Fracaso de Julia Otero en TVE: 423.000 euros por programa y solo 677.000 espectadores
La periodista pierde la mayoría de los espectadores conseguidos en su primera emisión y ve cómo los datos empeoran semana a semana
La periodista y presentadora de 'Días de tele', Julia Otero. | GTRES
El regreso de Julia Otero a la pantalla pequeña no ha ido como esperaba. Su Días de Tele tuvo un inicio prometedor que hizo que RTVE considerara que esta apuesta millonaria estaba destinada al éxito. A pesar de superar la barrera del millón de espectadores en su primera emisión, las sucesivas entregas han desinflado la euforia: en su último programa, la periodista solo logró cautivar a 677.000 televidentes, un 7,4% de cuota de pantalla.
Estos números causan un gran malestar en la corporación pública. No es para menos. El contrato con LACOproductora, encargada del formato, acuerda la emisión de 13 programas por valor de 5,5 millones de euros: 423.000 por cada uno de ellos. Este elevado coste se da en un producto que, en sí, no precisa de grandes medios al emitir mayoritariamente piezas que provienen del archivo de Radio Televisión Española. Si se hace la media, cada espectador de Días de tele cuesta 0,6 euros al ente público.
Además, si se desglosan las audiencias de cada una de las emisiones, el interés de los espectadores no hace más que descender, llegando incluso a situarse por debajo de la cuota de pantalla de La 1, donde se emite, desde su segunda entrega. Por el momento, la inversión asciende a 2.961.000 euros.
El 1.095.000 de televidentes y la cuota del 11,5% alcanzada el 17 de enero (primer capítulo) es ahora una meta que parece irrecuperable. La segunda entrega del programa de Otero cayó hasta el 7,7% de cuota y los 740.000 espectadores: 355.000 menos que tan solo siete días antes.
La bajada no se detiene a la semana siguiente, cuando en el primer día de febrero toca los 691.000 televidentes y marca un 7,5% de cuota de pantalla (muy por debajo del vencedor de la noche, el programa de Atrapa un millón emitido en Antena 3, que se hizo con el 14,6% y los 1.338.000 de visualizadores), situación que se resuelve ligeramente en el programa del 8 de febrero, cuando marca un 7,8% y 718.000, que parecía augurar la resurrección de la propuesta de RTVE.
Sin embargo, era solo la mejoría temporal del enfermo. A la siguiente emisión, Otero perdía más de 150.000 espectadores y marcaba un bajo 6,2% y 558.000: su peor resultado de la temporada, todo ello en el especial de San Valentín dedicado al amor en la televisión y la evolución de la percepción sobre el mismo.
Los dos últimos capítulos han recuperado la senda del crecimiento, aunque muy por debajo de lo esperado. Ambos no alcanzan los espectadores del primer y el segundo programa, acercándose más al tercero (ya en una caída clara) y sin perspectivas de remontada (7.5% de cuota y 691.000 televidentes el 23 de febrero y 7.4% y 677.000 en la emisión del primero de marzo, una nueva bajada que no augura una mejora y que dejó a TVE en el tercer lugar de las cadenas en 'prime-time').
Cabe añadir que la última emisión de Otero no ha cautivado a los espectadores a pesar del plantel de invitados: el expresidente Zapatero, el futbolista Andrés Iniesta, Esperanza Aguirre o el diseñador Palomo Spain. Entre los productores del programa se encuentran varios nombres relacionados con el Grupo Prisa, entre ellos José Miguel Contreras.
Días mejores para 'RTVE'
La corporación pública no está satisfecha con el desempeño de Otero y con los bajos números que ha venido cosechando en los programas que se han emitido (a lo que hay que añadir los que aún están pendientes si no se decide cortar de golpe la relación profesional).
El diario El Mundo comparte el malestar del organismo con el producto, que llega a tildar de «fallidas». «Hemos tenido algunos grandes aciertos, como La promesa, El cazador, El comodín de La 1, y otras apuestas que están resultando, como Días de tele, Todos contra 1, Vamos a llevarnos bien, Plan de tarde, 10000 días», lamentaba la presidenta interina del Consejo de Administración de RTVE, Elena Sánchez, durante su comparecencia en la en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la corporación televisiva del pasado 23 de febrero.
La contratación de Otero fue una de las primeras medidas de Sánchez al frente del ente público. Al mes de su polémico aterrizaje coordinado desde La Moncloa, autorizaba una serie de contratos por un importe conjunto de 42 millones, de los que 5,5 iban destinados a este proyecto que no convence.
El citado medio recoge el malestar de la rama sindical de Comisiones Obreras en RTVE, que señala que el desembolso no está justificado por el nivel de inversión en una franja en la que la cadena pública no termina de despegar ni enganchar lo suficiente como para plantar cara a sus competidores, organismos privados que, por otro lado, copan los primeros puestos de las listas de audiencias.
Julia Otero no es el único tropiezo de TVE
La propuesta de Julia Otero no es el único tropiezo de Televisión Española en los últimos meses. Recientemente, la cadena anunciaba la cancelación de Vamos a llevarnos bien, espacio de Ana Morgade que fue cancelado de manera temporal tras la primera emisión, que, según la propia humorista, «vio menos gente que el teletexto».
Morgade no logró reunir a más de medio millón de telespectadores en su debut, espacio que suele llamar más la atención y que recoge a más televidentes de lo habitual. En una pregunta parlamentaria de Vox, el organismo público admitió que habían acordado con la productora The Pool 10 entregas por 3.529.011,06 euros. De esta forma, la primera emisión tuvo un coste de 350.000 euros.
El mítico Xavier Sardá también se suma a la lista de fracasos de RTVE en los últimos meses. Su espacio La gran confusión era una de las grandes apuestas de cara a las noches del sábado. Lo que parecía la receta del éxito asegurado, terminó cortándose, no llegando a escalar por encima del millón de espectadores y siendo relegado a las madrugadas del domingo. Finalmente terminó tras 10 emisiones. No se conoce el coste total, aunque el presentador se embolsó 70.000 euros.
