BBVA se pone en guardia ante el abrupto deterioro de la economía turca en agosto
El grupo español ve con «preocupación máxima» la situación tan débil que está mostrando este mes el país, que representa su tercer mayor mercado
BBVA se ha puesto en guardia ante el abrupto deterioro de la economía turca en agosto. El grupo español ha reforzado esta primavera su presencia en el mercado otomano tras alcanzar el 86% de su filial Garanti, a pesar de la incertidumbre que sufre desde hace años. «La preocupación en el banco es máxima, aunque la apuesta sea a largo plazo», señalan fuentes internas a THE OBJECTIVE, que añaden que la vigilancia sobre la evolución es extrema con el fin de anticiparse a las consecuencias.
La entidad está monitorizando la situación y según su servicio de estudios el Producto Interior Bruto (PIB) de Turquía, «ha empezado a mostrar una desaceleración mucho más rápida de lo previsto este mes, tras la resiliencia de la primera mitad del año». Esta resistencia se manifestó incluso en julio, cuando el crecimiento fue del 5,7% interanual.
Los cálculos de BBVA pronostican que en agosto ha habido un cambio radical de la coyuntura y el PIB turco aumentará solo el 2,6%, un porcentaje que «bajará más claramente en los próximos meses», atendiendo a los indicadores adelantados, como confianza de los consumidores, la producción de la electricidad y el freno en la concesión de los préstamos.
BBVA, como consecuencia de la subida desbocada de los precios en el país, ha sufrido ya un primer golpe en sus cuentas este 2022 algo superior a los 300 millones, tal y como adelantó este periódico, al contabilizar el negocio turco bajo el criterio de hiperinflación. Una condición que por ahora Mapfre no ha adoptado por su actividad en el territorio del Bósforo, aunque haya asumido una pérdida patrimonial de 400 millones por el hundimiento de la lira.
Los nuevos objetivos de BBVA, en el aire
El deterioro de la economía otomana se produce justo después de que la filial del grupo español haya mejorado los objetivos para el conjunto del ejercicio gracias al empuje del primer semestre. Un impulso que podría desvanecerse y que podría dejar en papel mojado la mejora de las expectativas de la franquicia.
Por el momento, BBVA espera que en 2022 el PIB turco crezca un 5% con ciertas dudas, gracias a la subida del 7% de la primera mitad. Pero estima que hay una presión a la baja para 2023, con «importantes riesgos para la estabilidad financiera» y la «probable persistencia de un entorno inflacionista elevado». Para evitar un desplome de la actividad, el Banco de Turquía rebajó este jueves los tipos de interés al 13% por sorpresa, en contra de la ortodoxia, ya que el IPC roza el 80%.
Para el banco español Turquía representa el tercer mayor mercado, tras México y España, y es la gran aventura de los últimos tiempos. Desde su llegada al país, BBVA ha invertido cerca de 9.000 millones de euros. Hoy su participación en Garanti vale 5.000 millones, con lo que suma minusvalías latentes de unos 4.000 millones.
Los riesgos de esta apuesta han sido puestos en evidencia por los reguladores, especialmente por el BCE, que ha advertido en numerosas ocasiones de los peligros que supone. Unas alarmas que se han disparado tras el desplome de la lira desde finales del año pasado y la invasión de Ucrania por parte de Rusia ante los lazos existentes entre los regímenes de Recep Tayyp Erdogan y Vladimir Putin.
Las agencias de rating también están anticipando un agravamiento de la coyuntura en Turquía y en las últimas semanas han colocado al borde la insolvencia la nota crediticia del país. Una decisión que ha penalizado a la filial de BBVA, ya que tanto Moody`s como Fitch han degradado al mismo escalón su calificación.
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, que es de origen turco, en sus últimas intervenciones no ha escondido la preocupación en el banco por el devenir del país, pero en todo momento ha dejado claro que es un mercado fundamental para el grupo español por su potencial a largo plazo. «Hay mucha incertidumbre», admitió a finales de julio el directivo, quien descartó que el banco fuera abandonar este territorio.
Los riesgos que está asumiendo BBVA a las orillas del Bósforo han despertado los rumores dentro de la sede central de la entidad de un próximo cese de Genç como ‘número dos‘. Una destitución que algunas fuentes sostienen que se materializará este otoño. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que la estrategia y la apuesta del grupo fue adoptada por todo el consejo, con la aprobación del propio presidente Carlos Torres, a finales de 2020, cuando rechazó la absorción del Sabadell para incrementar su presencia en Turquía.
Por ahora y a la espera de ver cómo evolucionen los acontecimientos, toda esta inestabilidad y deterioro no está pesando sobre la cotización de Garanti, que este verano se ha disparado. En agosto acumula una subida de aproximadamente el 50%. Las acciones de la filial se sitúan en 21,5 liras. BBVA pagó 15 liras en mayo para hacerse con un 36% del capital. Este rally, según fuentes del mercado, se podría deber a que el grupo español estaría adquiriendo títulos para intentar alcanzar la totalidad del capital o que próximamente los hará. Su intención en la OPA lanzada este año era alcanzar el 100% para retener todos los dividendos posibles y optimizar así su inversión.