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Astenia primaveral: qué es y cómo puede afectarte

La adaptación a la nueva estación después del invierno y el cambio horario pueden generar efectos perceptibles en nuestro organismo

Astenia primaveral: qué es y cómo puede afectarte

El cansancio es un síntoma muy frecuente por astenia primaveral

Con la llegada de la primavera también puede aparecer la astenia primaveral, aunque no todas las personas la experimentan de la misma manera, es más común de lo que pensamos. Nuestro cuerpo necesita adaptarse a la nueva estación después del invierno, y además, asimilar el cambio horario que tiene lugar en esta época. Unos cambios que, pese a ser inevitables, pueden generar efectos perceptibles en nuestro organismo.

Sueño
El cansancio es un síntoma muy frecuente por astenia primaveral

¿Qué es la astenia primaveral?

El término astenia proviene de la palabra griega asthénia, que puede traducirse como debilidad o el estado de encontrarnos sin fuerza. Y es que en eso consiste fundamentalmente esta gran desconocida.

La astenia primaveral es un conjunto de síntomas físicos y emocionales que algunas personas experimentan durante la transición de la temporada de invierno a la primavera. Se caracteriza por una sensación generalizada de fatiga, debilidad, falta de energía y cansancio, acompañada a menudo de alteraciones del estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza o apatía.

Está relacionada con los cambios estacionales, incluyendo el aumento de la luz solar, los cambios en los patrones de sueño y la adaptación del cuerpo a las condiciones climáticas cambiantes. Además, algunos estudios sugieren que factores como los cambios hormonales, la influencia de neurotransmisores y la variabilidad individual en la respuesta al cambio estacional pueden contribuir a esta condición.

Síntomas de la astenia primaveral

Los síntomas de la astenia primaveral pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:

  1. Fatiga y debilidad: sensación de falta de energía y agotamiento constante, incluso después de descansar adecuadamente.
  2. Somnolencia y dificultad para conciliar el sueño: mayor sensación de sueño durante el día y dificultad para conciliar el sueño por la noche.
  3. Falta de concentración y memoria: dificultad para mantener la concentración y recordar información.
  4. Alteraciones del estado de ánimo: cambios emocionales como irritabilidad, apatía, tristeza o falta de motivación.
  5. Disminución del rendimiento físico y mental: sensación de falta de vitalidad y rendimiento reducido en las actividades diarias.
  6. Pérdida de apetito o aumento de los antojos: cambios en el apetito, pudiendo experimentar disminución del apetito o antojos de alimentos específicos.
  7. Síntomas físicos generales: dolores de cabeza, molestias musculares, trastornos digestivos leves o sensación de pesadez corporal.

¿La astenia se considera una patología?

La astenia primaveral no se considera una patología. No se trata de nada grave, sino una reacción simple y natural de nuestro cuerpo a las modificaciones ambientales y situacionales de nuestro entorno. Asimismo, suele afectar en mayor medida a las personas entre los 30 y los 50 años.

Los síntomas suelen ser temporales y desaparecen a medida que el cuerpo se adapta a la nueva estación. En caso de que los síntomas persistan o interfieran significativamente con la vida diaria, es recomendable buscar atención médica para descartar otras condiciones subyacentes y recibir un diagnóstico adecuado.

Remedios para la astenia

Existen varios remedios y estrategias que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la astenia primaveral.

  1. Mantener una rutina de sueño regular: intentar dormir las horas adecuadas y establecer horarios consistentes para acostarte y levantarte.
  2. Practicar ejercicio físico regularmente: el ejercicio ayuda a aumentar los niveles de energía y mejorar el estado de ánimo. Realizar actividades físicas moderadas, como caminar, correr, hacer yoga u otros deportes puede ayudar a disminuir el cansancio.
  3. Alimentación sana: consumir una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos intgrales y evitar los alimentos procesados y el exceso de azúcar, que pueden provocar fluctuaciones en los niveles de energía.
  4. Evitar el estrés y buscar el bienestar emocional: practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda que ayudan a disminuir los niveles de estrés.
  5. Aprovechar la luz natural: pasar tiempo al aire libre y aprovechar la luz solar, ya que esto puede ayudar a regular los ritmos circadianos y mejorar el estado de ánimo.
  6. Limitar el consumo de cafeína y alcohol: el exceso de cafeína y alcohol puede empeorar los síntomas de la astenia primaveral. Merece la pena reducir su consumo y optar por alternativas más saludables, como infusiones de hierbas o agua.
  7. Organizar el tiempo y priorizar: establecer metas realistas y priorizar las actividades diarias para evitar sentirse abrumado. Una buena opción es dividir las tareas en pequeñas partes y establecer pausas regulares.
  8. Considerar la ingsta de suplementos vitamínicos: en algunos casos, los suplementos vitamínicos, especialmente aquellos que contienen vitaminas del grupo B o vitamina D, pueden ser recomendados. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a tomar cualquier suplemento.
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