Naturgy afronta una de sus juntas más decisivas con los 'proxy' recelando del bonus de Reynés
Los pequeños accionistas han recibido recomendaciones para votar en contra del incentivo a largo plazo del presidente
Naturgy celebra este martes una de sus juntas generales de accionistas más importantes. Entre los puntos del día destaca la ratificación y nombramiento de Jaime Siles como consejero dominical, dando así entrada al fondo australiano IFM cinco meses después de que culminara su opa.
Se preveía una celebración tranquila, una vez que a principios de febrero la compañía lo dejara todo atado. La gasista anunciaba que para que se produjera la entrada de Siles en el consejo, habían renunciado Francisco Beli y Ramón Adell como independientes. Aunque este último pasó a ser nuevo consejero dominical por cooptación de CriteriaCaixa.
El holding industrial de la Fundación La Caixa, con Isidro Fainé a la cabeza, reforzaba así su posición pasando de dos a tres consejeros. Posee un 27% del capital de la gasista y le siguen los fondos CVC y GIP, con un 21% cada uno y dos asientos. Por su parte, IFM tiene un 12,5% y la estatal argelina Sonatrach, el 4,1%.
El propio presidente de Naturgy, Francisco Reynés, defendió que la adaptación de los órganos de gobierno de la empresa correspondía al «legítimo derecho de representación proporcional». La gasista mantiene a 12 consejeros, tal y como fijó en la junta general de accionistas del 27 de junio de 2018.
En contra del bonus de Reynés
Pero la cara más amarga con la que contará Reynés mañana vendrá por el lado de los accionistas minoritarios. Los pequeños accionistas de Naturgy han recibido ya recomendaciones de distintos proxy advisor para que voten en contra del incentivo a largo plazo del presidente y otros directivos.
La idea es aprobar en junta la ampliación del plan de incentivos a largo plazo a diciembre de 2025 —finalizaba en julio de 2023—, con el fin de hacerlo coincidir con el plan estratégico de la empresa. El importe que tiene derecho a cobrar Reynés por los ejercicios de 2021 y 2022 es de 1,54 millones.
Reynés elevó un 9% su sueldo en 2021 mientras la eléctrica recortaba plantilla en todo el mundo. Se embolsó un total de 4,96 millones de euros entre salario y retribución a largo plazo. El consejo de administración ha aprobado ya la remuneración para 2022. Se mantendrá en los 1,1 millones de euros anuales para Reynés por su condición de presidente, en 175.000 euros para los consejeros y en 30.000 euros para el consejero coordinador.
Más poder para el presidente
Además, según el informe de gobierno corporativo de la gasista, Reynés y el resto de cúpula directiva ganan poder ante la llegada de IFM y no tendrían que dar cuenta al consejo para operaciones de ventas de activos que tengan un valor inferior a 100 millones de euros, cuanto antes el límite estaba en 50 millones.
Por otro lado, el presidente de la empresa podrá firmar contratos de aprovisionamiento de gas valorados hasta en 300 millones de euros, cuando antes la cantidad se fijaba en 100 millones, elevando a 800 millones —antes 500— la línea roja para que estos contratos deban contar con el respaldo mayoritario del consejo.
Naturgy apuesta por escindirse en dos compañías cotizadas con el fin de crecer en valor bajo el proyecto ‘Géminis’. Reynés, que sustituyó a Isidro Feiné como presidente de Gas Natural Fenosa en febrero de 2018, está convencido de que los los dos perfiles de negocio —redes y generación— permitirán, entre otras cosas, «simplificar y focalizar» la gestión de cada uno con el fin de acelerar el plan estratégico que presentó la compañía en julio.
Inversiones de 14.000 millones hasta 2025
La compañía tiene previsto invertir 14.000 millones hasta 2025, de los que de los que aproximadamente dos tercios se dedicarán al impulso de la generación renovable. Además, persigue unos «ambiciosos objetivos de rentabilidad», fijando un Ebitda de 4.800 millones de euros y un beneficio neto ordinario de 1.600 millones.
El primer ejecutivo de la energética defiende también que el coste de la pérdida de sinergias por la nueva estructura será «absolutamente insignificante». Según Reynés, Naturgy aspira a convertirse en un gigante con una capitalización conjunta de unos 40.000 millones de euros, teniendo en cuenta el valor actual de unos 27.000 millones y la deuda a cierre del año pasado de casi 13.000 millones de euros.
‘Géminis’ será sometido a la aprobación de una junta extraordinaria el próximo otoño. Las dos sociedades contarán con la misma estructura accionarial: una tendrá el negocio liberalizado y otra se encargará de las actividades reguladas.
El negocio regulado de redes de distribución de transporte de gas y electricidad representa el 61% del resultado bruto de explotación (Ebitda), con el 40% en España y el 20% en Latam. De su lado, el negocio liberalizado de generación y comercialización representa el 39% restante.