El TAD considera que Rubiales cometió «una falta grave»: el Gobierno no podrá suspenderle
La sanción máxima sería de dos años de inhabilitación, por lo que todo queda a expensas de lo que decida la FIFA
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) considera que Luis Rubiales solo cometió «una falta grave» durante la final del Mundial Femenino. Con esa resolución, el Gobierno no podrá suspenderle de forma cautelar como presidente de la Real Federación Española del Fútbol (RFEF). El tribunal deportivo ha acordado abrirle un expediente, pero descarta calificar su conducta como abuso de poder. El dirigente federativo podría ser inhabilitado a un máximo de dos años, pero el Ejecutivo no podrá apartarle de manera inmediata.
La decisión del TAD deja a Rubiales a expensas de lo que dicte la FIFA, que ya le suspendió el sábado durante 90 días. El tribunal deportivo resolvió el caso ayer, pero su fallo no ha trascendido hasta la tarde de este viernes. La resolución supone un contratiempo para el Ejecutivo, que pensaba suspender al presidente de la RFEF en las próximas horas.
El Gobierno se ha mostrado contrariado por la medida. Tanto que el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha anunciado que considera que las conductas de Rubiales son muy graves y que no descartan acudir a los tribunales. De momento, instarán al TAD a aplicar una medida cautelar. Sus miembros ya se reunieron el lunes a petición del Ejecutivo, pero solicitaron más información para decidir. En realidad, demoraron la resolución por las aristas legales.
Rubiales en manos de FIFA
La Ley del Deporte aprobada el año pasado carece de reglamento, que debería haberse desarrollado antes del 30 de junio. El Gobierno demoró los plazos y la convocatoria de elecciones impidió finalizar el proceso. Esa circunstancia ha obligado a los miembros del TAD a aplicar la Ley del Deporte de 1990 y su reglamento, aprobado dos años después. En la normativa aplicada, el abuso de poder está tipificado como una infracción muy grave, pero las actitudes indecorosas son solo falta grave.
El TAD considera que Rubiales solo cometió una infracción grave y considera que no hubo «abuso de autoridad» en sus comportamientos, entre ellos el beso a Jenni Hermoso. A partir de esa resolución, la justicia deportiva ha incoado un expediente, pero impide que el Gobierno pueda suspenderle de sus funciones. Supone un varapalo para el CSD, cuyo presidente, Víctor Francos, tenía la intención de convocar a la Comisión Directiva del órgano en 48 horas para suspender al granadino.
La decisión del TAD abre ahora un periodo, que se prolongará durante meses, para que el tribunal deportivo estudie todas las pruebas y decida si inhabilita o no al presidente de la RFEF. El periodo máximo sería de dos años. En caso de que hubiese entrado en vigor el nuevo reglamento se trataría de una infracción muy grave. Entonces, Rubiales se enfrentaría a una suspensión mayor, de entre dos y 15 años, según el artículo 108 de la nueva Ley del Deporte.
La respuesta del afectado no se ha hecho esperar. A última hora de este viernes, Rubiales emitió un comunicado en el que señala al Gobierno: «Quienes deben garantizar la separación de poderes presionan en mi contra». En su opinión, la igualdad va de «derechos idénticos para todos» por lo que el género no debe «marcar previamente el resultado». El dirigente federativo ha asegurado que seguirá defendiéndose porque lo sucedido fue «un error» por el que ya ha pedido perdón.
El tabloide británico Daily Mail avanzó el martes que la FIFA se estaría planteando una sanción ejemplar de 15 años, aunque las fuentes consultadas por este diario creen que la cifra podría rebajarse a la mitad. En cualquier caso, el aún presidente de la RFEF no podría presentarse a la reelección, ya que su mandato caduca el próximo verano.
Ataques al Gobierno
Rubiales tiene aún dos posibilidades de no ser suspendido. Una pasa por la dimisión, fórmula que se antoja lejana. La otra incluye a la futbolista Jenni Hermoso, ya que una denuncia suya abriría la vía penal y dejaría en suspenso la administrativa. La Fiscalía ha otorgado a la futbolista un plazo de 15 días para emprender medidas legales. El Ministerio Público abrió diligencias el lunes para investigar si Rubiales incurrió en una agresión sexual, un delito tipificado en el artículo 178 del Código Penal.
El CSD decidió elevar el caso Rubiales a la justicia deportiva el pasado viernes, después de la asamblea que celebró la RFEF. Su máximo dirigente repitió hasta en cinco ocasiones que no iba a dimitir y acompañó su alocución con ataques directos a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a las ministras Irene Montero e Ione Belarra.
El Gobierno esperaba que el presidente de la RFEF dejara su cargo durante el cónclave. Como no lo hizo, tomó cartas en el asunto y elevó una petición razonada al TAD en la que solicitaba que se reuniera el lunes de urgencia. La intención era minimizar los tiempos para suspender a Rubiales, algo que finalmente no ha sido posible. El Ejecutivo confía ahora en la FIFA, ya que si el granadino recupera el mando de la federación supondría un duro golpe para la imagen de España.