La Mesa de la Sequía no plantea medidas concretas ante una situación 'dramática'

Las organizaciones de agricultores, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes se han citado con el Gobierno en la Mesa de la Sequía, donde se ha debatido sobre una serie de medidas necesarias para combatir la situación tan difícil que está atravesando el sector primario. La sesión ha finalizado sin que el Ejecutivo tome ninguna decisión concreta. 

Las asociaciones de agricultores han exigido ayudas directas, inmediatas y que se establezca un real decreto para paliar la situación. El Gobierno, por su parte, se ha comprometido a solicitar a la Comisión Europea la flexibilización de la Política Agraria Común y a ofrecer un nuevo paquete de medidas de ayudas.

La Mesa de la Sequía era muy esperada por las comunidades autónomas y los representantes del sector. Sin embargo, la consejera andaluza de Agricultura, Carmen Crespo ha expresado públicamente su disconformidad con la ausencia de Luis Planas, ministro de Agricultura, y Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica. En su lugar, el encuentro ha sido liderado por el subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Gabriel Trenzado, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España aseguraba tras concluir la sesión: «Por el momento no hay medidas. Pedimos un real decreto extraordinario con medidas tendentes a que haya mayor liquidez para pasar este año. Va a haber menos producto. Por tanto, el nivel de rentabilidad va a ser más bajo.» 

La situación de sequía en Andalucía es preocupante, y más si se tiene en cuenta el papel tan fundamental que este sector tiene en la comunidad autónoma. Manuel Alejandro Cardenete, catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía e investigador, ha realizado un estudio sobre el impacto económico de la sequía en Andalucía y tilda de «dramática la situación actual»: «La agricultura en Andalucía aporta el 5,3 del PIB, más del doble de la media española. A esto hay que añadirle un sector agroalimentario muy desarrollado los últimos años, que sumado a la distribución agroalimentaria suma el 15,3% del PIB. Es decir, más que el turismo que es el 13%.» 

Tras estas cifras, el catedrático ha ratificado a THE OBJECTIVE que la caída del PIB en Andalucía podría ser del 7%, y la pérdida de empleos podría ascender a los 122.000. Todo ello se daría si la sequía se prolonga durante el resto del año y los sectores productivos o instituciones públicas no reaccionan.

Si se desea minimizar este impacto, las ayudas son necesarias. Pedro Barato, Presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha solicitado a las instituciones el establecimiento «urgente» de un decreto de sequía que actúe sobre temas económicos y en los seguros agrarios. También ha lamentado la ausencia de Lluis Planas en la Mesa de la Sequía.

Los embalses en Andalucía se encuentran en torno al 27%, siete puntos por debajo con respecto al año pasado en esta época. Actualmente, los embalses almacenan 3.000 hectómetros cúbicos, mientras que el pasado año rebasaban los 3.800. «La situación es dramática porque no llueve, ni tiene visos de que llueva, y estamos en abril. Esto puede llegar a ser muy dramático si no hay ningún cambio porque la dependencia que tenemos del sector primario es muy grande en Andalucía. Podemos vernos en una situación económica muy difícil», asegura Manuel Alejandro Cardenete. 

Mientras tanto, la Junta de Andalucía prepara un tercer decreto de 163 millones de euros para combatir los efectos de la sequía que se aprobará la próxima semana. Juanma Moreno remarcó esta semana que la comunidad solo tiene el 33% de las competencias, mientras que el 67% restante las mantiene el Gobierno de Sánchez. Por ello, el presidente andaluz ha pedido al Ejecutivo que sea sensible a la situación que está atravesando el sector y sea capaz de escuchar y realizar un plan integral que permita reparar los daños causados por la sequía. 

Andrés Góngora, secretario general de COAG Almería ha solicitado que el establecimiento del decreto de sequía no se convierta en una disputa entre comunidades y el Gobierno central. Juanma Moreno, dispuesto a ello aseguraba en el Palacio de San Telmo que «no queda otra que redoblar esfuerzos para prevenir y afrontar esta durísima realidad.»

Los datos ofrecidos por el estudio sobre el impacto económico de la sequía en Andalucía dejan a la comunidad autónoma ante un contexto hostil de no tomarse ninguna medida. Ignacio Huertas, secretario ejecutivo de UPA ya ha solicitado que se vuelva a convocar otra reunión lo más pronto posible, en este caso, con Lluis Planas como representante del Ministerio de Agricultura.

El olivar andaluz, muy perjudicado

La sequía está afectando a muchos sectores, entre ellos al olivarero. Andalucía es la mayor región productora de aceite de oliva. David Serrano, director técnico de Aceite la Verea Andaluza, ha asegurado a THE OBJECTIVE que el problema ya viene arrastrando al sector desde el año anterior: «La aceituna de este año está relacionada con el crecimiento vegetativo del año anterior. Este año, además de tener una cosecha muy escasa, se suma la sequía. Hay ya floraciones que están secas en ciertas partes de Andalucía, y eso es un gran problema.» 

Manuel Alejandro Cardenete apunta que la producción de aceite ha caído en un 55% con respecto al año anterior, que ya fue un mal año: «Además, el 60% se exporta, por lo cual supone una patada brutal al sector exterior», añade el catedrático de Economía.

David Serrano afirma que en líneas generales los olivares de secano, los cuales solo se mantienen a partir del agua de la lluvia, no generarán ningún tipo de aceite. El escaso crecimiento vegetativo del año anterior y la ausencia de lluvias harán que este tipo de olivos no produzcan este año. A pesar de que su cosecha no ha notado un gran descenso de producción, corrobora que la situación en el sector es bastante delicada: «El año pasado hubo comarcas en Jaén que no produjeron nada, un 0% de producción. Y este año, se va a volver a repetir.»

En este contexto, el director general de Aceite la Verea Andaluza subraya la importancia de manejar bien el cultivo, conocerlo y aplicar los procesos correctamente, porque a pesar de que las ayudas puedan mitigar la situación, la eficiencia es clave en el campo y será recompensada tarde o temprano en el mercado.