Javi y Mar (Cadena 100): «Gran parte de los artistas españoles necesita ayuda psicológica»
El veterano dúo radiofónico de Cadena 100 celebra en El purgatorio sus 4.000 programas en antena
Según el INE, de las pocas instituciones en España que todavía conservan el prestigio, los matrimonios que se rompieron por divorcio tuvieron una duración media de 16,5 años. Javi Nieves y Mar Amate ya acumulan casi 18 años de matrimonio profesional, emparejamiento radiofónico con su ya mítico ¡Buenos días, Javi y Mar! de Cadena 100, y no se ven visos de divorcio. Al revés, se nota una compenetración genuina, fruto de lo natural, de ese paso del tiempo que acumula respeto y cariño. Más de 4.000 mañanas levantando España con música y buen rollo, esto último siempre tan complejo de encontrar cuando se tiene la mala costumbre de ir al trabajo.
PREGUNTA. – Ahora que hay cámaras en la radio, que a Javi y Mar se os ve además de escucharos, ¿eso no es una putada para los locutores?
RESPUESTA. – (Javi Nieves) Si que lo es porque te levantas destrozado, yo me levanto como si me hiciera pis. El tema es que me tengo que levantar, como que te autoengañas, te levantas y ya te despiertas en la ducha. Entonces me levanto, abro el grifo, haces tu pis de primera hora y ya te metes bajo la ducha, entonces es cuando te despiertas y entre ese periodo y que lo que tardas en llegar a la radio pasa muy poco rato, llegas hecho una pena.
(Mar Amate) Yo tengo un truco desde hace un año y medio, que es el último chorro de 35 segundos en la ducha es de agua fría. Método Wim Hof y vale para mantener todo en su sitio, porque ya el colágeno no sirve, y porque, digo, ya he superado la peor parte del día. O sea, a partir de esas temperaturas hay estudios científicos que indican que el cortisol sube, es decir, el estrés sube y a partir de ahí la serotonina empieza a expandirse. Y yo llego de buen humor.
P.- Siempre preguntamos en El purgatorio por la relación con la fe, o sea, con Dios. Además trabajáis en la cadena de los obispos, en el grupo mediático de la Conferencia Episcopal, ¿son Javi y Mar creyentes?
R.- (J.N) Yo sí, yo soy creyente de toda la vida y bueno, y lo vivo con mucha normalidad, con naturalidad y como una cosa más en mi vida.
R.- (M.A) Sin fe creo que no se vive, hay que tener fe ante lo grande. Que la fe te acompañe es algo que te hace la vida más fácil, a mí la fe me guía.
P.- Acaban de cumplir hace poco 4000 programas de ¡Buenos días, Javi y Mar! en Cadena 100, o sea que son 17 años, cumplen 18 en septiembre…Qué hartura, ¿no os habéis cansado?
R.- (J.N) Si me hubiera cansado, lo hubiera dejado. Claro que hay días chungos, pero por lo general me sigue haciendo ilusión volver a ir a trabajar.
R.- (M.A) Hay una cosa que para mí es fundamental, que lo dijo Carlos Herrera en una entrevista, que lo difícil es reinventarse, no hacer tu trabajo, sino que tu trabajo sea diferente cada día. Y en esto consiste la magia, es la parte positiva. Yo es que miro atrás, uff 18 años y se me han pasado volando. Es que han pasado volando y eso es buenísimo, es como cuando tienes una muy buena relación con un amigo, llevas 18 años. Tiene sus momentos malos, sí, pero los buenos son muchísimo mejores.
P.- Antes de hablar del programa es que estoy con dos personas, Javi y Mar, con profesiones que empiezan por P. Uno es politólogo y la otra es psicóloga. Esto es como profesiones alternas al periodismo, ¿cómo surge?, ¿De dónde surge eso?
R.- (J.N) Soy politólogo por accidente, yo soy periodista y soy politólogo porque bueno, pues empecé a hacer en un momento de mi vida, decidí formarme y entonces empecé a hacer seminarios y en uno de los seminarios que hice me dijeron «¿te vas a gastar más dinero en hacer otro seminario?, porque no te metes ya en el fregao y en el barro bien». Y entonces estuve mirando algún grado para hacer y vi políticas, que llamó mucho la atención porque el temario era apasionante y me ha resultado una carrera apasionante, apasionante, muy bonita.
P.- ¿Y lo de psicóloga?
