Solo el 6,4% de las personas que viven bajo el umbral de la pobreza se benefician del ingreso mínimo vital (IMV). Así lo ha denunciado este miércoles la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que ha advertido de que tres de cada cuatro solicitudes han sido denegadas.
Por que es importante: según un análisis de la asociación, únicamente el 6,4% de la población bajo el umbral de la pobreza se ha beneficiado de este ingreso, lo que supone el 1,2% de la población española, mientras que el sistema de Rentas Mínimas ofrecía una cobertura superior (un 8%, es decir, 1,6 puntos por encima del IMV). La entidad ha alertado, asimismo, de que un 30% de las solicitudes para recibir esta ayuda están pendientes de resolver y ha lamentado que el IMV no mejora la cobertura y la cuantía del sistema autonómico de rentas mínimas.
Siguen existiendo diferencias por territorios y, mientras hay comunidades que únicamente tienen una cobertura del 3,5% —como Baleares—, o del 4,2% —como Cataluña o Castilla La Mancha—, otras como Aragón —12,2%— o Navarra —14,2%—, superan ampliamente la media.
La organización señala también que los beneficiarios del IMV únicamente llegan al 80% de los beneficiarios del Sistema de Rentas Mínimas y que la cuantía media por perceptor del IMV supone el 16,4% de la renta media por hogar en España. También denuncia que solo se ha aprobado un 26% de las solicitudes, una cifra «irrisoria» que no responde a las expectativas depositadas en esta nueva medida ni tampoco a las necesidades de la población azotada por las consecuencias de la pandemia[contexto id=»460724″].
Advierte de que las denegaciones se producen por la complejidad del procedimiento y la dificultad de cumplir unos exigentes requisitos y la mayoría de las denegaciones se ha producido por no cumplir el criterio de vulnerabilidad (al superar los umbrales de renta y patrimonio) ya que se valoran los ingresos de la renta de 2019, año en el que no impactó la COVID-19.
«El Gobierno no ha cumplido ni siquiera con una cuarta parte del objetivo que se planteó de que en unos meses llegaría el IMV a las 800.000 familias que malviven en la pobreza extrema en nuestro país», lamenta la asociación. Las colas del hambre «deberían avergonzar a los gobernantes y en lugar de ser noticia, tendrían que ser la denuncia continua de la impericia del Gobierno en la gestión de la ‘vacuna contra la pobreza’, que es el Ingreso Mínimo Vital», señala.