Los «padres» de las vacunas contra el coronavirus, Premio Princesa de Asturias de Investigación
Siete de los investigadores que desarrollaron algunas de las vacunas contra la COVID-19 han obtenido el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021 al que optaban cuarenta y ocho candidaturas de diecisiete nacionalidades.
Lo más importante: los científicos distinguidos son la bióloga húngara Katalin Karikó; el inmunólogo estadounidense Drew Weissman; los doctores alemanes Uğur Şahin y Özlem Türeci; el biólogo canadiense Derrick Rossi; la vacunóloga británica Sarah Gilbert, y el bioquímico estadounidense Philip Felgner.
El galardón recayó el pasado año en los cuatro matemáticos cuyas investigaciones dieron soporte a la era digital -los franceses Yves Meyer y Emmanuel Candès, la belga Ingrid Daubechies y el australiano Terence Tao y, en ediciones anteriores, fueron premiados, entre otros, las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna; los químicos Avelino Corma, Mark E. Davis y Galen D. Stucky y los físicos Peter Higgs y François Englert
A juicio del tribunal, los científicos distinguidos han conducido, con sus largas trayectorias en investigación básica, a innovadoras aplicaciones como la obtención, en un tiempo extraordinariamente corto, de vacunas efectivas para luchar contra la pandemia de la COVID-19. Además, incide en que tanto el desarrollo de la tecnología novedosa del ARN mensajero, como la producción de vacunas basadas en adenovirus, abren un camino de esperanza para su uso frente a otras enfermedades.
El de Investigación es el séptimo premio en fallarse de los ocho que concede la Fundación Princesa de Asturias tras los otorgados al escritor francés Emmanuel Carrère (Letras), a la artista serbia Marina Abramovic (Artes); a la escritora estadounidense Gloria Steinem (Comunicación y Humanidades); al economista indio Amartya Sen (Ciencias Sociales); a la nadadora paralímpica española Teresa Perales (Deportes) y a CAMFED, la organización que busca erradicar la pobreza en el África subsahariana mediante la educación (Cooperación Internacional).
Cada Premio Princesa de Asturias, de los que sólo falta por conocerse el de Concordia cuyo fallo se dará a conocer el próximo 30 de junio, está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma acreditativo, una insignia y cincuenta mil euros.
La ceremonia de entrega, que el año pasado tuvo que trasladarse del Teatro Campoamor de Oviedo al Hotel de la Reconquista de la capital asturiana para adaptarse a un formato más reducido y sin público por la pandemia, se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre.