Desarticulada una red de trata de personas y explotación sexual en Melilla

La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada al tráfico de personas con fines de explotación sexual y laboral que operaba en Melilla desde hace varios años. La operación ‘Heteras’ se ha saldado con cuatro detenidos, tres hombres y una mujer, y una quinta persona en calidad de investigada.

La operación comenzó a principios del año pasado, cuando la Guardia Civil constató la existencia de una organización que captaba a mujeres con escasos recursos económicos, algunas de ellas menores de edad, y que tenían pocas posibilidades de encontrar un trabajo en España por ser extranjeras y, una vez las introducían en Melilla, las obligaban a prostituirse en dos pisos.

Las mujeres eran tratadas “en un régimen de semiesclavitud”, explica la Guardia Civil, pues “no disponían de libertad”. Además, eran obligadas a consumir drogas “para que estuvieran activas y las inducían para que se las facilitaran a sus posibles clientes”.

El líder de la organización, un hombre de unos 40 años de edad de nacionalidad marroquí, era el encargado de supervisar y controlar el precio y número de servicios que tenían que realizar las víctimas, y se aseguraba de que llevaban un horario ininterrumpido para ejercer la prostitución.

Además, les cobraba el alojamiento y la manutención, dejándoles unos ingresos insignificantes que apenas les alcanzaban para subsistir.

Si alguna de las mujeres se quedaba embarazada, daba a luz en el Hospital Comarcal de Melilla y los proxenetas la obligaban a pagar un precio para buscarle un hombre de nacionalidad española que asumiera la paternidad del bebé.

En el registro de los dos pisos, ubicados en el mismo inmueble, se han intervenido tres kilogramos de polen de hachís, varias dosis de cocaína dispuestas para el consumo, libros de familia expedidos a nombres de terceras personas, el pasaporte español de un recién nacido, así como dinero en metálico y abundante documentación y teléfonos móviles.

En las viviendas donde las víctimas eran obligadas a prostituirse también se consumía y distribuía droga y se vendía alcohol y tabaco.

La operación continúa abierta y no se descarta que haya más víctimas o personas inscritas en el Registro Civil mediante el fraude realizado por esta organización.