¿Puede volver a tener éxito un juego de culto retocándolo con tecnología actual?
En esta nueva versión se han mejorado las armas y el protagonista cuenta con voz, pero, sobre todo, se han rehecho los gráficos
Allá por 2008, a todos sorprendió un survival horror ambientado en el espacio llamado Dead Space que vuelve a estar de plena actualidad. Su creador, Glen Schofield, lanzó a finales del pasado año The Callisto Protocol, del que THE OBJECTIVE dio oportuna información, con claras reminiscencias de su pasado y famoso título. Y ahora Motive Studio y Electronic Arts lanzan el remake de ese videojuego de culto, que a todos sorprendió por su novedosa forma de ver el terror a bordo de una nave espacial.
En la nueva versión, se han mejorado las armas y el protagonista cuenta con voz, además de una mayor movilidad en estados de gravedad cero gracias a sus botas autopropulsadas. Pero, sobre todo, este videojuego gráficamente brilla gracias al motor Frostbite 3 de EA Digital Illusions CE, utilizado en títulos tan resultones como Star Wars Battlefront o la saga Battlefield. Además, se ha tenido muy en cuenta el sonido y el resultado es tan sorprendente que incluso alguno de sus desarrolladores ha declinado el uso de auriculares para jugar al título por la noche, por la inquietante y sobrecogedora atmósfera que se transmite vía audio. El movimiento de la cámara es pura delicia, pudiendo observar cualquier ángulo con suavidad.
El argumento nos sitúa en una nave espacial que se aproxima a la plataforma minera USG Ishimura, con la que se ha perdido el contacto. En la nave se encuentran cinco tripulantes entre los que está el ingeniero Isaac Clarke, nuestro protagonista cuya novia se encuentra en la plataforma. Tras un complicado aterrizaje, el equipo se da cuenta de que los daños de USG Ishimura son mayores de lo que pensaban. La plataforma está desierta y deberán intentar volverla a poner en funcionamiento mientras intentan descubrir que ha pasado allí.
Sorprendidos por el ataque de unas criaturas terroríficas denominadas «necromorfos», con cuerpos humanos y extremidades arácnidas, Isaac debe continuar solo con la exploración de la nave mientras sus compañeros supervivientes durante el ataque se comunican con él por videollamada. Así nos introducimos en un laberinto de compuertas, pasillos y salas de máquinas bajo una atmósfera terrorífica, de luces, sombras y siniestros sonidos que verdaderamente ponen los pelos de punta y anuncian la aparición en cualquier momento de esas siniestras criaturas, que no tienen otro objetivo que destruirnos a base de mordiscos y golpes con sus puntiagudas extremidades.
La supervivencia es la clave de ‘Dead Space’
Durante el primer encuentro con ellos, no disponemos de arma ni utensilio alguno para podernos defender, así que toca escabullirse de alguna manera mientras les golpeamos. Isaac posee un mono de combate preparado con medidores tanto de oxígeno como de salud, así que será fácil saber cuándo debemos hacer uso de nuestros recursos y utilizar por ejemplo botiquines. El ingeniero puede aplicar con su mano derecha potentes puñetazos y con su pierna patadas y pisotones que son fundamentales para acabar con los necromorfos y tener la oportunidad de recoger objetos que se encuentran en su poder y que nos pueden servir en el futuro.
A través de los pasillos, cubiertas y salas de máquinas podremos encontrar contenedores que contienen en su interior arsenal para atesorar. La gestión de utensilios y armas la hacemos gracias a un holograma que se refleja con la simple pulsión de un botón. Pero su uso no paraliza los ataques en los que nos veamos envueltos. La primera arma que encontraremos será la cortadora de plasma, gracias a la que podremos disparar a las criaturas apuntando a sus extremidades y paralizar su demoniaco ataque. Un tiro certero destrozará sus tejidos y otro podrá amputarles el miembro para que no puedan moverse y así, poderles pisar como a cucarachas hasta que exploten en una verbena de sangre, vísceras y crujidos. Esa es la manera de asegurar que no vuelven a la carga, porque algunos se hacen los muertos y en el momento en que nos acercamos se incorporan rápidamente para atacarnos.
Los enemigos, tontos no son. Los hay que escupen veneno, que se esconden en los conductos de ventilación, con protuberancias cartilaginosas, en fin, un asco de enemigos que algún día fueron humanos como nosotros. Lo iremos descubriendo gracias a grabaciones de audio de los tripulantes desaparecidos que vamos encontrando y que transmiten sus más terribles momentos de angustia y terror. Y, para momentos de pánico, algunas partes en las que nos quedamos sin luz en alguna de las estancias y nuestra visión se reduce a la luz de nuestra linterna, para mayor sobresalto de nuestros esfínteres.
Afortunadamente tendremos momentos de «asueto» mientras resolvemos algún puzzle arreglando alguna maquinaria atrancada o buscando algún panel de control para devolverla a su funcionamiento. Además de poder consultar el mapa y los objetivos de la misión gracias al holograma, disponemos de un módulo de kinesis incorporado en el guante izquierdo, que conectado a nuestro traje nos ayuda a descubrir la ruta a seguir gracias a un haz de luz, a suspender objetos en el aire, a disparar contra enemigos y a ralentizar maquinaria.
Un resultado sorprendente
A medida que vamos entrando más y más en la aventura, podemos ir modificando y mejorando las características del armamento y del traje. Para ello deberemos canjear los créditos que hayamos encontrado en algún lugar del recorrido o que hayan soltado los enemigos en el momento de su eliminación, en los puestos denominados «Bancos». A través de nodos podremos aumentar nuestras habilidades en el árbol correspondiente tanto de las armas como de la armadura.
Ya existen entusiastas del título deseando un nuevo remake de la segunda y tercera parte que fueron estrenadas ante las quejas de los fans sobre la deriva de la franquicia hacia los shooters puros y duros. No es improbable, al menos en el caso de Dead Space 2, ya que su director artístico Mike Yazijian, también ha participado en el remake.
A pesar de que muchos consideramos más interesantes los desarrollos de nuevas franquicias en lugar de juegos legendarios que aprovechan las nuevas tecnologías para seguir exprimiendo la marca, el resultado de Dead Space Remake es tan sorprendente, que, puestos a pedir, lanzo la propuesta de un remake de Tomb Raider 2.
Dead Space Remake está disponible para PlayStation 5, Xbox series y PC.