España, a la cola de Europa en castigar casos de racismo
La falta de competencias en esta materia imposibilita a LaLiga a actuar con rapidez ante casos de racismo
El racismo en el fútbol ha sido un factor común de las aficiones a nivel histórico que difícilmente puede eliminarse con movimientos sociales o ‘causas’, como el famoso gesto de hincar la rodilla surgido tras el movimiento Black Lives Matter, que se incorporó, sobre todo, en la Premier League, tras el asesinato de George Floyd. Ahora, la polémica por el ‘caso Vinicius Jr.’ ha reabierto el debate sobre la poca actuación institucional.
La FIFA estableció sus protocolos contra el racismo que van desde parar el partido hasta dar los tres puntos al equipo rival. No obstante, cada liga europea aplica el protocolo de distintas formas, sobre todo a nivel de intensidad, por lo que los castigos están muy alejados. La Liga, en su caso, es de las más permisivas en casos de racismo, mientras que la liga inglesa o la francesa son mucho más contundentes.
«En primer lugar, se detiene el partido y se anuncia. En segundo lugar, los jugadores abandonan el terreno de juego y el anunciador dice que, si continúan las agresiones, se suspenderá el partido. El partido se reanuda y, en tercer lugar, si continúan las agresiones, el partido se detendrá y los tres puntos serán para el adversario. Estas son las normas que deberían aplicarse en todos los países y en todas las ligas», fueron las palabras de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, manifestándose contra el caso de Vinicius.
Actuación en España
LaLiga no cuenta con las competencias necesarias para sancionar el racismo de forma institucional: «LaLiga siente una tremenda frustración por la falta de sanciones y condenas por parte de los órganos disciplinarios deportivos, las administraciones públicas y los órganos jurisdiccionales a los que se denuncia», explicaron en un comunicado hace unos días.
Sin embargo, lejos de avisar por megafonía y expulsar -después de las denuncias etc.- de los campos a los jugadores, LaLiga solo puede ceñirse a la vía administrativa, a través de la Ley contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia en el Deporte, que aplica la Comisión Estatal Antiviolencia.
Además, podría utilizar el artículo 510 del Código Penal, que castiga los delitos de odio, provocación a la violencia y discriminación, así como la justificación de genocidio, con penas de prisión de entre uno a cuatro años.
Racismo y la Premier League (Inglaterra)
El racismo en la Premier League tiene una consecuencia inmediata: los aficionados son expulsados de por vida de los estadios y cuentan con pena de cárcel. El caso más mediático fue el de Antonio Neill, un joven de 24 años que recibió un castigo ejemplar por enviar mensajes racistas de acoso a Ivan Toney, jugador del Brentford.
Neill recibió una condena de cuatro meses de prisión, que quedó suspendida mientras no reincidiese en un plazo de dos años, y tres años sin poder pisar un campo de fútbol.
En febrero de 2021 la competición lanzó No Room for Racism Action PLan , una estrategia para eliminar y castigar el racismo en el fútbol y un portal de denuncias. En apenas cuatro meses recibieron más de 600 denuncias por abusos racistas en redes sociales atacando a jugadores como Marcus Rashford o Jadon Sancho, entre otros.
Las estadísticas a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, publicadas por la organización Kick It Out, señalan que durante la temporada 2021-2022, aumentaron en un 41% las denuncias realizadas por aficionados que habían presenciado comportamientos abusivos.
Racismo en la Bundesliga (Alemania)
«En el caso del racismo, varias veces se han mostrado pancartas por parte de los aficionados en contra del racismo y los jugadores en el calentamiento lo han hecho también. Cuando el asesinato de George Floyd, era muy habitual también ver el gesto de hincar la rodilla Black Lives Matter antes de los partidos», explica a este medio Uri Agramunt, experto en fútbol alemán y propietario de La Pizarra de la Bundes.
La lucha contra el racismo en los estadios se divide en distintos escalones: Los propios clubes, los aficionados y, sobre todo, la Federación Alemana de Fútbol. Dentro del campo toda la potestad cae en el árbitro y, la liga alemana, sigue al pie de la letra la normativa FIFa, con la regla de los tres pasos mencionada anteriormente.
En la temporada 2021-2022 se llegaron a suspender más de 900 partidos -desde el amateur hasta profesional- por incidentes racistas.
«Jehns Lehmann, exportero del Schalke 04, Borussia Dortmund, Arsenal etc., fue despedido en 2021 como director deportivo del Hertha. Se filtró una conversación suya de Whatsapp dónde le preguntaba a un miembro de Sky Sports si el comentarista Dennis Aogo estaba ahí para "cumplir con la cuota de negros"», comenta Agramunt.
Racismo en la Serie A (Italia)
«Han habido muchos casos de racismo en los últimos años. En Verona, Cagliari.. pero el que más se puede parecer al de Vinicius Junior fue el caso de Lukaku», cuenta THE OBJECTIVE José Rodríguez, comentarista de Onda Cero y especialista de fútbol italiano en Soy Calcio.
«El belga, recientemente, en la ida de la Coppa Italia contra la Juventus recibió insultos racistas por parte de la Curva de la Juventus. Hizo una entrada que era para roja, marcó un penalti en el último minuto, hizo su celebración mandando callar ante los que le insultaban mientras que le insultaban más y se fue expulsado por 'provocar'. Después, el presidente de la Federación Italiana le quitó la sanción y los ultras que le insultaron fueron sancionados», explica Rodríguez.
En Italia es el Código de Justicia Deportiva italiana quien recoge las sanciones que conllevan actos racistas. Un jugador que tenga estos comportamientos podría ser expulsado durante diez jornadas o, en casos muy graves, con una inhabilitación permanente. Además, el Código contempla sanciones a directivos, pancartas o cánticos, recayendo todo sobre el club.
Por otro lado, la Serie A puso en marcha, en la temporada 2020-2021, la iniciativa Keep Racism Out, con colaboración gubernamental, con el fin de acabar con la práctica en los estadios mediante actividades que involucraban también a los sectores más jóvenes.