A Alexa le basta con escucharte para descubrir en qué calle y en qué piso vives

Un equipo de auditores de Alexa, el asistente de voz inteligente de Amazon, tiene tal nivel de acceso a la información de los usuarios que fácilmente puede hacerse con datos tan sensibles como la ubicación precisa de tu casa. El medio especializado Bloomberg, que ha contactado con los empleados, ha revelado que este equipo transcribe, anota y analiza parte de las grabaciones que Alexa recoge de sus propietarios.

Este proyecto se puso en marcha por la vocación de Amazon de mejorar las funciones de su asistente. El problema, explica Bloomberg, radica en que los auditores pueden introducir información como la geolocalización en softwares de terceros –esto es, que no pertenecen a Amazon– y encontrar la ubicación de las residencias. Algunos miembros del equipo lo han comunicado así al medio, a pesar de contar con una cláusula de confidencialidad al respecto y a pesar de que la compañía de Jeff Bezos negara que esta falla fuera posible.

El acceso «innecesariamente amplio» a esta clase de datos no significa que, hasta el momento, los trabajadores de Amazon hayan hecho uso de los mismos. Se trata más del riesgo a que pueda producirse en algún momento. Lindsay Barrett, especialista en tecnología y comunicaciones consultada por Bloomberg, matiza el por qué de la gravedad de esta cuestión: «Cada vez que alguien está recopilando dónde estás, alguien puede acceder a esa información y encontrarte aun cuando no quieres que te encuentre».

Amazon, por su parte, insiste en que el equipo de trabajo de Alexa está altamente controlado, que hay auditorías constantes a los trabajadores y que existe una política de intolerancia ante cualquier atentando contra la privacidad de sus usuarios. Estos equipos están radicados, por cierto, en tres continentes distintos: hay puntos de desarrollo de Amazon en Massachusetts, India y Rumanía.