"Siembra de nubes": la efectiva técnica para provocar las lluvias
La sustancia más utilizada para la generación de lluvia a través de este sistema es el yoduro de plata, aunque en ocasiones también se emplea hielo seco
Día lluvioso
La falta de precipitación supone un grave problema para muchos países. Actualmente, existe una necesidad real de registrar precipitaciones y poner fin al periodo sequía. De lo contrario, en un futuro habrá complicaciones con el suministro de agua. Ante este desfavorable escenario, una de las técnicas empleadas es la conocida como «siembra de nubes»
La siembra de nubes es una técnica que se utiliza para intentar aumentar la cantidad de precipitación en una determinada zona. Esta técnica se basa en la introducción de sustancias en las nubes para estimular la formación de cristales de hielo, que a su vez pueden crecer y unirse para formar gotas de agua o copos de nieve más grandes y pesados. Estos cristales de hielo y gotas de agua o nieve más grandes pueden caer al suelo en forma de lluvia o nieve.
Este proceso artificial, fue creado e impulsado por el químico y meteorólogo Vincent Joseph Schaefer en Massachusetts (Estados Unidos) en la década de 1940.
Durante su primer experimento, según informa la web «Britannica» y recoge National Geographic, Schaefer y su equipo llevaron a cabo la producción de nieve mediante el sembrado de nubes con bolitas de hielo seco, iniciando así la ciencia de la meteorología experimental y el control del clima.
Como informa Diario As, la sustancia más utilizada para la generación de lluvia a través de este sistema es el yoduro de plata, aunque en ocasiones también se emplea hielo seco. Las nubes seleccionadas para la liberación de la primera sustancia en estas masas de la atmósfera, deben contener agua por debajo de los cero grados Celsius, de modo que se consigue la condensación de la humedad en gotas.
En cuanto al yoduro de plata, se trata de un componente químico usado en la fotografía y como antiséptico en la medicina. Es altamente insoluble en agua y tiene una estructura cristalina parecida a la de un hielo pequeño, permitiendo inducir la desnaturalización de cristales de hielo en el sembrado de nubes para provocar lluvia artificial. Para su dispersión en las nubes, se utilizan drones aunque también pueden realizar esa tarea aviones y cohetes.
La siembra de nubes se utiliza a menudo en zonas con sequía o en áreas donde la precipitación es esencial para la agricultura, la ganadería o el abastecimiento de agua. Sin embargo, la eficacia de esta técnica no siempre está garantizada y puede ser afectada por varios factores, como la cantidad y la calidad de las nubes disponibles, la temperatura y la humedad en la zona y las condiciones meteorológicas generales.
La siembra de nubes también ha sido objeto de controversia debido a su impacto potencial en el medio ambiente y en la salud humana, y ha sido objeto de estudio y regulación por parte de las agencias gubernamentales en algunos países.
¿Es realmente efectiva?
Aunque la siembra de nubes ha sido utilizada durante varias décadas en algunos países, aún hay debates sobre su efectividad y su impacto en el medioambiente. Algunos estudios han encontrado que la siembra de nubes ha aumentado la cantidad de precipitación en ciertas áreas, mientras que otros estudios han encontrado poca o ninguna diferencia.
También se ha planteado la preocupación de que la siembra de nubes podría alterar el equilibrio natural del ecosistema y afectar la calidad del aire y del agua. En general, la siembra de nubes sigue siendo un tema de debate en la comunidad científica y se necesitan más estudios para evaluar su eficacia e impacto a largo plazo.
