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Economía

La banca alega contra el nuevo impuesto que es un tercio menos rentable que otros sectores

Las entidades logran en España un retorno del 8% frente al 12% del resto de grandes compañías, por lo que consideran que no se justifica la penalización

La banca alega contra el nuevo impuesto que es un tercio menos rentable que otros sectores

Los presidentes de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri; Santander, Ana Botín; y BBVA, Carlos Torres | Efe

La banca alega contra el impuesto especial que le va a imponer el Gobierno que es un tercio menos rentable que el conjunto de grandes empresas de otros sectores y que, por tanto, no se justifica. Aunque las entidades están viendo impulsados sus beneficios por la subida récord del euríbor, los últimos datos ponen de manifiesto que los retornos sobre el capital apenas se sitúan en el 8% frente al 12% del conjunto de la gran industria, según datos recabados por THE OBJECTIVE.

Los banqueros han venido denunciando en los últimos meses que el nuevo impuesto es «discriminatorio, arbitrario y confiscatorio», además de «inconstitucional». De ahí que no solo estén intentando frenarlo, sino que hay entidades como Bankinter que han decidido presentar un recurso judicial para tumbarlo una vez abonen la primera parte, en febrero de 2023. La banca está argumentando que, de seguir adelante, debería extenderse al conjunto de las empresas para evitar el agravio existente en el diseño actual.

Todos y cada uno de los bancos que están afectados están criticando duramente la iniciativa del Gobierno, que tiene que ser aún autorizada por el Senado para su entrada en vigor. BBVA, en su reciente informe sobre la economía española, ataca duramente la tasa, que penalizará el 4,8% de los ingresos del sector. «El establecimiento de un gravamen específico a la banca no toma en cuenta que desde 2013 la rentabilidad del sector no solo ha sido menor, sino también más volátil que la del resto de la economía», explica el grupo presidido por Carlos Torres.

En el documento, la entidad añade que, además, el impuesto «no está diseñado para captar los llamados beneficios extraordinarios», algo que comparten el resto de entidades, que han criticado con fuerza que esté referido a la facturación y no a la cuenta de resultados.

Rentabilidad de la banca que no cubre el coste de capital

El informe de BBVA resalta, por un lado, que la rentabilidad media de los fondos propios del sistema bancario en 2019 fue del 6,9% frente al 10,7% de las las empresas de más de 250 trabajadores, que son sus comparables. Un retorno que en 2020 debido a las provisiones por la pandemia fue negativo, de un 0,7%, frente al 7,2% del resto de compañías. A cierre del primer semestre, los porcentajes eran los anteriormente descritos.

Con ello la rentabilidad de la banca no supera en España el coste del capital. Es decir, que desde el punto de vista de los inversores el sector financiero no ofrece atractivo, ya que están exigiendo en torno a un 11% para que la adquisición de acciones sea positiva para sus intereses.

Los bancos, de igual manera, consideran que, en el contexto actual de posible recesión temporal de la economía, sus beneficios se verán afectados por la provisiones que tendrán que hacer para afrontar impagos y que el gravamen no tiene en cuenta este coste. Tampoco tiene en cuenta los significativos gastos en tecnología que realizan para adaptarse al nuevo escenario.

Los argumentos de la banca, de momento, han caído en saco roto, y se verán obligados a acudir a los tribunales para echar para atrás el impuesto una vez entre en vigor. El Gobierno, que es el impulsor de la tasa, defiende que las entidades tienen que arrimar el hombro en las circunstancias de elevada inflación, ya que se están beneficiando de la remontada del euríbor. Solo por este efecto, las entidades van a embolsarse 12.500 millones de euros. No obstante, una parte de esta facturación la destinarán al mayor coste de personal y a las medidas para facilitar el pago de las hipotecas a las rentas bajas y medias.

BBVA, en su informe, recuerda que por ahora este efecto del euríbor no se ha trasladado a la cuenta del sector e indica que el margen de intereses más comisiones aún no ha alcanzado el nivel previo de la pandemia en términos reales, por lo que «pone en duda» la excepcionalidad del gravamen.

La banca, por otro lado, considera de la misma manera que España necesita un sistema tributario justo. De ahí, que vaya a adoptar una carrera judicial contra el nuevo impuesto. BBVA, en este sentido, ve necesaria una reforma que reduzca las distorsiones sobre el consumo y la inversión y dé certidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.

El Gobierno pretende recaudar con la tasa a la banca unos 3.000 millones. Aún no está claro si la banca extranjera que opera en nuestro país lo tendrá que asumir, ya que lo aprobado en el Congreso no especifica nada, a pesar de que el PSOE y Podemos introdujeran una enmienda para incorporarla tras la críticas del BCE. En las próximas semanas será el Senado el que defina por completo los criterios del impuesto para que sea efectivo a partir del 1 de enero.

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