Los efectos secundarios de uno de los medicamentos más utilizados para adelgazar
Cada vez es más común ver en redes sociales consejos para perder peso que, en realidad, pueden ser muy perjudiciales para la salud
La lucha contra la obesidad es uno de los temas que más preocupan en cuanto a la salud pública, no solo a nivel mundial sino también nacional. Este tema ya está considerado como la epidemia del siglo XXI y, además, está estrechamente relacionada con la enfermedad cardiovascular. Esta, además, es la principal causa de muerte en todo el mundo.
Este escenario ha empujado a científicos y expertos de todo el mundo a buscar una solución sencilla a este problema. Y de esta búsqueda nacieron los fármacos para adelgazar. Algunos son eficaces y suponen una esperanza de que, al combinarlos con buenos hábitos, son capaces de conseguir objetivos de pérdida de peso notables. Siempre que se tomen bajo prescripción y control médico, claro está.
No obstante, la popularidad de estos medicamentos ha ido más allá de lo médico y ha llegado al «consultorio» de las redes sociales. En estos espacios, diferentes usuarios comparten los «efectos milagrosos» de estos fármacos, incluso sin tener obesidad. Además, últimamente también está de moda el usar medicamentos recetados por otras patologías (como el Ozempic), una corriente que está provocando incluso falta de suministro.
Pero esta no es la única dificultad que presenta esta práctica. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios y estos no iban a ser menos; la mayor parte de quienes están tomando estos fármacos sin supervisión médica y para un uso diferente del original de los mismos están presentando una amalgama de reacciones adversas.
Lo bueno es que, igual que estos espacios dan pie a la divulgación de estas prácticas, también lo hacen para que profesionales puedan contrarrestarlas. De esta forma, la nutricionista y especialista en nutrición alternativa y obesidad Sonia Ochoa ha compartido un vídeo con los tres fármacos usados para bajar de peso y cuáles son sus efectos secundarios.
Efectos secundarios de los fármacos para adelgazar
- Fentermina
Este medicamento para bajar de peso pertenece a la familia de los llamados anorexígenos. Son similares a las anfetaminas, de modo que actúan suprimiendo el apetito a nivel cerebral y contribuyendo a la pérdida de peso gracias a su efecto saciante. El fármaco está recomendado para personas que tienen obesidad y que no han conseguido perder suficiente peso solo con la dieta y el ejercicio, pero no para personas que quieren perder solo unos kilos.
Para estos casos, la nutricionista advierte que algunos de los efectos secundarios que pueden aparecer son «taquicardia e insomnio». Pero no son los únicos: también puede provocar nerviosismo o ansiedad, además de disnea o estreñimiento.
- Orlistat
Este es otro de los fármacos más usados para tratar la obesidad. Actúa sobre el sistema digestivo y evita que se digiera alrededor de un tercio de la grasa que contiene la comida. Esta acción hace que el compuesto se una a las enzimas del sistema digestivo (conocidas como lipasas) y evite que hidrolicen parte de las grasas ingeridas durante la comida. Es decir, en palabras de la nutricionista, este medicamento «ayuda a que las grasas de los alimentos no se absorban en el cuerpo».
No obstante, hay que tener en cuenta que este medicamento está indicado para tomar con una dieta baja en contenido calórico. De esta forma, y según señalan desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la «ingesta diaria de grasa debe ser distribuida equitativamente entre las tres comidas principales, ya que si orlistat se toma con una comida muy alta en grasa se puede incrementar la posibilidad de que se den efectos gastrointestinales».
Además de esta reacción, Ochoa también señala que la no absorción de las grasas puede provocar alteraciones como «diarrea extrema y deficiencia de vitaminas que pueden afectar gravemente a la salud». También son frecuentes la hinchazón, la incontenencia fecal, la irregularidad del ciclo menstrual o niveles de azúcar en sangre bajos (sobre todo en los pacientes que tienen diabetes tipo 2).
- Saxenda
Este medicamento contiene liraglutida, uno de los compuestos indicados para tratar la diabetes tipo 2 pero que también se está recetando para la obesidad. Al usar este fármaco, además de la secreción de insulina, también tiene lugar la estimulación del centro de saciedad. Esto es debido a que se reduce la secreción de glucagón y se retrasa el vaciamiento gástrico, retrasando la captación de glucosa y, por tanto, produciendo saciedad.
En definitiva, el efecto de este fármaco es que la persona pierda el apetito y, por tanto, come menos, lo que lleva a la pérdida de peso. En España, su uso se aprobó en 2016 para aquellos pacientes que decidieran, además, dar un cambio en sus hábitos de vida. Debían incorporar una dieta sana y equilibrada, además de hacer ejercicio a diario, ya que de otra forma el fármaco no solo no sería eficaz sino que también estaría desaconsejado.
Aunque no tiene grandes efectos secundarios, tomarlo sin prescripción médica puede provocar «como efecto adverso principal, la hipoglucemia», señala Ochoa. Esto, además, puede llevar a «desmayos o temblores». Del mismo modo, su uso debe ir en un aumento paulatino, ya que de hacerlo de golpe puede provocar un efecto rebote y regresar al peso anterior, además de poder provocar daño al páncreas.