R.- (M.A) En mi caso fue porque a mí el comportamiento humano me parece fascinante partiendo del mío. Y cuando tuve que estudiar una carrera es verdad que me gustaba mucho la psicología y me pagué los estudios trabajando en la radio. Quise desligarme un poco de la radio, pero al final, cómo es la vida que cuando tú lo tienes marcado consigue que tú vayas hacia ahí. De hecho, la última parte de la carrera yo me especialicé en criminología. Yo quería ser inspectora de policía, pero claro, soy bajita y en aquel momento no había manera de entrar.
P.- ¿Pero eso es porque confiaba poco en la profesión, en el periodismo?
R.- (M.A) Confiaba mucho en ser una buena inspectora de policía. Digamos que la radio para mí era como algo complicado, algo inestable. Y yo siempre buscaba la estabilidad.
P.- Menos mal que ha sido inestable…
R.- (M.A) Sí, sí he jugado, sigo jugando a que el programa de hoy es el último programa que he hecho, y mañana ya veremos. Entonces, la psicología, es verdad que a mí me gustó mucho estudiar psicología. No soy psicóloga, pero sí licenciada y algo se tuvo que quedar por el camino.
P.- ¿De política no hablan en el ¡Buenos días, Javi y Mar!?
R.- (J.N) No es un tema que no tocamos ni personalmente, no hablo de política con nadie.
P.- ¿Ni preguntan a los invitados, ni a los artistas?
R.- (J.N) Una de las cosas que aprendí estudiando políticas es que no debes hablar de política. Por lo menos en determinados círculos es mejor no hablar porque es un tema que apasiona excesivamente a la gente. Y yo no soy un apasionado de la política, aunque estudié política, me apasiona el pensamiento político, de donde vienen las ideas. Pero me resultaría difícil definirme, tengo claro si me tienen que preguntar cómo me definiría políticamente, pero no es algo fácil. Yo no compro ningún partido al 100%, a ninguno en España.
R.- (M.A) En España para hablar de política ahora tienes que estar muy preparado y no hablo en conocimiento, sino en saber generar un debate y saber discutirlo. Y creo que no sé qué nos pasa, que nos cuesta mucho enfrentarnos al pensamiento de otro y ponernos en el lugar de otro y estudiar lo que el otro nos está diciendo de una manera sin críticas y empática. Y tenemos un problema, y es que, lo he visto en familia cenando una noche, nos cuesta y a veces hay que frenar porque como dice Javi, le ponemos mucha pasión y quizá lo que hay que ponerle es un poco de raciocinio y también un poco de corazón.
P.- Os preguntaba, Javi y Mar, sobre la política porque a veces se les cuestiona a los artistas sobre asuntos de política, dan su opinión, y en no pocas ocasiones se forma polémica. Y no sé si le estamos dando demasiada importancia a lo que opinen los artistas sobre la política. Pueden ser muy buenos artistas, pero son un ciudadano más.
R.- (J.N) Sí, porque en realidad a mí no me importa. Fíjate, es que hace poco lo leía y hacía unas declaraciones, no recuerdo bien quien, sobre la vida personal de los artistas, decía a mí que me importa la vida personal de un artista, qué me importa, si lo que ha hecho tiene un valor y tiene un valor artístico, canta bien, es una buena canción, porque voy a juzgar yo otra serie de parámetros. Puede ser un desgraciado y un ladrón, me puede afectar de alguna manera, pero su obra sigue siendo su obra.
R.- (M.A) Para mí, sí hay una línea muy fina, no consumiría un producto de alguien en quien yo estoy en las antípodas. Hay artistas que han hecho determinadas cosas que para mí son reprochables.
P.- ¿Cuyo nombre no dirá?
R.- (M.A) Bueno, sí. R. Kelly, por ejemplo, es un artista americano que fue acusado y además fue juzgado por mantener relaciones con menores y yo era muy fan de y no he vuelto a escucharle.
R.- (J.N) Pero I Believe I Can Fly de R.Kelly es una obra maestra, no deja de serlo.
R.- (M.A) Sí, pero eso es algo que yo ya no consumo porque me produce a mí personalmente me produce malestar. Entonces no consigo ser quizá tan adulta para poner cada cosa en su sitio. Sí, yo tengo la línea de persona a artista, la tengo bastante unida. Dicho esto, tiene que ser algo muy extremo, que votes a un partido que no es el mío, no es algo que a mí me marque.
R.- (J.N) De todos modos, ¿Sabes lo que pasa con los artistas? Pasa mucho que la visión que conocemos, la biografía que conocemos, está pasada por su aprobación, por su filtro propio y conocemos muy poco. Hay artistas que son tiranos, verdaderos tiranos, se han comportado con su entorno como verdaderos tiranos y lo que nos ha llegado ha sido muy suave porque se intenta, no sé, arropar de una manera rara a un artista que ha hecho una obra X impecable. Y encima se intenta decir no, es que era una persona buena, podía ser un desgraciado, podría ser un drogadicto. Cuando ves, por ejemplo, el biopic de Elton John, y dices «joder, es que vaya vida».
«Antes la industria era más musical y ahora es más industria, manda más el dinero»
P.- Podríamos empezar por el principio, por ser ordenados, ¿Javi y Mar cómo se conocieron?
R.- (J.N) En la puerta de la radio de una manera muy curiosa. Y a ver, voy a contar la verdad y es que llegó un momento en el que teníamos que contratar a una chica, a una voz femenina en el programa y se pusieron sobre la mesa nombres de personas muy conocidas. Y yo decía, «prefiero a una persona de radio, que sepa de radio, que no sea una cara famosa, porque, ¿qué nos aporta una cara famosa más que un nombre y un poco de tirón? Pero si luego no sabes hacer el programa en condiciones». Y entonces lo discutí mucho con mi jefe en aquel momento y me dijo «mira, vas a estar tú con esa persona». Y pensamos en Mar.
P.- ¿Y Mar qué hacía en la radio antes?
R.- (M.A) Yo había dejado la radio, llevaba haciendo radio toda la vida y tuve una mala experiencia y dije no volveré a hacer radio nunca más. Y entonces volví a hacer radio porque bueno, pues tenía ya un trabajo que no tenía nada que ver con la radio durante un año y yo quería comprarme un piso. Entonces dije «pues voy a hacerme un veranito en la radio». Que no da para un piso, pero como yo tenía dos trabajos a la vez. Entré en una empresa como psicóloga para seleccionar personal, era la jefa de mi equipo de selección de personal, entonces por la tarde noche me iba a hacer mis turnos de radio y ahí fue cuando salió.
R.- De todas formas es que esto es demasiado normal, nos tenemos que inventar otra historia (ríe).
R.- Es verdad, pero fíjate estas cosas que fue algo orgánico por medio de Javi que funcionó sin conocernos. Y no es fácil trabajar en radio de la manera en la que trabajamos él y yo, siendo dos personas con vidas distintas. Es muy complicado, es muy difícil y se enciende la luz roja y nos entendemos de una manera increíble.
P.- ¿Cuántas veces os han preguntado si Javi y Mar son pareja?
R.- (M.A) Pues no mucha gente, creo que queda muy claro el rol que tenemos cada uno.
(J.N) No hay tensión sexual.
(M.A) ¡Qué horror! ¿Te imaginas? ¡Qué horror! 18 años sin concluir, sería terrible, no hubiera aguantado, me hubiera ido.
P.- Y con esos 18 años de programa, con muchas horas de radio en directo. Entiendo que tenéis desde hace tiempo ya las manías de Javi por un lado y de Mar por otro, cada uno las tienen etectadas.
R.- (M.A) Hemos ido a mejor.
R.- (J.N) ¿Pero sabes por qué? Porque es una amistad basada en el respeto. Y entonces, sabes cómo no tocarle al otro los huevos.
R. (M.A) Oye, tenemos nuestros días. También es verdad que hemos hecho un training, o sea que para llegar aquí hemos tenido que pasar porque a mí me moleste algo o a Javi le moleste algo de mí. Reconocerlo, normalizarlo, hablarlo.
P.- En 17 años cambia el mundo, cambia la vida, el país, y ha cambiado la radio también. ¿A peor, mejor, diferente?
R.- (J.N) Diferente. Yo no soy nostálgico en ese tema en absoluto. No vais a encontrar a esta persona diciendo «Es que la radio antes…» No, no, la radio ha cambiado. No, no añoro nada de lo que había, porque ahora es más cómodo todo y es distinto, y el oyente nos ve, y eso a lo que ha contribuido primero es a tener una relación más directa con los oyentes, cosa que antes no existía, más cercana, nos tratan como si fuéramos de la familia.
