Un dron gallego para localizar a personas desaparecidas mediante inteligencia artificial
El DronFinder echa mano de tecnologías de última generación para ayudar a los servicios de emergencias
Steve Jobs decía que una idea genial solía ser la suma de un par de grandes ideas. Con su iPhone demostró la afirmación, al unir un teléfono móvil al uso de Internet, dos ideas que hoy día parecen indisolubles. En España se está haciendo algo parecido, salvando las distancias, con drones a inteligencia artificial (IA) para solventar un problema sensible: localizar a personas desaparecidas.
Lo hemos visto decenas de veces en películas de ciencia ficción: Tom Cruise corre intentando pasar desapercibido por un mercado repleto de gente, y una extraña aeronave del tamaño de una caja de zapatos sobrevuela su cabeza. Le ve, le reconoce, y entonces la película pega un traspié. Pues esto es ya una realidad, pero fuera de las películas, y sin el actor estadounidense.
Idea gallega, deseo de todos
Muchos cuerpos de seguridad soñaban con algo así, y ha sido la Axencia Galega de Emerxencias (AXEGA) la impulsora de la idea y la primera en ponerla en funcionamiento. No ha estado sola, porque si ellos han sido los que encendieron la mecha, han sido Aeromedia, Indra y el Instituto Tecnológico de Galicia (IGT) los que han aportado el músculo tecnológico que ha hecho avanzar al proyecto.
La idea primigenia se planteó al analizar datos de un tipo de emergencia muy concreto: encontrar con rapidez con personas perdidas, y en especial, a discapacitados, o con deterioro cognitivo o enfermedades neurodegenerativas. La asociación SOS Desaparecidos maneja datos muy interesantes en este aspecto. El 46 % de los desaparecidos de más de 70 años padecen Alzheimer. Se desorientan, salen de su espacio de dominio, y en muchas ocasiones aparecen a menos de cinco kilómetros de sus domicilios, y no siempre con vida.
De la misma manera, en caso de accidentes, hay personas que se pierden, pero no tienen forma de contactar con sus familiares o allegados. El ejemplo es el de ciclistas, montañeros o excursionistas, de los que se saben por donde podrían moverse, pero no llevaban un teléfono, se quedó sin batería o carecía de cobertura en una zona concreta. El frío en invierno, la necesidad de atender tratamientos médicos, lesiones graves por accidentes o la mera inanición pueden convertir un asunto trivial en algo mucho más grave. Por eso, diversos análisis apuntan a que las primeras 48 horas son clave para el éxito de una búsqueda de este tipo; no es tanto un problema de abarcar mucho espacio de búsqueda, como de tiempo.
Cómo funciona
El DronFinder ha sido diseñado con la finalidad única de localizar a personas perdidas, y echa mano de una serie de tecnologías de última generación. La primera, casi de origen militar, es un sensor de señales provenientes de teléfonos móviles, relojes inteligentes o cualquier otro sistema digital conectado. Todos ellos emiten radiofrecuencias, incluso apagados o con niveles muy bajos de batería, que se pueden capturar desde el aire y dotarlas de cierto índice de personalización. Si la persona buscada lleva uno de estos dispositivos, aunque no sea consciente de ello, podría ayudar en las búsquedas. Esta tecnología ha sido aportada por Aeromedia, al igual que todo el sistema operativo del aparato.
El gigante tecnológico Indra aporta el segundo sistema integrado: la cámara, que puede adquirir imágenes en color, tipo RGB, y al mismo tiempo puede generar imágenes térmicas. Pero esto es solo una parte de un sistema mucho más complejo. La compañía también proporciona el sistema de procesamiento de datos que aglutina toda la información recogida por los diversos sensores. Una vez recibidas, las confronta con el Sistema de Gestión de Búsqueda de Personas Desaparecidas (SGBPD), que centraliza y almacena las entradas de datos. Cualquier miembro del 112, servicios de emergencia, o fuerzas policiales relacionadas con una búsqueda podría acceder a los datos en tiempo real, desde un dispositivo con acceso a Internet.
La tercera pata tecnológica la añade el Centro Tecnológico Gallego, el ITG, que posee una amplia experiencia en análisis de Inteligencia Artificial aplicada a la captura de imágenes. Aunque siempre haya personas frente a una pantalla, la IA integrada y entrenada con decenas de horas de vídeos, reduce los tiempos de evaluación, nunca se cansa, y funciona de día y de noche. Los algoritmos están programados para poder revisar una enorme cantidad de imágenes en un corto periodo de tiempo. Puede hacer el trabajo de varias personas y admite enormes volúmenes de procesado.
Multisensor aéreo
Cuando la Inteligencia Artificial detecta una coincidencia, mediante las imágenes que posee en su base de datos con el reconocimiento de la persona buscada, o las señales electrónicas que pueda emitir, emite un aviso. Con un sistema de geolocalización avanzado, sitúa con mucha exactitud a objeto de su hallazgo, dato que es transmitido junto a esta alarma, que llega de manera instantánea a los equipos de emergencias. Con este procedimiento se reducen los tiempos de respuesta y se optimizan los recursos empleados en la búsqueda.
Tras un periodo de pruebas en diversas situaciones y escenarios, el DroneFinder ya está plenamente operativo. En esos test se ha enfrentado a búsquedas en zonas circundantes a núcleos urbanos, el tipo de área más habitual en este tipo de casos, pero también se ha entrenado en áreas costeras y rurales, muy habituales en Galicia.
El proyecto se ha generado en el polo aeroespacial de Galicia, conocido como el Civil UAVs Initiative, y diversas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y entidades sociosanitarias se han interesado por su tecnología. Un paso más en atajar un problema que está yendo cada día a más. Según los registros, tres de cada cuatro desapariciones son protagonizadas por personas de más de 60 años, y en el resto de España las cifras deben ser muy similares. La población está envejeciendo a pasos agigantados, y esto solo puede ir a más. Pues ya hay una solución, al menos en parte.