Detenido un pinche que robó y revendió 12.000 euros de solomillos y entrecots en Alicante
El hombre vendía los productos que sustraía del restaurante en el que trabajaba a otro establecimiento de la ciudad
Policía Nacional. | Archivo
Un ayudante de cocina de 32 años ha sido arrestado acusado de ser el presunto responsable de una serie de robos en el restaurante donde trabajaba en Alicante. Según fuentes de la investigación, el valor de lo sustraído asciende a más de 12.000 euros, incluyendo filetes de solomillo y entrecots.
El detenido, de nacionalidad española, habría cometido estos hurtos entre enero y septiembre de este año, sumando un total de 8.393 euros en solomillos y 3.613 euros en entrecots, además de una cantidad no determinada de botellas de bebidas alcohólicas y comida preparada.
La operación de sustracción no solo se limitaba a la carne de alta calidad, sino que también incluía otros productos, los cuales eran vendidos a otro establecimiento hostelero de la localidad para obtener un beneficio económico. La Policía Nacional ha detallado que el sospechoso utilizaba una mochila y bolsas de plástico para extraer la mercancía sin levantar sospechas. Tras la denuncia de la dueña del restaurante, quien reportó pérdidas cercanas a los 10.000 euros en productos de consumo solo durante este año, se inició una investigación que finalmente llevó a la detención del segundo de cocina.
El implicado, que llevaba trabajando en el restaurante desde 2017, aprovechaba su posición y antigüedad para llevar a cabo los hurtos. Después de ser puesto a disposición judicial por un supuesto delito de hurto continuado, el hombre ha quedado en libertad con cargos. Este caso resalta la importancia de la vigilancia interna en los negocios de hostelería, así como las consecuencias legales que enfrentan aquellos que cometen delitos contra la propiedad.
La comunidad de Alicante ha mostrado preocupación por este tipo de incidentes, especialmente en áreas comerciales donde la seguridad debería ser máxima. El restaurante afectado, un conocido punto de encuentro gastronómico en la ciudad, ha reforzado sus medidas de seguridad tras el incidente para prevenir futuros robos. Este suceso ha puesto de relieve la necesidad de controles más estrictos y supervisión continua en el sector de la restauración para proteger los valiosos recursos que contribuyen al éxito de estos negocios.
