La Inteligencia Artificial llega al campo andaluz

La sequía golpea a Andalucía. Como ha apuntado en THE OBJECTIVE, Manuel Alejandro Cardenete, catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía e investigador, en su estudio sobre el impacto económico de la sequía en Andalucía, si las lluvias siguen sin llegar y el sector privado y público no reaccionan, la caída del PIB en Andalucía podría llegar al 7% y la pérdida de empleos podría ascender a los 122.000.

El sector primario en Andalucía es muy relevante, de hecho, la suma de la agricultura y el sector agroalimentario sitúan el PIB en un 15,3%, rebasando al turismo andaluz que supone un 13%. Sin embargo, el campo suspende en tecnificación e inversión en I+D. Esta tendencia podría cambiar al cabo de los próximos años. La Inteligencia Artificial, el machine learning y el big data podrían ser piezas clave para mantener a un sector muy castigado.

La empresa almeriense Ikos Tech implementa sus diseños tecnológicos alrededor de toda España. Su estrategia, según ha contado Joaquín Soriano, CEO y cofundador de Ikos Tech, se basa en dos actores principales. En primer lugar, se ofrece al agricultor un dispositivo inalámbrico que funciona con batería y placa solar, que cada 12 minutos envía la información recopilada por los sensores conectados. Estos sensores miden la salinidad del suelo, la humedad, el porcentaje de agua que hay en la tierra y la temperatura ambiente. El segundo elemento fundamental es el tensiómetro. Su función es medir el esfuerzo que la planta hace en absorber el agua del suelo.

Joaquín Soriano afirma que la digitalización en el campo está empezando, por lo que no hay mucho conocimiento. Esta realidad implica que al agricultor no solo se le ofrezcan una serie de datos sino también una herramienta para entenderlos: «Hemos trabajado en un algoritmo llamado rain drop que lo que hace es captar datos del suelo después de poner los sensores durante 20 días. Con un algoritmo de machine learning, compara todos los datos que han captado los sensores con la base de datos de Ikos Tech, las condiciones ambientales y con una serie de parámetros que tiene el algoritmo. A partir de ahí, el agricultor recibe unos rangos que le permiten tomar decisiones sobre el riego que tiene que hacer.»

Este tipo de técnicas, según aseguran los agricultores que ya han implementado los algoritmos de machine learning en sus cultivos, ayudan mucho a hacer mucho más eficiente el riego. Manuel Alejandro Cardenete asegura que uno de los pasos a dar para tratar de paliar la situación de la sequía es la eficiencia del riego, así como la tecnificación del campo. Afirma que en países de secano como Israel consiguen una producción muy elevada debido a la inversión en tecnología y la eficiencia de agua que eso genera.

Una de las empresas que ha accedido al ensayo con IkosTech ha adaptado la tecnología a parte de su terreno. En la primera fase, se ha aplicado a unas 2.000 hectáreas. Tras el estudio, se ha concluido un ahorro del 40% de agua. Además del beneficio medioambiental que supone, a nivel económico permite a esta empresa un ahorro de siete millones de euros anuales. 

Según el Ministerio para la Transición Ecológica en la época más reciente se acumulan los años más cálidos. Es decir, desde el año 1961, – cuando se comienzan los registros sobre temperatura media – siete de los diez años más cálidos se han registrado en el último decenio. Este hecho tiene su impacto sobre el campo y genera mayor necesidad del agua.

Joaquín Soriano ha contado a THE OBJECTIVE uno de los casos que han vivido los agricultores almerienses: «Los precios del pimiento en enero y febrero han estado disparados. Esto es porque ha habido menos producción debido al incremento de temperatura de tres grados media en el mes de octubre y noviembre. La planta adelantó muy rápido el fruto y cuajó los frutos que tenía que cuajar. Esa subida de tres grados, ha tenido un consumo de un 20% más de agua.»

El CEO de Ikos Tech afirma que aunque sus herramientas se están utilizando en diferentes provincias de España, Andalucía está apostando cada vez más por la tecnificación del campo. Concretamente, asegura que la provincia de Almería, que representa el 70% de su clientela, está muy interesada en seguir potenciando el sector primario a través de una tecnología que ya recopila, apunta el CEO, 140 millones de datos. 

Además, Joaquín Soriano asegura que las ayudas que se establecen desde el Gobierno al campo no están bien enfocadas: «A nivel nacional no hay un incentivo para las empresas, el 80% de la inversión del pequeño agricultor debe salir de su bolsillo. Hay una gran distancia entre lo público y el problema real, y parte de la solución parece estar en apostar por la tecnificación desde el sector privado.»

Este interés del sector también parece tener una respuesta por parte de este tipo de empresas, que siguen desarrollando líneas futuras de investigación basadas en la Inteligencia Artificial y el dato. Joaquín Soriano asegura que la siguiente herramienta en la que trabajan es la llamada: ‘7K’, la cual permite predecir con una probabilidad superior al 85% la temperatura que se tendrá el siguiente día en un punto concreto del cultivo, así como la humedad, temperatura del suelo y radiación. 

IkoDSS también está en vías de investigación. La herramienta permitirá predecir fisiopatías en los cultivos. A partir de una serie de variables, previene al agricultor sobre cuándo se dan unas condiciones favorables en las que el cultivo puede ser atacado por alguna enfermedad: «Al fin y al cabo, todos los sistemas están pensados en dar más herramientas al agricultor para que tome mejores decisiones», concluye Joaquín Soriano.