El jefe de psiquiatría del Gregorio Marañón: los menores que dicen ser trans han crecido un «mil por cien»
Así lo ha indicado durante su intervención en unas jornadas sobre salud mental en el Congreso de los Diputados organizadas por Vox
El director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, Celso Arango, ha advertido del incremento «exponencial» de los casos de menores, cada vez más adolescentes, que dicen ser trans, casos que se han multiplicado hasta «por cien, doscientos, trescientos» e incluso hasta un «mil por cien» en España.
«Estamos viendo un incremento exponencial del número de casos de menores que dicen ser trans y que en un momento de la adolescencia, no como veíamos previamente que con 3, 4 ó 5 años tenían esa percepción subjetiva de que no les correspondía el sexo con el que habían nacido –por cierto, eso que se dice ahora tanto, que el sexo es lo que atribuye el Estado, como si tener testículos u ovarios fuese algo que el Estado te dice, que eres hombre o mujer, solo para fastidiar– se ha incrementado en un 100, 200 ó 300 por cien; en algunas clínicas en Cataluña, en más del mil por cien», ha expuesto Arango.
Durante su intervención en unas jornadas sobre salud mental en el Congreso de los Diputados, organizadas por Vox, el jefe de psiquiatría del Gregorio Marañón ha precisado que, en Medicina, saben que «si algo se multiplica de forma tan rápida entre la población, o tiene un origen infeccioso o hay algo más».
Además, ha precisado que si un psiquiatra «pregunta un poco» a esos adolescentes de 16 años que dicen ser trans, se puede dar cuenta de que «hay otros fenómenos» detrás y que, a lo mejor, lo dice «porque se lo ha dicho su compañero».
En este sentido, Celso Arango ha defendido la importancia de hacer una valoración psiquiátrica de los menores antes de realizar una intervención quirúrgica. «Hormonar, operar, quitar mamas, quitar penes, ¿eso quién lo hace si no es el sistema sanitario?», se ha preguntado el director de psiquiatría del hospital público madrileño para precisar que aunque la OMS haya dicho que no es una enfermedad, se necesita la intervención de los médicos.
También ha advertido de la «peligrosidad» de «arrogarse» una «supremacía moral» de «decir a la población que puede elegir qué sexo biológico tiene». «Es delirante», ha valorado.