esto es algo que los analistas, según sostienen, ya están detectando. No obstante, desconocen el nivel de implicación y, sobre todo, cómo eso pueda mover el voto de miles y miles de ciudadanos. Todos esperan el próximo barómetro del CIS, pues creen que ahí se sabrá si el llamado caso Mediador va a convertirse en el principal quebradero de cabeza para los candidatos de los dos partidos del Gobierno de cara a los comicios del 28-M.