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'Starfield': el mejor juego del año ha sido injustamente tratado

Hay especialistas en poner cualquier tipo de pega a los estrenos sin ningún tipo de conocimiento ni consideración

‘Starfield’: el mejor juego del año ha sido injustamente tratado

Viaje en nave espacial en el videojuego 'Starfield'. | Bethesda

La guerra de compañías no se queda solo en el negocio del entretenimiento interactivo, sino que trasciende a muchos otros ámbitos. Se han puesto de moda últimamente las palabras review bombing por la cantidad de usuarios que, a través de las redes y los foros, se dedican a restar puntuación a los nuevos juegos que salen al mercado. Mayormente por ser fieles seguidores de la compañía contraria a la que edita el juego. Especialistas en poner cualquier tipo de pega a los estrenos sin ningún tipo de conocimiento ni consideración. Todos los títulos atraen a los detractores del mercado y si son juegos AAA con mucha demanda, se hacen notar más todavía. Este es el caso de Starfield, el juego estrella de este año para Microsoft.

Bethesda, la compañía responsable de reputadas franquicias como The Elder Scrolls o Fallout, especialistas en bordar los juegos de rol y ofrecer muchísimas horas de entretenimiento con cada uno de los títulos, es la compañía responsable del desarrollo de Starfield. Otro éxito conseguido a pesar de que acechen los detractores, que parece han aumentado mucho tras la polémica lucha entre Sony y Microsoft.

Starfield es un RPG de ciencia ficción con un mundo inmenso, su estreno tuvo lugar el pasado día 6 y hasta el momento han conseguido seis millones de jugadores. Todo un hito para Bethesda. Y es que el juego verdaderamente absorbe al jugador y le mete de lleno en una aventura por el espacio en la que no falta de nada. Nos traslada al año 2330, con una humanidad establecida en colonias a lo largo del inmenso espacio exterior, en busca de nuevos planetas con las características óptimas como para poder establecerse en cualquiera de ellos: recursos, oxigeno etc.

Manejamos a un minero espacial que, excavando en una gruta, descubre una misteriosa pieza solida perteneciente a algún artefacto extraño. Tras su contacto con ella sufre un desmayo y alucinaciones. Ese es el motivo tras el que se empieza a desarrollar la trama principal que nos llevará a alistarnos en el cuerpo de seguridad y defensa de los territorios conquistados por la humanidad, las denominadas Colonias Unidas. Nuestro principal enemigo será la Flota Carmesí, un ejército de piratas espaciales que se asientan en cualquier construcción abandonada de cualquier planeta para continuar con sus conquistas.

Creamos nuestro personaje, colonizador, diplomático, explorador, gánster, mercenario, artista, cazarrecompensas… así, tenemos hasta veinte opciones. Podemos elegir el físico con un completo editor con el que podemos pasar mucho tiempo dados los numerosos parámetros que contiene, pudiendo elegir su personalidad, gustos, aficiones y rasgos, de los que podremos elegir tres siempre y cuando sean compatibles. A partir de ahí todo se convierte en exploración. Tenemos a nuestra disposición tres cámaras para visualizar el personaje, una en primera persona, otra en tercera persona desde el hombro y la otra más también en tercera persona con la que vemos por detrás al personaje. Las posibilidades son apabullantes. No existe ningún tipo de menú explicativo, por lo que todo lo tenemos que ir descubriendo por nosotros mismos. Eso nos da la posibilidad de sentirnos satisfechos por el logro conseguido.

Más de 1.000 planetas que explorar

Para trasladarnos de un planeta a otro, y la compañía ha asegurado que existen 1.000, usaremos una nave que, a medida que avancemos podremos personalizar. Comprar nuevos mecanismos para ella y mejorar su funcionamiento. Pero ojo porque, cuando despegamos o aterrizamos después de haber elegido la ruta que queremos seguir gracias al inmenso mapa de la galaxia, es cuando el juego aprovecha y usa una ventana de carga, por lo que ese tipo de maniobras se resuelven con una cinemática. Sí, me hubiera gustado poder despegar y aterrizar de forma manual.

El uso de armas en la nave es muy sencillo y se resuelve con solo un par de botones disponiendo de laser, cañón y lanzamisiles, los ataques del enemigo no son muy complicados de resolver. Mención especial para la misión en la que debemos abordar otra nave en el espacio para hacernos con ella reduciendo a su tripulación. Aunque, precisamente, misiones hay para dar y tomar, más allá de la principal que gira en torno a la historia y que consiste recuperar todas esas extrañas piezas como la que encontramos en nuestra primera experiencia minera.

Y es que cuando aterrizamos en una ciudad creada por la colonia, nos toparemos con un montón de personajes con los que poder hablar y que en muchas ocasiones nos ofrecerán no solo misiones secundarias, hasta trabajos para conseguir créditos. Transportista espacial, guardia de seguridad de la colonia… A las dos horas de juego podemos haber atesorado hasta quince misiones secundarias aparte de la principal. Verdaderamente increíble lo infinita que nos puede resultar la aventura. Si encima nos paramos a observar los bellos parajes que encontramos no solo en las ciudades sino en los numerosos planetas que no tienen que ver entre sí y que se diferencian por la habitabilidad que ofrecen, las especies animales de ese ecosistema concreto, la cantidad de recursos minerales que podemos encontrar… tenemos juego para un año.

Eso sí, una vez acabado —un servidor no ha llegado ni a la mitad a pesar de haber dispuesto de algunos días para su análisis desde su lanzamiento— podremos elegir otro personaje cuyos parámetros sean diferentes y pasar la aventura eligiendo otros modos de actuación ante las misiones. Es uno de los juegos más absorbentes que nos podemos echar a las manos. Con curiosos detalles como poder visitar a nuestros padres y observar que tienen rasgos parecidísimos a los que hemos creado para nuestro personaje. Utilizar laboratorios de investigación en donde utilizar los minerales conseguidos durante la exploración de planetas, para descubrir nuevas fórmulas de fabricación. Encontrar mesas de trabajo industrial para crear componentes básicos que se utilizan para construir estructuras para los puestos y modificaciones para las armas y el equipo. Construir en los planetas generadores de energía o ubicaciones de almacenamiento. Comprar o robar naves.

Y ojo que pueden poner precio a nuestra cabeza. Aunque existe una solución para esa circunstancia; ir a la ciudad y localizar unos cajeros automáticos en los que podemos pagar una cantidad determinada para que anulen la búsqueda y su recompensa. También podremos reclutar personajes especializados para que nos ayuden en la aventura, regateando con ellos su sueldo a base de establecer una conversación y elegir las contestaciones adecuadas para convencerle. Mucho que hacer además de gestionar toda la cantidad de objetos que vamos encontrando, desde minerales a armamento o utensilios de personalización, trajes, cascos, mochilas…Teniendo en cuenta que el número de objetos en nuestro inventario resta movilidad y oxígeno, además de imposibilitar los viajes rápidos de un punto a otro.

Acción, exploración, gestión, puzzles, sigilo, criaturas alienígenas, subidas de nivel para aumentar las habilidades, absolutamente todo en este claro candidato a mejor juego del año le pese a quien le pese.

Starfield está disponible para PC y Xbox series.

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