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Un grupo de padres navarros se rebela contra la 'ley Celaá' y pone en marcha un colegio privado

Cientos de familias se han visto afectadas por el fin de la financiación pública a los centros que separan por sexo

Un grupo de padres navarros se rebela contra la ‘ley Celaá’ y pone en marcha un colegio privado

Imagen de archivo de un colegio privado masculino. | Creative Commons

Un grupo de padres en Navarra se ha rebelado contra la prohibición de la ‘ley Celaá’ de financiar con fondos públicos a los colegios de educación diferenciada. Para ello, han puesto en marcha un centro de titularidad privada que iniciará su actividad el próximo curso.

En efecto, uno de los cambios que trajo consigo la vigente LOMLOE, más conocida como ‘ley Celaá’, aprobada en 2020, fue que los centros sostenidos parcial o totalmente con fondos públicos no podrían separar a su alumnado en función de su sexo. Es decir, no podrían estar concertados. La nueva medida, que afectaba en su mayoría a colegios de inspiración cristiana, se ha ido aplicando progresivamente conforme los conciertos que estos centros tenían firmados con las comunidades autónomas iban expirando.

Un caso claro es el que se ha producido en Navarra, donde los colegios Irabia-Izaga —obra corporativa del Opus Dei— y Miravalles-El Redín —perteneciente a Fomento y cuya atención espiritual también está confiada a la Obra— han tenido que renunciar a su modelo de diferenciar entre chicos y chicas, por lo que a partir del próximo curso serán mixtos.

Hasta ahora, estos centros contaban con una doble sede en Pamplona y alrededores, de forma que, respectivamente, Irabia y El Redín eran los colegios masculinos e Izaga y Miravalles, los femeninos. Ambos colegios dieron la batalla legal y trataron de salvaguardar los conciertos llegando hasta el Tribunal Constitucional, alegando que la ‘ley Celaá’ vulneraba la libertad de elección de centro de los padres. La mayoría progresista del Alto Tribunal, sin embargo, desestimó su recurso, lo que se tradujo en que ya desde este curso 2023-2024, los dos colegios empezaron a aplicar el modelo mixto en el ciclo de 1º a 3º de Educación Primaria, cuyo concierto público había expirado.

El acuerdo con el Gobierno de Navarra para el resto de etapas hasta Bachillerato caduca el curso próximo, de forma que, «por imperativo legal» tanto Irabia-Izaga como Miravalles-El Redín se han plegado a hacerse mixtos para el año escolar 2024-2025.

Montar un colegio desde cero

No obstante, un grupo de padres de los dos colegios no están dispuestos a renunciar al modelo de educación diferenciada, al entender que es «el que mejor se adapta a la singularidad de cada alumno, además de que favorece el éxito escolar tal como reflejan los resultados obtenidos en España y otros países». Por ello, se han organizado para abrir un nuevo centro, el colegio Adériz, que se pondrá en marcha en septiembre de este año. Tras su presentación pública este jueves, fuentes de la dirección señalan a THE OBJECTIVE que unas doscientas familias ya han pedido información sobre el futuro centro.

La institución educativa de nueva creación tiene previsto comenzar ofertando líneas en la ESO y en dos cursos de Primaria aún por determinar, con intención de ir completando el resto de etapas educativas en cursos posteriores. Su sede, tal y como adelantó Diario de Navarra, estará en las instalaciones del colegio Izaga, donde hasta ahora estudiaban las niñas de Irabia-Izaga.

Los padres promotores del proyecto han constituido una asociación para hacer realidad el colegio. El futuro subdirector de Adériz los define como un grupo de «padres muy implicados y muy valiosos profesionalmente» que están aportando sus distintos saberes para llevar a buen puerto la iniciativa. También están constituyendo un claustro de profesores con amplia experiencia en la educación diferenciada. Estos docentes, apunta el subdirector, vendrán muy identificados con el proyecto ya que, al pasar del convenio de la educación concertada a la privada, seguramente van a cobrar menos.

Hacer sacrificios económicos para tener libertad educativa

En lo económico, también se verán afectadas las propias familias: «Muchas de ellas vienen porque les parece que la educación es algo prioritario y recortarán en otros gastos como vacaciones, coche, etc. No son familias de poder adquisitivo alto», explica el subdirector, que señala que la escolarización de cada alumno costará entre 400 y 450 euros al mes, si bien están trabajando para conseguir financiación y poder dar becas. Esta realidad la confirma Sergio Achútegui, que hasta ahora llevaba a sus cinco hijos al colegio Miravalles-El Redín, pero que ahora los cambiará a Adériz. Este padre, uno de los principales impulsores del nuevo colegio, admite que tendrá que «sacar el excel y hacer sacrificios económicos».

Achútegui, sin embargo, encarará estas renuncias con gusto, convencido de las bondades de la educación diferenciada. Más allá de eso, este padre señala que el ataque al modelo diferenciado es en realidad «una excusa para cargar contra el ideario» de estos colegios. «Nadie se cree que el modelo educativo diferenciado atente contra los derechos humanos», insiste Achútegui, que pone el ejemplo de países nórdicos con gobiernos socialistas que incluyen este modelo en su sistema público. «En España, es un tema político y cultural», remacha.

Este padre promotor de Adériz abunda en esta idea y defiende la puesta en marcha de un colegio privado porque «cada vez es más difícil educar en libertad con dinero público», especialmente teniendo en cuenta «el contexto social y político en el que estamos y en el que vamos a estar en Navarra». Achútegui señala como elementos de poca libertad educativa ámbitos como la religión, la sexualidad o la defensa de la vida. Para defender todo eso, este padre defiende la necesidad de «tener libertad pedagógica para elegir los materiales didácticos y el claustro, obviamente dentro de la ley».

Educación diferenciada, papel y humanidades

Lógicamente, uno de los pilares básicos de Adériz será la educación separada entre niños y niñas. El subdirector del colegio defiende este modelo afirmando que la forma de motivar a los estudiantes es distinta y que los ritmos madurativos y cognitivos son distintos entre alumnos y alumnas: «Una chica de 1º de Primaria habla y escribe como un chico de 3º de Primaria». Asimismo, pone en valor los buenos resultados que este modelo ha mostrado tanto en España como en otros países: «Sería una pena que esta opción no existiese en Navarra», concluye.

Ante el debate sobre la tecnología en las aulas, Adériz se situará en un término medio. Los estudiantes contarán con chromebooks en clase, pero será sólo en ese ámbito donde desarrollarán la competencia digital. En casa, explica el subdirector, se garantiza a las familias que los chicos no tendrán que utilizar ninguna pantalla, sino que se privilegiará el papel. «Es algo que las familias nos agradecen mucho, así los niños están más protegidos», apunta.

Por último, Adériz, apuntan desde la dirección del futuro centro, tendrá por bandera la formación en humanidades y la lectura será muy importante en su plan de estudios.

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