O sea, hay un cariño que es brutal, que notas por parte de los oyentes que te hablan como si fueran mis hijos. Es que nos pasa lo mismo que a la farmacéutica del barrio que sale a comprar el pan y le conocen tres o cuatro personas, porque yo creo que es lo mismo, es una persona que bueno, habitualmente escuchas a lo largo del día y reconoces y es bonito, muy bonito.
P.- Y que te cuelas en la vida de los demás.
R.- (M.A) Bueno, es que eso me parece a mí me parece increíble y cuando digo increíble es que no doy crédito. Cuando yo me encuentro con alguien y me paran, porque te paran por la calle, porque te reconocen, porque una de las diferencias que hay es que antes la radio no se veía como ahora. Ahora la gente te ve en redes sociales y te ve si haces un concierto, la gente físicamente te reconoce. A mí cuando me paran es que tengo la sensación de que es mi vecina del barrio, pero porque la gente te trata con mucho cariño.
Entonces, fíjate, yo es algo que yo no hubiera imaginado y me proporciona una sensación como de que hacemos bien nuestro trabajo, porque nuestro trabajo es acompañar y cuando alguien te acompaña tú le tienes mucho cariño. Porque me pasa a mí con compañeros que tengo, compañeros que no me han visto en la vida y que para mí forman parte de mi familia. Entonces creo que ahí es cuando va más allá de un EGM, ahí es cuando sabemos que lo que tenemos que hacer, lo estamos haciendo medianamente bien.
P.- En 17 años también ha cambiado el poder de la radio y de los medios de comunicación. Sobre la radio musical, entiendo que ha perdido el poder de que antes, si un artista no salía en ella, no era entrevistado en el programa de Javi y Mar, tenía mucho más difícil acceso al éxito, al triunfo. Y ahora ya vemos artistas que surgen de Spotify o que surgen de YouTube, o que surgen de redes sociales. Eso también ha cambiado.
R.- (J.N) Eso es verdad. La radio ha perdido en ese sentido la exclusividad. Y hay otra cosa que ha cambiado muchísimo en este periodo en el que estamos desde que empezamos nosotros en la radio. Nosotros en la radio llevamos ya 30 y tantos años, pero ha cambiado el acceso a la música por parte del oyente.
Yo antes, para oír un disco tenía que ir a la tienda de discos, ponerlo, era un material exclusivo de lujo y al que tenían acceso muy pocos, seguramente solo tenías acceso a través de la radio, ahora no. Ahora todo el mundo que quiere y tiene inquietud puede ponerse una plataforma y escuchar el disco que le dé la gana del año que le dé la gana. Si eso hace que tu cultura musical sea mucho mayor, que elijas, que tengas criterio. Yo creo que eso ha sido muy bueno para la música.
R.- (M.A) La radio ahora tiene un registro diferente. Es verdad que ponía la radio, había un prescriptor que me enseñaba la música, ahora la radio acompaña incluso la radio musical, porque cuando tú quieres escuchar música, a lo mejor tiras de una plataforma, pero a lo mejor te vas en el coche de vuelta a casa a las 02:00 porque sales de hacer un turno y lo que te apetece es escuchar a un señor que está despierto al otro lado y que te está poniendo una canción que a ti te gusta, la manera de acompañar de una máquina nunca va a acompañar eso.
P.- Y con toda vuestra experiencia en ¡Buenos días, Javi y Mar! También han ido variando los artistas y los invitados que pasan por el programa. ¿Los ven ahora con más cortapisas, con más autocensura que antes?
R.- (J.N) Esta mañana estaba hablando yo con Mar de un video que vi de Lola Flores hace unos días en una red social. No se cortaba en absoluto, hablaba abiertamente de que las cosas, si se consumen en su medida, se puede consumir de todo. La rayita, él no sé qué, tal lo decía con una libertad, pero una libertad tremenda, eso ha cambiado.
P.- ¿A peor?
R.- (J.N) Bueno, no sé si a peor o a mejor. A mí me parece bien que no se digan determinadas cosas, que no se tenga algo de cuidado. Hay cosas que no se deben fomentar.
(M.A) Pero creo que tenemos mucho miedo en general, a la cancelación. Esa palabra que está tan de moda. Los artistas tienen cuidado. Si no, métete en sus redes sociales ahora.
(J.N) Él lo que quiere que digamos es que Loquillo no volvería a grabar, La mataré, por ejemplo.
