Estas son las consecuencias del alcohol en tu salud mental
La mezcla de estas bebidas con ciertos medicamentos también puede provocar efectos adversos
El alcohol está muy extendido en la sociedad como bebida recreativa. Es una sustancia psicoactiva que afecta a los mecanismos y químicos del cerebro humano que están directamente relacionados con las acciones y el estado de ánimo. En el corto plazo, consumir alcohol de forma moderada y ocasional puede provocar relajación. Es por ello que muchas personas disfrutan de tomar esta bebida porque les proporciona placer y les ayuda a «mejorar» la experiencia en una reunión social.
A pesar de ello, los efectos de la intoxicación por el alcohol toman más control mientras se bebe. Por ello, el estado de ánimo positivo puede pronto dar paso a emociones desagradables y hacer que la persona entre en un estado triste o deprimido. A largo plazo, además, el consumo de alcohol puede tener un efecto más duradero en la salud mental de las personas.
Hay quienes usan la bebida como una forma de liberar el estrés y la ansiedad, buscando inhibir sus emociones a través del alcohol. Con el tiempo, esto puede llevar a que beban en exceso y necesiten cada vez más alcohol para obtener el efecto deseado. No obstante, el consumo excesivo de estas bebidas pueden tener el efecto contrario: que tanto el estrés como la ansiedad empeoren y terminen provocando otros problemas de salud mental.
Condiciones de salud mental y el Trastorno por Uso del Alcohol
Algunos estudios científicos han demostrado que el consumo excesivo de alcohol tiene una relación directa con la depresión, la ansiedad, la psicosis y el trastorno bipolar. Además, también podría provocar un aumento en el riesgo de suicidio.
Muchas personas que padecen algunos de estos trastornos son bebedores con un consumo excesivo y pueden incluso llegar a desarrollar el Trastorno por Uso del Alcohol (AUD, por sus siglas en inglés) o dependencia. Es más, este trastorno se considera como una condición de salud mental y necesita ayuda profesional.
El peligro de mezclar alcohol y medicamentos
Muchas personas que tienen problemas de salud mental toman medicamentos para poder estabilizar sus estados de ánimo y conducta. El alcohol puede interactuar tanto con estos fármacos como con otros, por lo que lo recomendable es que estas personas no consuman este tipo de bebidas.
Del mismo modo, quienes toman anfetaminas, opioides o alguna droga ilegal también deben evitar el consumo de alcohol. La interacción entre el alcohol y las drogas, sean legales o no, pueden cambiar o agravar los efectos de ambos, incluso llegando a provocar la muerte.
Además, consumir alcohol para «automedicarse» y cambiar el estado de ánimo nunca es buena idea. En caso de tener problemas para sobrellevar algún problema de salud mental, la mejor opción es buscar apoyo profesional; es más, incluso existen líneas de ayuda y otros recursos.
Las principales prácticas que pueden llevar al alcoholismo
Aunque la mayoría de las personas reducen su consumo de alcohol a los eventos sociales, cuando están en compañía, también hay una minoría que también bebe estando sola. Este sería uno de los principales factores de riesgo que podrían llevar a las personas a desarrollar trastornos y adicciones relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado la profesora de psicología de la Universidad Carnegie Mellon (UCM) Kasey Creswell, en un estudio publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence. Para llevarlo a cabo ha contado también con la ayuda de dos compañeras de la Universidad de Michigan: Yvonne Terry-McElrath y Megan Patrick.
Los patrones que analizaron reflejaban claramente que las probabilidades de padecer alcoholismo a los 35 años aumentaban hasta un 35% entre los adolescentes que consumían alcohol estando solos. En el caso de los adultos jóvenes, este porcentaje aumenta hasta el 60% con respecto a quienes solo bebían en eventos sociales. El riego, además, cambia según el género: las mujeres que beben solas son más propensas a desarrollar alcoholismo.
Algunos de los otros factores de riesgo que consideró el estudio fueron la frecuencia de consumo o el consumo abusivo. Además, la pandemia ha empeorado la forma de consumo de bebidas alcohólicas. Es por esto que las investigadoras del estudio han hecho hincapié en la importancia de prevenir este alcoholismo, teniendo en cuenta también que este factor de riesgo puede afectar especialmente a las mujeres.