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'Baldur's Gate 3': sexo y dados en uno de los mejores videojuegos del año

La nueva propuesta del mundo del rol va a ser una de los más premiadas en 2023 y de las más jugadas en cooperativo

‘Baldur’s Gate 3’: sexo y dados en uno de los mejores videojuegos del año

Imagen promocional de 'Baldur's Gate'. | Larian Studios

El esperadísimo Baldur’s Gate 3 ya contaba hace un par de años con una versión anticipada después de veinte años de sequía. Se sabía que Larian Studios, los responsables de Divinity Original Sin, otro juego de rol, serían los encargados de desarrollar esta tercera parte de la saga, pero poco más. Y por fin ha llegado el momento de su lanzamiento: la trama de Baldur’s Gate nos traslada ciento veinte años después de la segunda entrega, aunque no es en absoluto necesario haber jugado a las dos anteriores pues las únicas referencias a ellas se limitan a algunos personajes que reaparecen.

Los desarrolladores han creado un gigantesco juego de rol para la última generación. Mucho más serio y de un acabado excepcional, comparándolo con Divinity Original. Las historias, inspiradas en el universo Dungeons&Dragons que muchos conocen por sus adaptaciones cinematográficas, están plagadas de magia, misterio y seres fantásticos: ogros, orcos, duendes, diablillos, elfos, goblins, dragones, demonios, vampiros y un largo etcétera de curiosos personajes.

En el juego nos trasladamos a algún lugar indeterminado de los Reinos Olvidados para descubrir una amenaza por parte de una raza evolucionada a la que denominan algo así como los destroza cerebros. El destroza cerebros se dedica a introducir una especie de gusanos a través del lagrimal del ojo para que el receptor poco a poco se vuelva como ellos. Este individuo parecido a Davy Jones, el siniestro personaje con tentáculos de Piratas del Caribe, dispone de una nave voladora creada con materiales orgánicos y cuyo interior podría ser alguno de los escenarios cavernosos de Scorn, perfectamente.

Mención especial a la creación del personaje. Dado que no solo se trata de un juego de rol al uso, sino que representa la quinta edición de uno de los más exitosos juegos de rol de mesa de todos los tiempos, disponemos de un buen número de clases para elegir personaje: hechicero, bardo, clérigo, druida, guerrero, explorador, pícaro, bárbaro, mago o paladín. Y a su vez disponemos de nueve razas diferentes y algunas de ellas con subrazas a su vez: elfos, tieflings, drows, humanos, githyankis, enanos, semielfos, medianos y gnomos.

Así que solo la creación del personaje nos puede llevar un buen tiempo, porque cada uno tiene habilidades y características determinadas y deberemos estar seguros de su elección dependiendo del tipo de juego que queramos desarrollar, si enfocarlo hacia la acción, hacia la destreza, dependiendo de su sociabilidad y un sinfín de parámetros combinables. Sí, también podemos elegir el sexo incluso su tamaño. Se utilizó a un locutor de onomatopeyas sexuales para algunas escenas subidas de tono, es un juego para mayores de 16 años.

La personalización de los personajes es extrema.

Horas y horas de juego

Tras crear nuestro personaje, ahí le tenemos, atrapado en una nave extraña que es atacada por los dragones. Una vez en tierra, nuestra misión principal será liberarnos de ese extraño animal que nos ha sido implantado. Una de las particularidades de Baldur’s Gate 3 es su tremendo acercamiento a lo que es un juego de rol de mesa. Por ejemplo, las pruebas de habilidad. Cuando tomamos una decisión ante una propuesta y elegimos una respuesta para ejecutar la acción, se nos abre un menú en el que debemos lanzar un icosaedro, un dado de veinte caras, debiendo igualar o superar el número que nos aparezca en la prueba como nivel de dificultad.

Así, si nos sale un diez, deberíamos sacar más de un diez en el dado para superar la prueba con solvencia. Si sacaramos un número inferior, podríamos acceder a ella si nuestro personaje dispusiese de habilidades afines a las requeridas en la prueba y consiguiese una bonificación. En caso contrario, prueba no superada. No está de más salvar la partida antes de afrontar esos momentos.

La vista es aérea durante la exploración y los combates son por turnos. A medida que avanzamos en el juego, encontramos aliados que nos acompañan en la causa. Pero podemos ignorarlos o eliminarles para seguir solos. Se permite todo. Eso sí, los combates serán más complicados al no tener compañeros con diversas habilidades para contrarrestar la batalla.

Su duración, tremenda. Solo deambulando, podemos encontrar e incluso hablar con animales, si es que nuestro personaje dispone de la habilidad necesaria. La gestión del inventario tanto de objetos como los parámetros que aumentan o disminuyen las características de cada uno de los personajes y el gran número de misiones y submisiones a las que nos enfrentemos nos llevarán mucho tiempo. A eso hay que sumar la cantidad de posibilidades que el juego nos brinda para desarrollar nuestro ingenio y creatividad; como ese jugador que, para introducirse en un castillo, se dedicó a apilar cajas hasta que la altura superase las almenas.

Ya digo, muchas horas, más de 80 y me quedo corto pues podemos pasar nuevamente la aventura con otro tipo de personaje que disponga de otras habilidades para disfrutar del juego con otros momentos absolutamente diferentes. Y ojo que Baldur’s Gate 3 va a ser uno de los más premiados este año y de los más jugados en cooperativo.

Baldur’s Gate 3 está disponible para PC y el próximo 6 de septiembre para PlayStation 5. Todavía sin determinar la fecha de lanzamiento en Xbox series.

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