Hay una multitud de italianos en esta pequeña sala de conferencias de Alcalá 31, todos ellos elegantes y bien vestidos y algunos incluso con bufanda en interior, y entre ellos resalta Toni Servillo con sus gafas estilo Buddy Holly, solo que con un sombreado en las lentes, aguardando en la puerta antes de la última orden. El actor napolitano presenta la obra de teatro Elvira, que protagoniza en el teatro Kamizake [en el barrio de Embajadores] junto a los jovencísimos Petra Valentini, Francesco Marino y Davide Cirri, y lo hace con una expectación sensible, aunque tampoco masiva. Elvira es el cierre del Festival de Otoño a Primavera, que ya cumple 35 años en Madrid.