(M.A) Bueno, también me parece un avance fantástico que haya ciertas cosas que ya no se hagan.
(J.N) Pero luego es que se graba Zorra y nos volvemos locos. Y ya ha habido más canciones que se llamaban Zorra.
(M.A) Y si no Almodóvar, como era Almodóvar antes haciendo cine. No sé si hay más o menos cortapisas, sí es verdad que hay cosas que a mí me alegra que no se hagan. Me alegra que no se hagan ni se consuman. Pero estas cosas hay que hablarlas, porque cuando uno verbaliza, normaliza, entonces, aun así, los músicos evidentemente se controlan.
(J.N) Sí, se controlan. O sea, sí es verdad que hay temas de los que antes nos hablaban, sobre todo en las canciones, en las entrevistas a lo mejor le puedes sacar algo más, pero ahí también hay otros temas de los que no se hablaba antes la salud mental de la que ahora se habla abiertamente. Y un porcentaje altísimo de los artistas en este país necesitan ayuda psicológica, porque no es normal para un ser humano plantarse en un escenario y tener a 50.000 tíos ahí coreando y diciéndote lo grande que eres. Ahí hay un cortocircuito por algún lado.
«Para que la industria les haga caso, ahora los artistas tienen que venir ya con no sé cuántos seguidores»
P.- Ya que lo han mencionado, ¿qué les parece a Javi y Mar lo de Zorra? La canción de Nebulosa para Eurovisión.
R.- (M.A) Fíjate, es que a mí me da igual.
P.- O sea, que no le gusta.
R.- (M.A) No es eso, es que tengo temas tan importantes en mi vida y mis luchas son otras diferentes. Y si hablamos en este caso, es que no me parece ni bien ni mal. Es algo que me da igual, porque si queremos hablar de feminismo con respecto a esto, yo estoy enfocada en otros temas. Miro Afganistán y se me ponen los pelos de punta o miro España y hay muchas cosas que yo no estoy de acuerdo con ellas y que creo que hay que luchar por ese feminismo en el que yo estoy ahí. Pero el léxico de una canción, a mí ahora mismo no me parece que sea lo más importante. Ojalá vaya y seamos los primeros, y seguramente yo si alguna noche salgo a tomarme algo en verano me la baile la primera.
R.- (J.N) Se está hablando demasiado, porque el decir zorra en una canción se ha dicho muchas veces, claro. El problema de esta canción es que objetivamente es mala, entonces a mí no me gusta, me parece una canción que tiene fuerza. Y luego cuando digan zorra, pues lo único que voy a hacer es cuando oiga a mis hijos cantándola les diré, pues «la oyes en otro momento o no la cantes en alto».
R.- (M.A) Ahí es importantísimo el lenguaje y no es lo mismo decir zorra que zorro. El zorro masculino es el astuto y la zorra femenina es la prostituta.
R.- (J.N) Pero no lo van a cambiar como una canción, Mar.
R.- (M.A) No, claro, ahí voy. Que se puede hacer, sí, pero el léxico y el vocabulario para mí parte desde la educación. No sé si esta canción es educación, es que no lo sé. Entonces estoy más centrada en otras cosas, pero me parece bien que ya te digo que seguramente este verano la pongan y yo salgo a la pista de baile y sujétame el vaso que me voy a bailar.
R.- (J.N) Depende, con esto no.
R.- (M.A) Es que tampoco he seguido mucho Eurovisión este año también te lo digo, pero si hablamos de esta canción como feminismo y yo ya digo desde aquí que desde hace muchos años soy feminista, mi feminismo ahora mismo pasa por defender cosas que para mí son muy graves, que están ocurriendo en España, en el mundo y que estoy muy sensibilizada con eso porque me afecta en primer plano.
P.- Entiendo que no le gusta que intenten convertir lo de zorra en un alegato feminista.
R.- No reparo en ello, me parece bien si hay algún sector que quiera hacerlo.
P.- También hay un sector de feministas a las que les parece horrible la canción.
R.- (M.A) Bueno, para mí el feminismo es el feminismo. El feminismo es la lucha por la igualdad, no hay más, para mí no hay más lección de la lucha para la igualdad.
R.- (J.N) Pues para este caso la han cagado. Si querían conseguir eso, la han cagado.
P.- Sabrán Javi y Mar que para algunos la industria es un arcano, un misterio. Con intereses, promociones, descensos, ¿hay algún misterio en la industria musical o es una cosa mucho más sencilla?
