Cuando comer mal te mata: la nutrición está detrás de 170.000 decesos al año en la UE
«España cuenta con índices de obesidad infantil y adulta cada vez más altos», explica la dietista Ana de Arriba
Ya saben lo que se suele decir, somos lo que comemos. En 2021 hubo 5,3 millones de muertes en la Unión Europea. Una de las principales causas fueron las enfermedades asociadas a la nutrición, con 170.000 decesos al año, según datos de Eurostat.
La oficina comunitaria de estadística indica que las enfermedades circulatorias, el cáncer y la COVID-19 fueron los motivos fundamentales de defunciones en dicho año entre los 27. Las siguientes fueron las enfermedades respiratorias (0,32 millones; 6%), causas externas de morbilidad y mortalidad (0,23 millones; 4%), enfermedades del sistema digestivo (0,21 millones; 4%), trastornos mentales y del comportamiento (0,19 millones ; 4%) y enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (0,17 millones; 3%).
En primer lugar, resulta crucial entender que, según los expertos, una enfermedad nutricional, como tal, no existe. «Sí se considera que hay enfermedades asociadas a una mala alimentación, endocrinas y metabólicas y, en ese caso, una buena o mala nutrición va a jugar un rol muy importante», explica la dietista y nutricionista Ana de Arriba en conversación con THE OBJECTIVE.
De Arriba asegura que existen muchas enfermedades desencadenadas por malos hábitos de vida y alimentación y, pese a que hay que tener en cuenta que son enfermedades multifactoriales, «sí que es cierto que causan muchas muertes».
«Enfermedades como la diabetes, la obesidad, la hipertensión, entre otras, aumentan mucho el riesgo de mortalidad y, en muchos casos, mejorar la alimentación y caminar al menos veinte minutos diarios bajaría esos porcentajes», indica. Sin embargo, la experta considera que para ello «necesitaríamos personal cualificado en el sistema de sanidad público en el caso de España».
La nutricionista explica a este medio las medidas más importantes que hay que tomar para poder evitar una de estas enfermedades multifactoriales:
- Pedir ayuda si se necesita.
- Acudir a profesionales que puedan guíar a la persona y motivar para generar cambios.
- Generar esos cambios en el día a día.
- Mejorar hábitos de alimentación y ejercicio.
En el caso de España, según la dietista, existe una riqueza infinita de numerosos buenos productos, calidad de vida, un buen clima y, además, la famosa ‘cultura de la dieta mediterránea’.
No obstante, el país cuenta con «índices de obesidad infantil y adulta cada vez más altos, y muchas veces esto viene asociado al nivel socioeconómico actual del país». Al final, una familia con pocos recursos «siempre priorizará tener en su despensa productos como el pan de molde, embutidos, arroz o pasta blanca a verduras y frutas que cada vez disparan más sus precios», asevera la nutricionista.
Actualmente, es frecuente escuchar que los problemas estomacales ‘están de moda’. Por ejemplo, se habla mucho del Helicobacter pylori o el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). En estos casos, la nutrición que lleva a cabo una persona también puede influir.
«Plantear estrategias nutricionales, las mejoraría, sin duda, pero son patologías multifactoriales», aclara De Arriba. «Lo más importante en este caso es intentar hacer un buen diagnóstico y con un diagnóstico certero, aplicar los protocolos adecuados con profesionales cualificados», concluye la experta en esta cuestión.