Un adolescente confiesa haber matado a cuatro chicos desaparecidos

La búsqueda de cuatro chicos desaparecidos en Pensilvania en apenas dos días ha dado un vuelco en la investigación después de que la policía encontrara en el miércoles una fosa con restos humanos, entre ellos uno de los jóvenes buscados, en una granja de las afueras de Filadelfia. La noticia, que ya había acaparado la atención de los medios nacionales, ha conmocionado a Estados Unidos tras conocerse que en el lugar del macabro hallazgo vive otro joven de 20 años, identificado como Cosmo DiNardo, considerado por la policía como “persona de interés” en la investigación policial, que este jueves confesó haber matado a los cuatro chicos, según su abogado.

Las autoridades han acusado este sábado también al primo de Dinardo, Sean Kratz, del asesinato de los cuatro jóvenes, a los que atrajeron a la granja bajo la falsa promesa de venderles marihuana.

DiNardo ha delatado a Kratz como parte de un acuerdo fiscal y, además, ha revelado el lugar en el que enterró el cuerpo que las autoridades no lograban encontrar.

«No sé si lo hubiésemos llegado a encontrar», ha dicho el fiscal del condado de Bucks, Matthew D. Weintraub, pues el lugar era muy remoto.

DiNardo había confesado este jueves los asesinatos después de que las autoridades hallaran tres de los cuerpos enterrados en la granja de sus padres ubicada en Solebury (Pensilvania) y a cambio de que la Fiscalía no solicite una condena a muerte durante el juicio.

En una declaración pública, la policía confirmó el jueves que al menos uno de los cadáveres hallados en la granja pertenecía a Dean Finocchiaro, de 19 años. Se trata de uno de los cuatro chicos en paradero desconocido desde la semana pasada.

Las desapariciones se produjeron en un espacio de tiempo de dos días, lo que levantó las alarmas entre las autoridades de Pensilvania. Y todas ellas en el entorno del condado de Bucks, un próspero barrio residencial de Filadelfia.

El primero en desaparecer fue Jimi Tar Patrick, de 19 años, visto por última vez en torno a las seis de la tarde del miércoles en Newtown, y ya no fue a trabajar al día siguiente, informa el diario The New York Times, citando información oficial. El viernes, alrededor de las seis, Mark Sturgis, de 22 años, comunicó a su padre que había quedado con su mejor amigo, Tom Meo, de 21 años, y que ambos estarían de vuelta a tiempo para acudir al día siguiente a trabajar. Algo que no ocurrió, al tiempo que en sus teléfonos móviles saltaba el buzón de voz. Al cuarto desaparecido, Dean Finocchiaro, de 18 años, le vieron por última vez en torno a las seis y media de la tarde del viernes.

En las horas posteriores a la desaparición de los cuatro chicos, los departamentos de policía y la oficina del fiscal del distrito de Bucks County, donde los crímenes son algo inusual, desplegaron una amplia operación de búsqueda, además de pedir la colaboración de los ciudadanos y de los medios de comunicación. El sábado por la tarde, las autoridades tuvieron una primera pista: el rastro del teléfono móvil de Finocchiaro les llevó hasta una granja próxima a Bucks. Los agentes inspeccionaron el lugar y aunque  no encontraron a ninguno de los chicos, sí hallaron un Nissan Maxima de color champán de los años 90, propiedad de Meo, según Mark Potash, padre de Sturgis. El fiscal de distrito del condado, Matthew Weintraub. El domingo el FBI localizó el vehículo del propio Sturgis en las cercanías de la propiedad. Inmediatamente, el fiscal ordenó redirigir el equipo de búsqueda a la granja con vehículos todo terreno y equipos para llevar a cabo lo ya era considerada una investigación criminal. “Tenemos suficientes indicios de que es aquí donde necesitamos centrar nuestros trabajos”, dijo Weintraub en rueda de prensa el lunes por la tarde. “Estamos intentando encontrar agujas en un pajar”.

El anuncio este jueves del hallazgo de los restos humanos y la identificación de uno de los cadáveres como uno de los chicos desaparecidos, se produjo horas después de que las autoridades incriminaran al hijo de los propietarios del granja, Cosmo DiNardo, de robar el coche a uno de los jóvenes e intentara venderlo por 500 dólares. DiNardo fue entonces declarado “persona de interés” en la desaparición de los cuatro jóvenes.

Los restos fueron descubiertos en una “fosa común” en la granja, donde las autoridades locales así como un equipo de la oficina del FBI de Filadelfia llevaron al lugar perros rastreadores y equipos para levantar tierra y los campos de maíz, incluidas retroexcavadoras. Fueron los perros los que llevaron a los investigadores hasta la fosa, informó el fiscal del distrito en una rueda de prensa celebrada a primera horas del jueves. En su declaración, confirmó que se había recuperado el cuerpo de Dean Finocchiaro, desaparecido el viernes. También informó de la aparición de otros restos humanos sin especificar si pertenecían o no a los otros tres chicos desaparecidos. Después de estas declaraciones, el joven Cosmo DiNardo confesó haber matado a los cuatro jóvenes desaparecidos, informó su abogado.

La investigación continúa abierta para encontrar a los otros tres muchachos desaparecidos y averiguar el móvil que llevó a DiNardo a cometer el crimen múltiple.