Las empresas, en vilo ante la redacción final de la reforma laboral de Díaz que aún nadie ha visto
El Gobierno retrasa en el último momento la publicación en el BOE de la nueva norma para matizar su redacción, facilitar su tramitación parlamentaria y justificar su evacuación vía real decreto ley
El Boletín Oficial del Estado (BOE) de este 29 diciembre no recoge la publicación de la reforma laboral a pesar de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguró que se produciría en esta fecha, en la que entraría en vigor, salvo en el capítulo de conversión de contratos temporales, al que Díaz asignó una vacatio legis de tres meses. Fuentes oficiales y de los agentes sociales comunican a THE OBJECTIVE que los técnicos del Ministerio de Trabajo y Economía Social siguen matizando la redacción final del texto para cubrirse ante dos hechos: uno, facilitar su tramitación parlamentaria con el resto de grupos parlamentarios y, dos, justificar suficientemente su impulso vía real decreto ley, lo que exige una sustanciosa motivación jurídica que avale el uso de esta figura, destinada constitucionalmente a un uso en casos de extraordinaria y urgente necesidad.
Fuentes empresariales consultadas por THE OBJECTIVE transmiten su inquietud ante la redacción final de la reforma de Díaz, y se abstienen de emitir un pronunciamiento sobre las líneas maestras anunciadas por el Ministerio dado que en una materia tan sensible como la laboral la dicción concreta de un precepto puede afectar a muchos contratos y a la propia voluntad del empresario a acometerlos. Desde varios sectores –turismo, hostelería, logística, entre otros– se explica a este diario que sus estrategias y planes para la plantilla están en estos momentos pendientes de la redacción final de un texto que nadie ha visto porque aún no se ha cerrado y, por tanto, no han podido valorar su impacto.
De hecho, desde los agentes sociales se comenta a este diario que en las últimas horas del pasado 22 de diciembre se negoció sobre un texto hipotético, pese a existir varios borradores, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, de los que de entrada se advertía desde el Gobierno que eran tentativos y en ningún caso la redacción final del texto en la que se sigue trabajando desde el Ministerio en colaboración con otros departamentos del Gobierno.
Persisten las dudas
Los agentes sociales, patronal y sindicatos mayoritarios, al final, avalaron a través de sus órganos de gobierno el pasado 23 de diciembre las líneas maestras de la reforma sin cotejarlas en un texto. De hecho, comentan que una vez logrado el citado acuerdo la víspera de Nochebuena, se han seguido manteniendo contactos con el Ministerio sobre puntos y dudas concretas de sus técnicos. Aprecian que, en gran parte, esto sucede porque se trata de un departamento altamente ideologizado, donde priman los postulados sobre los tecnicismos.
El jurista Carlos Lacaci, de Lacaci & Delgado Abogados, explica a THE OBJECTIVE la lógica que tiene la precaución sobrevenida in extremis del Gobierno -en estas últimas horas en que la norma sigue ausente del BOE- en el hecho de que la reforma laboral se active mediante decreto ley, ya que -aduce- el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha abusado de esta figura hasta el punto de la hipertrofia legislativa y, a su juicio, normas de este calado deberían tramitarse mediante Ley Orgánica con las mayores exigencias de mayorías que ello implica y garantizan que una norma estatal que afecta a todo el tejido productivo sea llevada por los cauces más oportunos.
Aunque existe el precedente de que el Tribunal Constitucional avalase el uso del decreto ley para la reforma laboral del PP de 2012, la situación política y la mayor fragilidad que acarrea un Gobierno de coalición han hecho a Presidencia retrasar la publicación de la reforma de Díaz en el BOE del 29 de diciembre que los empresarios aguardaban para replanificar sus estrategias.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha remarcado este miércoles la autonomía de su organización respecto a la patronal CEOE y ha asumido una «campaña» por parte del Gobierno «para presionar al PP para convalidar su enjuague de reforma laboral» y «cumplir con su socio ‘podemita'». «Me da igual lo que Sánchez tenga que pactar con Yolanda Díaz, Rufián o la de Bildu. Estoy para servir a los españoles», ha esgrimido Casado, preguntado por la razón por la que el PP rechaza el acuerdo del Gobierno con los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme. Casado asegura tener «el mayor respeto personal y profesional» por el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, y ha recalcado la autonomía entre ambas organizaciones: «Nunca le he llamado para darle indicaciones ni me ha llamado para pedirme nada», ha dicho Casado. Asimismo, recalca que antes de alcanzarse el acuerdo para la reforma laboral ya transmitió a su organización que no avalaría cambios en la reforma aprobada por el PP en 2012, pues defiende un modelo laboral «alternativo» al del Gobierno de coalición.