Vodafone España reduce un 2% sus ingresos por servicio al cerrar su año fiscal
La operadora británica registra un Ebitda de 957 millones de euros, un retroceso del 8,3% tras la salida del perímetro de las torres de Vantage durante 2021
Vodafone España registró un Ebitda de 957 millones de euros, un retroceso del 8,3% tras la salida del perímetro de las torres de Vantage Towers. Sin este impacto, los beneficios operativos se redujeron solo un 1,1%. Por otro lado, la compañía británica ha confirmado que en la presentación de sus resultados que «explora cambios estructurales en su red fija» en España con «alternativas pragmáticas que podrían crear o desbloquear valor». O lo que es lo mismo, se baraja la venta de sus 10,5 millones de accesos de alta velocidad (7,5 millones de HFC y otros 3 millones de fibra óptica).
Según los resultados publicados este martes correspondientes a su año fiscal que va desde abril de 2021 hasta marzo de 2022, los ingresos de la operadora mejoraron un 0,3% hasta los 4.180 millones de euros. El dato que es casi idéntico al del anterior curso fiscal se vio impulsado por el crecimiento del segmento de negocios y la venta de terminales, ya que los ingresos por servicio, relacionados con lo que ingresan por clientes residenciales, se redujo un 2%, hasta los 3.714 millones de euros. Los otros ingresos llegaron a 466 millones. La reducción trimestral de ingresos por servicios llegó al 5,1%.
La compañía explica estos resultados por el impacto de la continua competencia de precios en el segmento de alto valor y una reducción en las tarifas móviles que fueron parcialmente compensadas por mayores ingresos por roaming. La desaceleración trimestral de los ingresos por servicios en el cuarto trimestre (-5,1%) se debió en gran parte a una comparativa más dura del año anterior y la afectación en todo el trimestre de sus nuevos precios y una reducción en las tarifas móviles en el año fiscal 2022.
Clientes de Vodafone
La operadora advierte que el mercado se mantuvo altamente competitivo en el segmento de valor para el consumidor. En telefonía móvil, su base de clientes de contrato se mantuvo estable en el año, gracias a una fuerte demanda del sector público y una mejora gradual en su desempeño comercial hacia el final del año.
El abandono de contratos móviles aumentó en 0,5 puntos porcentuales año con año hasta el 20,7% debido a un abandono excepcionalmente bajo en el año anterior como resultado de las restricciones de portabilidad. Su segunda marca, ‘Lowi’, agregó 310.000 clientes durante el período y ahora tiene una base total de clientes de 1,5 millones.
La base de clientes de banda ancha se redujo en 164.000 como resultado de una mayor intensidad competitiva en el segmento de valor de consumo y el impacto temporal de la optimización de nuestro canal minorista. Su base de clientes de televisión disminuyó en 88.000, afectada por la continua intensidad competitiva.
Ere y fusión fallida
Un año complejo para el grupo en España. La operadora cerró un plan de reestructuración, que afectó principalmente a las tiendas minoristas propias y a 400 empleados. En noviembre, se completó la optimización de su huella minorista, con todas las tiendas de marca operando ahora bajo un modelo de franquicia
Por otro lado, se quedó sin concretar ninguna operación de integración tras varios meses de negociaciones con MásMóvil y Orange. Vodafone fue la compañía más activa en buscar fusiones, pero finalmente se quedó fuera de este proceso tras el acuerdo entre sus dos principales competidores.
Una situación que les ha obligado a replantearse su estrategia en nuestro país. La operadora de origen británico ultima una agresiva estrategia con precios más bajos que comenzará a desplegar en las próximas semanas para intentar arrebatar el máximo de clientes a MásMóvil y Orange.
Nueva estrategia
La nueva estrategia de Vodafone atacará todos los segmentos, tanto el de bajo coste como el de mayor valor, con ofertas diferenciadas para su primera marca pero también para Lowi, la enseña que más abonados ha ganado en los últimos dos años. Recordemos que durante los últimos doce meses los británicos han sufrido para mantener a sus clientes.
Durante los cuatro primeros meses del año perdió 73.300 líneas móviles y otras 48.800 en fijo, más de 120.000 líneas en total. La operadora sigue ganando terreno con su segunda marca Lowi, pero la mayor sangría de líneas se produce en su primera marca, más asociada al alto valor.
Desde el punto de vista del grupo, Vodafone aumentó un 4% sus ingresos hasta los 45.580millones, mientras que sus beneficios llegaron a los 2.624 millones de euros. Del mismo modo, la compañía está en conversaciones para fusionar sus negocios en el Reino Unido con su rival Three UK, propiedad de CK Hutchison, según adelantó el jueves pasado el diario británico Financial Times. De momento, no han trascendido ni montantes ni detalles de las negociaciones, ni la manera en la que se haría esta integración.
Entrada de Etisalat
Después de rechazar la oferta de compra de 11.250 millones de euros por su filial en Italia lanzada por Iliad y de fracasar sus negociaciones con MasMóvil y Orange en España, el mercado ve en esta operación la última oportunidad del grupo para subirse al carro de las fusiones.
Este fin de semana se conoció también que Emirates Telecommunications Group (Etisalat) tomó un 9,8% de la compañía convirtiéndose en su primer accionista, una operación valorada en 4.000 millones de euros. El movimiento es interpretado por los analistas como un movimiento defensivo para proteger a la compañía del fondo Cevian, que lleva unos meses forzando a Vodafone a que acelere ventas y fusiones tras entrar como accionista a finales de enero.