Alemania encabeza la lista de nueve países europeos que rechazan la reforma del mercado eléctrico

España pierde apoyos de peso en su propuesta para reformar el mercado eléctrico europeo. Alemania y Países Bajos se suman a otros siete países y encabezan la lista de estados que rechazan la medida promovida por el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez. «No podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior del gas y la electricidad, como por ejemplo, una reforma específica del mercado mayorista de la electricidad», advertían estos estados un día antes del Consejo de Ministros de Energía programado para tratar el aumento generalizado de los precios.

En el comunicado, firmado por Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Letonia, Austria, Finlandia y Luxemburgo, los países advierten que las propuestas realizadas por la Comisión pueden funcionar a corto plazo y reducir los precios de la electricidad, pero siempre y cuando estas sean llevadas por los propios países miembros para proteger a los ciudadanos más vulnerables y no por el común de los veintisiete. Defienden que la importancia de no realizar cambios comunes reside también en la fecha que ponen para el fin del aumento de los precios, el primer trimestre de 2022, cuando calculan que se habrá terminado la tendencia alcista en los costes y los gobiernos podrán retirar las medidas tomadas durante este periodo.

Sobre los principales afectados, los países reconocen que este encarecimiento de la energía, unida a la crisis provocada por el coronavirus, golpea especialmente a las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, defienden que el rediseño del papel comunitario no ha de ser la vía a seguir, sino una apuesta veloz por el desarrollo de las energías renovables que mantendría los precios predecibles y costeables, algo que se contrapone con el rápido aumento de los combustibles fósiles que desajusta el mercado europeo. Los estados también advierten de su negativa a modificar los mercados internos porque, defienden, no paliaría este problema global, por lo que reniegan de las propuestas y abogan por una mayor interconexión y apoyo entre lo estados miembros.

El Gobierno defiende la necesidad de la reforma 

España contaba con el apoyo de Francia, Grecia, Italia o la República Checa para encarar el problema de los aumentos en el precio de la luz que, defienden, no es un problema aislado sino que afecta en mayor o menor medida a todos los estados miembros. Las «medidas contundentes y audaces» propuestas por el Gobierno en Europa chocan con una decisión que, de nuevo, supone un golpe para la promesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se comprometía a que a finales de año los españoles pagarían «la misma factura de la luz que en el año 2018» descontando el IPC. A esta línea se unía la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien aseguraba que en promedio la factura de la luz volvería a los niveles de ese año a pesar de los aumentos que semana a semana se produce en la venta de la energía.

En una estrategia diseñada para reducir los precios en España, el Gobierno aprobó un decreto a las eléctricas que fue muy criticado por la compañías. Hoy, en el consejo de ministros, con solo dos semanas de vida la medida será modificada para reducir la tensión con las principales compañías.

Durante la semana pasada, España ya llevó a la Comisión una batería de medidas que no encontró los apoyos deseados por el presidente, quien vió congeladas sus expectativas hasta que en el mes de diciembre no se lleven a la cumbre europea. También regresaba a la Moncloa con la advertencia de otros estados contrarios a las propuestas, que acusaban a España de ser «una isla energética». De cara al consejo de ministros de Energía extraordinario, la urgencia de «precios asequibles» demandada por Ribera y Sánchez tendrá que esperar mientras los precios para hoy superan los 215 euros, por lo que ya son más de 10 días por encima de este umbral.