El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, que «busque» los votos que sean necesarios para anular la victoria en ese estado del mandatario electo, el demócrata Joe Biden, según informa el diario The Washington Post.
Lo más importante: en la conversación con Raffensperger, Trump lo amenaza con llevarle a los tribunales y presentar cargos criminales en su contra por no aceptar su petición de buscar votos para anular la victoria de Biden.
El rotativo capitalino ha publicado en su web extractos de audio de una conversación de más de una hora entre Trump[contexto id=»381723″] y Raffensperger, la máxima autoridad electoral de Georgia y que, como el gobernante, pertenece al Partido Republicano.
En la conversación, Trump halaga a Raffensperger para, luego, rogarle que actúe y, ante su negativa, le avisa de que está corriendo un «gran riesgo» al no aceptar sus peticiones. «La gente de Georgia está enfadada, la gente del país está enfadada (…) Y no hay nada malo en decir, ¿sabes? Creo que te han fallado los cálculos», se oye decir a Trump en una de las grabaciones de The Washington Post.
Ante ello, Raffensperger responde: «Bueno, señor presidente, el desafío que usted tiene es que sus datos están mal».
En otro momento de la conversación, Trump fue es aún más directo: «Mira, lo que quiero es que busques los 11.780 votos, que es uno más de lo que tenemos, porque ganamos ese estado». Biden ganó a Trump por 11.779 votos en el estado sureño de Georgia, que contribuye con 16 votos al Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente.
En diciembre, las autoridades de Georgia certificaron la victoria de Biden, que fue el primer demócrata en ganar en ese estado desde que en 1992 lo hiciera Bill Clinton (1993-2001); y, durante semanas, han tenido que soportar las presiones del mandatario, que no reconoce su derrota al alegar sin pruebas que hubo fraude.
Trump ha presentado decenas de demandas fallidas para cuestionar sin pruebas el resultado en varios estados clave donde ganó Biden, y también ha presionado a funcionarios estatales, incluidos los de Georgia, para que manipularan lo votado por los estadounidenses.
La victoria de Biden se hizo definitivamente oficial el pasado 14 de diciembre, cuando la confirmó el Colegio Electoral de Estados Unidos. Sin embargo, Trump se ha mantenido firme en su desafío a las elecciones y tiene la esperanza de revocar el resultado el 6 de enero, cuando las dos cámaras del Congreso se reúnan para ratificar la victoria de Biden, en un gesto simbólico que ha ganado mayor importancia por la oposición del mandatario