R.- (Javi Nieves hace el símbolo del dinero) Industria, antes era más musical y ahora es más industria, siento decirlo así de claro. Antes me estoy refiriendo a los años 70, 80, el romanticismo en los 80 empieza a perderse, pero los años 60, 70 era una verdadera apuesta por el arte y había quien se arriesgaba de qué manera. Y quien buscaba un sonido distinto y una forma distinta de hacerlo, no digo que ahora no se haga, pero digo que se potencia menos eso ahora. Hoy es más industria y se va más a la pasta. Si no das pasta, no te apoyan. Por mucho que estés haciendo algo que vaya creas que va a aportar al mundo de la música una renovación total, si no estás dando pasta, aquí no ponemos un duro por ti.
«El problema de ‘Zorra’ es que es una canción objetivamente mala»
P.- Antes, a lo mejor se podía valorar más a un artista que hoy.
R.- (M.A) Creo que el dinero siempre ha sido dinero. Pero es verdad que a lo mejor la música se gestionaba de una manera más orgánica y ahora hay más medios. Pero la industria, como el propio nombre dice, quiere decir vamos a generar pasta. Los Beatles eran muy buenos, pero generaban mucha pasta.
R.- (J.N) Pero había un inicio en el que tenían un apoyo que ahora es distinto.
R.- (M.A) El mundo de la música es maravilloso, pero la industria dentro del mundo de la música es un negocio. El negocio tiene que ver con el poder y con el dinero y las influencias. Y ese trípode se movía antes así, y yo creo que se sigue moviendo. Pero esto es una percepción mía.
R.- (J.N) De todos modos, los artistas tienen que venir con lazo. Tienen que venir ya con no sé cuántos seguidores, un éxito y tienen que venir ya con su lacito de decir «oye, mira, esto ha sido un éxito ya en redes sociales.» Entonces ya la discográfica dice vamos a apostar por ello, pero no hay una apuesta previa.
P.- Si me voy a esa aplicación que se llama Spotify, miro los éxitos de música, es prácticamente todo reguetón y música latina, ¿esta época dorada de lo latino cómo lo están viviendo Javi y Mar?
R.- (J.N) Te voy a poner el ejemplo de lo que pasa en mi casa, tengo Spotify para toda la familia, todos oímos Spotify de una manera. Mi hijo mayor escucha unos artistas que no tiene nada que ver con el de 15 años. ¿Qué pasa? Que el de 15 años se tira 18 horas con Spotify y el de veintitantos bastante menos. Y según te vas haciendo mayor, pues a lo mejor le vas dedicando menos tiempo.
El de 15 años que acaba de descubrir la música, todo es nuevo, se mete en el cuarto de baño con música, se ducha con música, está todo el día. Entonces, ¿qué pasa? Que todo ese perfil que consume mucha música es el que aparece ahí, porque ha habido muchísimas reproducciones. Pero hay otra mucha gente que consume otras cosas, otros artistas que a lo mejor lo hacen con menos pasión y no aparecen en las listas.
P.- ¿No es representativo?
R.- (M.A) Para mí sí, la música urbana y en latino urbano ha conquistado el mundo. O sea, te has metido en España, vamos al Reino Unido, vamos a Estados Unidos, vas a ver que tienes muchos artistas latinos. Shakira era importante en España, pero ahora Shakira es a nivel mundial. Si te vas a Estados Unidos vas a ver que los latinos antes no aparecían o aparecían de manera residual, ahora aparecen, lo latino ahora es mainstream.
Con lo cual culturalmente ni siquiera los latinos imaginaban que iban a llegar a conquistar el mundo. Y Estados Unidos está marcado por la música negra. Ahí tienes a Beyoncé, pero si te vas a Europa, si tú te vas a Italia, se baila reguetón y estamos hablando en Italia, entonces yo creo que sí ha calado la música. Ha calado de una manera que ni ellos mismos se imaginarían que iban a calar.
P.- Antes de cerrar, ¿cuál es la canción que Javi y Mar más veces han podido escuchar en vuestra vida?
R.- (J.N) Anastasia (ríe) Torn de Natalie Imbruglia.
R.- (M.A) 20 de abril, y además es larguísima. Yo agradezco a veces que vaya al estribillo y minutito y medio y nos vamos, pero es que dura cuatro minutos.